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El emblemático local de los años 30 no pudo competir con las multisalas climatizadas

Cierra sus puertas el Regal, uno de los cines más antiguos de India

Sus vetustas instalaciones, con sólo una pantalla, ruidosos y polvorientos ventiladores y sillas de hierro ahuyentaron al público

Luego de 85 años, apagó sus luces ayer tras la proyección de dos clásicos de la edad de oro de Raj Kapoor

Es como separarse de un familiar, lamenta su director

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Los propietarios del Regal esperan resucitar el lugar en forma de un moderno y lujoso complejo cinematográficoFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Viernes 31 de marzo de 2017, p. 8

Nueva Delhi.

En Nueva Delhi, el Regal es más que un cine, es una institución. Pero tras décadas de declive, esta emblemática sala, una de las más antiguas de India, cierra, víctima de la competencia de las multisalas climatizadas.

Con su fachada blanca, ennegrecida por la contaminación y las lluvias, el Regal es una de las referencias más conocidas de la Connaught Place, la gigantesca plaza en círculos concéntricos construida por los británicos, en el corazón de la capital india.

Pero en el interior, el cine emana una atmósfera de pasado glorioso. La vetustez de sus salas, su única pantalla, sus ruidosos y polvorientos ventiladores, sus sillas de hierro para las categorías más baratas, han hecho que el público lo abandone.

Cuando la sala abrió sus puertas a principios de los años 30 del siglo pasado, India aún era una colonia británica, con el movimiento por la independencia en pleno auge.

A lo largo de su existencia, el Regal vio desfilar a los más grandes del subcontinente: el último virrey británico de India, Louis Mountbatten; los primeros ministros indios Jawahrlal Nehru e Indira Gandhi, o la leyenda de Bollywood, Amitbah Bachchan.

Ahora bien, hoy los consumidores de la clase media de Nueva Delhi prefieren los multicines gigantes con cómodos asientos y la climatización casi gélida de los centros comerciales que desde hace unos años proliferan en la capital india.

Antes daba igual qué película proyectara, el cine siempre estaba lleno. Había grandes filas hasta la esquina de la calle, recuerda Ravi Shukla, quien trabaja en la cantina del Regal desde hace 36 años.

¡Adiós!

La misma amargura para Ramesh Kumar. El hombre realizó 44 años de buenos y leales servicios como proyeccionista, 23 de ellos en el Regal.

Su herramienta de trabajo: un monumental proyector negro de bobina que data de los años 1960, sobre el que está pintada en rojo la cruz esvástica hindú.

Ramesh lamenta el cierre del cine, uno de los últimos con precios abordables para los bolsillos más modestos, y culpa de ello a la falta de mantenimiento del lugar.

Nadie le ha prestado la suficiente atención. Si alguien se hubiera ocupado, no estaríamos en la situación actual, lamenta el proyeccionista.

La fatídica decisión contra el Regal llegó cuando los techos de varios edificios de la Connaught Place se vinieron abajo, poniendo en relieve la decadencia de estos lugares históricos.

El ayuntamiento castigó desde entonces a los edificios que no respetan las normas de seguridad. Para el Regal, las obras de renovación eran demasiado largas y costosas.

Después de casi 85 años de existencia, el cine apaga definitivamente sus luces tras la proyección, ayer por la noche, de dos clásicos de la edad de oro de Raj Kapoor, mítico actor y director bollywoodiense del siglo XX.

Aunque no pueden tocar la fachada, catalogada como patrimonio histórico, los propietarios del lugar esperan resucitar algún día el Regal en forma de una multisala con todos los lujos y comodidades actuales.

Mientras, los fans y curiosos llegan al lugar para rendirle homenaje, con adolescentes tomándose selfies y parejas llevando a sus hijos.

Hay más gente que en estos últimos años, sobre todo personas mayores que tienen recuerdos entre estas paredes, explica Roop Ghai, director del Regal.

El cierre de este cine es como separarse de un miembro de tu familia, suspira.