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Ver día anteriorLunes 27 de marzo de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Aumenta ingreso fiscal

A gasto corriente 79%

EPN: silencio sepulcral

L

a buena noticia es que México logró incrementar sus ingresos públicos en dos puntos porcentuales (resultado de exprimir a los contribuyentes y aumentar los precios y tarifas de bienes y servicios gubernamentales); la mala, que tales recursos excedentes se destinan a gasto corriente y a cubrir el creciente costo financiero de la deuda, de tal suerte que por más que aumente la captación su utilización es la misma, sin repercusión en el crecimiento económico, pero sí, negativamente, en el nivel de bienestar social de la población.

Como muestra, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas documenta que, sólo en enero de 2017, 79 por ciento del gasto programable se destinó a gasto corriente, mientras el restante 21 por ciento se canalizó a gasto de capital. Y dentro del primer concepto son los servicios personales (la nómina burocrática) los que concentran los mayores recursos: 94 mil 100 millones de pesos (sólo en un mes, lo que da un anualizado cercano a un billón 130 mil millones de pesos, sin considerar aguinaldo y bonificaciones). Por su parte, a inversión física apenas se canalizaron 52 mil 400 millones.

Al mismo tiempo, los presupuestos destinados a Salud, Educación Pública y Desarrollo Social registraron variaciones a la baja por 7 mil, 4 mil 500 y 4 mil millones de pesos, respectivamente y en números cerrados, al tiempo que el costo financiero de la deuda pública aumentó 2 mil 700 millones. Es la historia de siempre: mayor ingreso, pero destinado a lo mismo y con repercusión social negativa.

Pero bueno, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) no se fija en detalles y califica de buena noticia el aumento de los ingresos públicos de México. Lo sintetiza así: en la región, los ingresos totales aumentaron levemente respecto del producto en 2016, alcanzando 18.4 por ciento el PIB en el promedio de los 17 países analizados. Este resultado se debe al alza de los ingresos públicos en México (2 puntos porcentuales del PIB) y en el istmo centroamericano, Haití y República Dominicana (0.5 puntos), dado que en América del Sur se registró una caída importante de estas entradas (0.5 puntos).

Pues bien, el organismo especializado de la ONU divulgó su Panorama fiscal de América Latina y el Caribe; la movilización de recursos para el financiamiento del desarrollo sostenible, del que se toman los siguientes pasajes. Va, pues.

En 2016 se registró un aumento notable de la presión tributaria en México (1.3 puntos porcentuales del PIB) y en el istmo centroamericano, Haití y República Dominicana (0.6 puntos). Los ingresos tributarios se incrementaron en todos los países de este grupo. En cambio, en América del Sur bajaron 0.4 puntos, registrándose reducciones en seis de los ocho países con información disponible.

En el norte de la región, un factor clave del buen desempeño tributario fue el fortalecimiento de la recaudación del impuesto sobre la renta. En México la recaudación de ese gravamen registró un alza de 0.8 puntos, debido, sobre todo, a una mayor cantidad de contribuyentes –especialmente de personas físicas, cuyo número se duplicó durante el año–, aunque también se incrementaron los pagos del impuesto, de acuerdo con el mayor dinamismo del mercado interno. En particular, se registró un aumento importante de los pagos de las industrias manufactureras, reflejando en parte el alza de los volúmenes exportados a Estados Unidos durante el año.

El dinamismo latente de la demanda interna en el istmo centroamericano y la evolución favorable de los términos de intercambio incidieron en aumentos de la recaudación del impuesto sobre la renta, los que impulsaron los ingresos tributarios totales en Honduras (1.4 puntos), Nicaragua (0.7), El Salvador (0.5) y Costa Rica (0.3). En Guatemala el alza de la recaudación de este impuesto (0.4) compensó con creces la caída del IVA, de modo que los ingresos tributarios se elevaron 0.2 puntos. En la mayoría de los países del istmo centroamericano la recaudación del IVA aplicado a los productos importados cayó, debido a la baja del precio internacional del petróleo crudo, aunque en varios casos esa reducción fue compensada con el aumento de la recaudación interna.

Por su parte, en América del Sur los ingresos tributarios disminuyeron sustancialmente, en consonancia con la desaceleración de la actividad económica. En Brasil la recaudación tributaria se redujo 0.2 puntos, aunque es importante destacar el alza de 0.4 puntos de la recaudación del impuesto sobre la renta debido a la amnistía tributaria por activos no declarados en el exterior, que originó un ingreso de alrededor de 0.8 puntos; la recaudación de los demás impuestos bajó 0.6 puntos. En cambio, en Argentina, a pesar de una caída importante de los ingresos provenientes del ISR respecto del PIB (un punto), los ingresos tributarios aumentaron 0.2 puntos.

La evolución negativa de los ingresos tributarios en América del Sur también se debió a la caída continua de los precios internacionales del petróleo crudo y de los minerales y metales, cuya evolución repercutió en los ingresos públicos asociados con su explotación. En Colombia, las entradas tributarias cayeron 0.7 puntos, reflejando en parte el hecho de que los ingresos petroleros del gobierno central fueron casi nulos como resultado de la pérdida declarada por Ecopetrol en 2015. En Perú, aunque la recaudación del impuesto sobre la renta del sector extractivo se redujo a la mitad (de 0.4 a 0.2 puntos), la caída de los ingresos tributarios (1.1 puntos) se explica principalmente por el lento crecimiento de la recaudación del IVA y el aumento de las devoluciones de este impuesto.

En Chile la recaudación tributaria disminuyó 0.2 puntos debido al desplome de los ingresos provenientes de la minería privada, y en Ecuador cayeron por el impacto negativo del ciclo económico y la devastación causada por el terremoto de abril de 2016. En América de Sur, sólo Uruguay reportó aumento.

Las rebanadas del pastel

El gobierno peñanietista mantiene (cómplice) silencio sepulcral en torno al asesinato de periodistas; 30 de ellos han sido ejecutados en lo que va del sexenio. Eso sí, por discursos no para: el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, afirma que el mecanismo de protección a periodistas será sometido a revisión para fortalecerlo, aunque reconoce que tal instancia no tiene presupuesto de operación para este año, lo cual impide ampliar su alcance ante situaciones de riesgo. Caradura.

Twitter: @cafevega