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Astrónomos descubrieron indicios de escombros de cuerpos celestes en un sistema solar doble

Hallan evidencia de planetas rocosos como Tatooine, de La guerra de las galaxias

Los científicos hicieron la comparación en un artículo publicado por Nature Astronomy

 
Periódico La Jornada
Martes 28 de febrero de 2017, p. 3

Londres.

Un grupo de astrónomos descubrió indicios de escombros planetarios en un sistema solar doble situado a mil millones de años luz de la Tierra, lo que probaría la posible existencia de planetas rocosos en estos sistemas, según publicaron ayer los investigadores en la revista Nature Astronomy.

La noticia recuerda al planeta ficticio Tatooine, de La guerra de las galaxias, que tiene dos soles, Tatoo I y Tatoo II.

La formación de planetas rocosos en torno a dos soles es un reto, ya que la fuerza gravitatoria de ambas estrellas puede tirar y arrastar con fuerza, y evitar que el polvo y las rocas se acumulen hasta formar planetas, explica en un comunicado el investigador principal Jay Farihi, del Colegio Universitario de Londres.

Hasta ahora todos los planetas conocidos en sistemas solares dobles eran gigantes gaseosos, parecidos a Júpiter, formados en la parte más exterior del sistema.

Los científicos compararon su descubrimiento con el planeta de Luke Skywalker, aunque hay diferencias significativas. La más importante es que los investigadores no atisbaron ningún planeta, sino indicios de material cuya composición química indica que podría ser de asteroides y trozos de roca similares, a partir de los cuales podrían formarse planetas rocosos. El sistema doble investigado está compuesto por una enana blanca y una enana marrón. El equipo de Farihi investigó la enana blanca, SDSS 1557, remanente estelar generado a partir de los restos de otra estrella, y descubrió que iba acompañada por una enana marrón.

Estas últimas son soles fracasados, cuerpos que no tienen la masa suficiente para mantener continuas fusiones nucleares de hidrógeno en su interior. En este caso se trataba de una enana marrón con 60 veces más masa que el planeta Júpiter.

Los investigadores observaron ingentes toneladas de material caídas sobre la enana blanca y detectaron señales de elementos químicos como silicio o magnesio, de los que están compuestos planetas rocosos y asteroides.

La cantidad de material depositado equivale a un asteroide de al menos 4 kilómetros de diámetro. “Conocemos miles de sistemas binarios como el de SDSS 1557, pero es la primera vez que observamos restos e impurezas de asteroides”, apunta el coautor del estudio Steven Parsons, de la Universidad de Sheffield.

“El hallazgo de restos de asteroides en el sistema SDSS-1557 da marcas claras de formación de planetas rocosos por la vía de grandes asteroides, lo que nos ayuda a entender cómo se forman exoplanetas rocosos en sistemas solares dobles”, añade Farihi.