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‘‘Operación militar’’
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 24 de febrero de 2017, p. 3

Washington.

El presidente Donald Trump caracterizó los recientes esfuerzos para detener y deportar a inmigrantes indocumentados como ‘‘una operación militar’’ y comentó que la relación con México podría ser buena o no, al imponer los intereses de Estados Unidos sobre el país vecino en el ámbito comercial y migratorio.

En el mismo momento en que sus secretarios de Estado y Seguridad Interior, Rex Tillerson y John Kelly, respectivamente, se encontraban reunidos con sus contrapartes en México, Trump abordó la relación bilateral en una reunión en la Casa Blanca con decenas de ejecutivos del sector manufacturero estadunidense.

Aunque el tema no era México, Trump abordó el asunto de la migración al hablar de la relación comercial y económica con el país vecino, y rompiendo el hilo del enfoque económico señaló que, ‘‘de repente, por primera vez estamos sacando (del país) a integrantes de pandillas, expulsando jefes del narcotráfico, estamos sacando a unos tipos (dudes) verdaderamente malos de este país, y a un ritmo que nadie ha visto antes’’.

Felicitó a Kelly por el trabajo del Departamento de Seguridad Interior para deportar inmigrantes ‘‘ilegales’’ y asegurar la frontera. ‘‘Es una operación militar’’.

Continuando con el tono bravucón, Trump afirmó que los inmigrantes indocumentados son la fuente de mucha de la violencia de pandillas’’, y advirtió que son ‘‘duros y fuertes, pero no tan fuertes como nuestra gente; entonces los estamos sacando’’. Agregó en otro momento que ‘‘las drogas fluyen como agua a través de la frontera… eso no lo podemos permitir’’.

El magnate continuó atribuyendo el narcotráfico y el crimen violento a los indocumentados. Aparentemente se refería a los memorandos emitidos esta semana, que detallan el giro dramático en las políticas de control migratorio al ampliar la definición de ‘‘extranjeros criminales’’ sujetos a deportación a casi todo el universo de los poco más de 11 millones de indocumentados que se calcula están en este país.

A la vez, se supone que también estaba haciendo referencia a una serie de acciones en 11 estados realizadas por las autoridades migratorias, donde fueron detenidos más de 680 inmigrantes indocumentados hace un par de semanas.

Poco después, el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, explicó que su jefe empleó el término ‘‘operación militar’’ para describir la manera en que fueron realizadas estas redadas y no que estuvieron participando militares.

Sobre el aspecto de la relación económica con México, Trump reiteró que desde la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) Estados Unidos ha perdido un tercio de los empleos manufactureros en este país y tiene un déficit comercial ‘‘insostenible’’ de casi 70 mil millones de dólares con el país vecino (no mencionó a Canadá en este contexto).

‘‘Vamos a tener una buena relación con México, eso espero. Y si no, pues no’’, comentó ante los empresarios, pero insistió en que no puede continuar una relación así como está. Ante ello, dijo que le comentó a Tillerson que su visita a México sería ‘‘un viaje difícil, porque tenemos que ser tratados justamente por México’’.

Trump afirmó: ‘‘Estoy cumpliendo con todo lo que dijimos. De hecho, la gente está diciendo que nunca ha visto ocurrir tantas cosas en 30 días de una presidencia. Hemos cumplido y con mucho’’, incluyendo uno de los temas centrales de la campaña: regresar la manufactura a Estados Unidos y crear empleos de alta remuneración. Indicó que un enfoque es lograr frenar el flujo de empleos manufactureros a México, y ofreció algunos ejemplos de empresas que han decidido no trasladar operaciones y empleos al país vecino.

El otro país que mencionó como amenaza económica para Estados Unidos fue China. No se sabe si los secretarios de Estado y de Seguridad Interior se habían enterado de las declaraciones de su jefe en Washington, no tan sintonizadas con las suyas en México.

Antes y después de las palabras de Trump sobre la relación con México, ‘‘buena o mala’’, aparentemente eso no importa; su vocero Sean Spicer las caracterizó positivamente.

El miércoles calificó la relación bilateral más deteriorada en décadas de ‘‘fenomenal, ahora mismo’’. Este jueves resaltó el ‘‘diálogo increíble y robusto entre nuestras dos naciones’’, agregando que era una relación ‘‘muy saludable’’ con el gobierno mexicano, y que los funcionarios mexicanos ‘‘se harían eco de ese mismo sentimiento’’.