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Balance de la Jornada

El plan B

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Los jugadores aceptaron posar juntos en el partido entre Estados Unidos y MéxicoFoto Afp
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l seleccionador Juan Carlos Osorio tiene su plan alterno; dice que aprendió la lección y que, al menos mientras él lleve las riendas del Tri, México no volverá a caer por un calamitoso 7-0. Pero, ¿tiene la Federación Mexicana de Futbol (FMF) su propio plan B para no llenar sus arcas exclusivamente a costa de la afición radicada en Estados Unidos?

Ciertamente puede no pasar nada adverso en el gobierno de Donald Trump, quizá las cosas sigan igual –como aseguran muchas voces tranquilizadoras–, pero más vale estar prevenidos con un proyecto alternativo. Entre la gente de pantalón largo del futbol mexicano hay nerviosismo, prueba de ello fue la foto que dio la vuelta al mundo.

La imagen en el Mapfre Stadium con los jugadores estadunidenses y mexicanos posando intercalados, confirmando que el deporte no conoce de muros, odios y que reprueba el racismo, surgió a iniciativa de los federativos tricolores, y aunque la desdeñó Sunil Guliati, titular del balompié estadunidense, finalmente los 22 futbolistas la acataron de buena gana.

Tienen motivos de preocupación los federativos Decio de María, Enrique Bonilla y los dueños de equipos, quienes han permitido que la economía del futbol mexicano dependa en importante medida de los ingresos obtenidos en Estados Unidos con los partidos moleros, protagonizados por diversos clubes y por la selección.

La empresa estadunidense Soccer United Marketing (SUM), junto con la FMF, saca tajada de la nostalgia de los paisanos radicados allá. Los mantiene unidos un jugoso contrato que con audacia hurga en la búsqueda de nuevas plazas para expandir esos partidos grises e intrascendentes, pero que concitan a gente apasionada hasta el fervor.

Apenas en octubre estrenaron Tennessee con el partido México-Nueva Zelanda, y en la próxima gira, el 8 de febrero de 2017, conquistarán Las Vegas con el choque amistoso ante Islandia. Qué bueno que se pactó ese encuentro antes de que el equipo sensación de Europa, con más volcanes que jugadores profesionales, se cotice mejor.

SUM, que por ahora no está bajo la lupa de los allegados a Trump, no necesita hacer las grandes inversiones para ganar dinero fácil y seguro, pues ¿para qué llevar a Brasil, Argentina, Italia o España si el éxito está garantizado con otras selecciones de menor alcurnia? A la mencionada empresa no se le escapó el equipo de Chivas, al que también promueve.

Los federativos mexicanos no han tenido las agallas para exigirle un poco de sacrificio económico y concertar partidos contra los grandes –por lo menos cada tres juegos un rival de postín, por ejemplo–; esos serían los ensayos que nos acercarían al mítico quinto partido.

Si en el futuro se restringe este lucrativo pacto SUM-FMF, o si deciden imponer algún tipo de impuesto desorbitado a los clubes que con frecuencia van a jugar a aquel país en un fenómeno que no se da en otra parte del planeta, seguramente habrá problemas para un futbol que sobrevive enquistado en territorio ajeno.

La situación tras las elecciones del 8 de noviembre que mantiene en zozobra a los millones de latinos radicados en el vecino país del norte también puede incidir en el aforo en los estadios donde se presente el Tri, pero si no pasa nada, a nadie le afecta un plan B.

Es el momento para trabajar en alternativas e impulsar un torneo en el que parece haber pasado la euforia de las liguillas, en el que sólo Tigres y Monterrey se pueden dar el lujo de vivir de su taquilla. Los equipos que no están respaldados por emporios tienen un pie en el abismo, como Chiapas, que tiene un vergonzoso adeudo con sus jugadores.

El Tri de Juan Carlos Osorio inició bien el hexagonal con buen primer tiempo e importante victoria. El técnico colombiano ha hecho buena dupla con Rafael Márquez, quien cuando no está en el campo de juego ubicando y ordenando, está en la banca asesorándolo. El viernes le resolvió el partido ante el equipo de las barras y las estrellas.

Hacia el minuto 88, Osorio y todos estaban conformes con el empate, disponiéndose a salir más que satisfechos con un punto en la bolsa, pero el capitán, quien con la selección solía hacerse expulsar en los momentos importantes, esta vez, en efecto, cambió la historia y se vistió de héroe con ese cabezazo que congeló Columbus.

Pasada la euforia espera otro serio contrincante, en la visita a Panamá, donde no se gana desde 2001, pero todo indica que Osorio trae en la mano el trébol de cuatro hojas. Andrés Fassi dio la nota más impactante el martes en la ceremonia del Salón de la Fama, no fue algo para celebrar, pues confirmó que México no irá más a la Copa Libertadores.