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Penultimátum

Vicisitudes de una colección

E

n febrero de 1993 Irina Chtchoukine, hija del coleccionista ruso Serguei Chtchoukine (Moscú, 1854-París, 1936), pidió a los tribunales de la capital francesa que desmontaran 25 obras de la exposición que el Centro Pompidou dedicaba al pintor Henri Matisse, así como la retirada del catálogo. Alegó tener derechos sobre ellas, pues pertenecieron a la colección de su padre. Los tribunales desecharon la demanda.

Chtchoukine fue un rico industrial de la época zarista que hizo fortuna, entre otras actividades, en el campo textil. Bien asesorado, logró formar una de las colecciones de arte más importantes del mundo, con 258 obras de pintores impresionistas y posimpresionistas franceses, rusos y europeos. También fue mecenas de algunos de ellos. Por decreto de Vladimir Lenin fueron nacionalizados a finales de 1918, tras el triunfo de la revolución socialista. Sergei tuvo que emigrar con su familia, primero a Alemania y finalmente a París.

No pocas vicisitudes tuvo su colección en manos del régimen soviético antes de quedar como parte de los museos Pushkin, de Moscú, y el Ermitage, de San Petersburgo. Stalin sugirió en 1948 distribuirla por toda Rusia o de plano destruirla, pues era una muestra del peor arte burgués. Por fortuna, su opinión no fue escuchada.

Ahora la parte esencial de la colección se exhibe en las salas de la Fundación Louis Vuitton, magna obra arquitectónica diseñada por Frank Gehry. Icons of Modern Art (Íconos del arte moderno) es el título de la exposición, la cual permite adentrarse en los gustos estéticos de un personaje que fue capaz de descubrir a la mayoría de los pintores franceses que se convirtieron en los primeros maestros del arte moderno. Es, además, una forma de rendir homenaje al Shchukin visionario y coleccionista.

Gracias a la contribución de los museos Hermitage y Pushkin se pueden admirar 160 obras maestras, entre las que sobresalen 13 de Gauguin, 52 de Matisse (entre ellos las de rojo intenso que tanto admira Francisco Toledo), 15 de Picasso, además de Monet, Cézanne, Rousseau, Degas, Renoir, Toulouse-Lautrec y Van Gogh.

Shchukin comenzó a integrarse en el entorno de las artes parisinas a finales del siglo XIX. Fue acérrimo defensor de los movimientos impresionistas, posimpresionistas y modernos. Su colección de obras abarca de 1890 a 1914.

Esta gran muestra de pintura es uno de los actos más destacados del Año Francia-Rusia Turismo Cultural. Se le considera la más importante presentada en París en muchos años. La Fundación Vuitton pertenece al magnate Bernard Arnault, coleccionista y dueño en Venecia de otro museo de arte contemporáneo.