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Escucharía sus posturas, no para mediar, señala Coppola

Nuncio, dispuesto a reunirse con miembros de la diversidad sexual

Hay que excluir del ministerio pastoral a pederastas y ayudarlos a curarse

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Franco Coppola, durante la 102 asamblea plenaria espiscopalFoto Jair Cabrera
 
Periódico La Jornada
Martes 8 de noviembre de 2016, p. 16

En vísperas de que la Cámara de Diputados discuta la propuesta de matrimonio igualitario, el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, señaló que está dispuesto a reunirse con integrantes de la diversidad sexual, pero no en calidad de mediador, sino para escuchar su posición. Dijo que sólo en los países fallidos se llama a alguien del extranjero para ser mediador, pero no es el caso de México.

Yo no tengo ningún problema en recibir a todos, incluso a los representantes o personas que encarnan estos intereses; no tengo ningún problema. Escucho y aprendo de todos, y también de ellos (gays). Yo puedo recibirlos, pero no como mediador que va a escuchar a unos para después escuchar a otros y encontrar la solución. Si ellos quieren hacerme ver, comprender mejor su posición, claro me interesa mucho.

Las marchas no son la salida

En conferencia de prensa con motivo del comienzo de la 102 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el representante del Vaticano en México dijo en relación con ese tópico que no es bueno para el país confrontarse y precisó que no es con encuestas ni con marchas como se puede resolver la situación, sino con un diálogo desprovisto de ideologías, pues recordó que éstas, durante el siglo pasado, causaron mucho mal y fueron la base de conflicto y desilusión para muchas personas.

Tras señalar que el debate ha expuesto que existen personas que no se sienten apreciadas, que no gozan de todos los derechos que deberían, dijo que no es momento para palabras groseras e insultos; más bien hay que comprenderse, tomar una decisión mexicana, una determinación adaptada al país.

Subrayó que las partes tienen que sentarse en una mesa y hablarse; comprender todas las implicaciones que tienen las medidas; también llamó a reflexionar sobre las consecuencias que tiene la iniciativa de reforma constitucional.

Sobre la pederastia clerical dijo que es una enfermedad y un delito y que los religiosos que la han cometido incurrieron en una traición a su ministerio. Reveló que en poco más de un mes que lleva en México ha recibido cartas sobre tres casos de sacerdotes abusadores de niños. A estas acusaciones se les ha dado curso, señaló. En primera instancia se ha consultado sobre los casos a los obispos y arzobispos responsables de las diócesis en donde se reportan los casos. Dijo que uno de ellos es en Oaxaca.

Agregó que la Iglesia católica se ha dado cuenta de que esta situación no está relacionada con las circunstancias que propician este ilícito, por lo que dijo que no se debe trasladar a los religiosos pederastas de diócesis e insistió en que deben ser excluidos del ministerio.

Es un grave problema, gravísimo, porque es exactamente lo contrario de nuestra misión (...). Cuántas veces delante de un problema pensamos que son las circunstancias, son las ocasiones; entonces se cambia a la persona, para ver si en otras circunstancias y con otras personas puede reaccionar diferente. Desde hace unos años la Iglesia, agregó, está consciente de que no es una cuestión de este tipo; “es una enfermedad y es un delito; entonces hay que proteger a los menores de estas personas que traicionan completamente su misión.

Hay que excluir del ministerio pastoral a estas personas, y si es posible ayudarlos a curarse, a salir de esa enfermedad.

Manifestó que fue enviado por el papa Francisco a un país grande y complejo y que no sólo México tiene problemas. Lo importante, apuntó, es no cerrar los ojos, escuchar y propiciar el diálogo.

Antes, el nuncio celebró una misa en la Basílica de Guadalupe en la que agradeció al pontífice por haberme enviado a este país.