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Elecciones en EU

Son la minoría más grande del país: 17% de la población

Los latinos podrían ser salvadores de Hillary
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 5 de noviembre de 2016, p. 3

Nueva York.

Hillary Clinton votó por el muro –el que ya está construido– y ha promovido la deportación de mexicanos y centroamericanos, pero ahora los inmigrantes con derecho al voto –entre ellos familiares de los deportados–, junto con el resto de la gran comunidad latina que siempre ha estado presente aquí (aun antes de la llegada de los anglos), podrían ser los salvadores de su campaña y llevarla a la Casa Blanca.

Los latinos son la minoría más grande de este país (suman más de 55 millones, 17 por ciento de la población total, según el censo) y son el bloque del electorado de mayor crecimiento. Frecuentemente son caracterizados como el gigante durmiente en la política electoral estadunidense, pero este año, ante una contienda que está virtualmente empatada, podrían ser el muro que divida entre el triunfo o la derrota de la demócrata.

En una elección con los dos candidatos más repudiados en la historia moderna, su voto no será motivado por el apoyo a ella, sino para derrotar al candidato más antimigrante, xenófobo y racista de tiempos recientes. Encuestas de esta semana indican que Clinton goza de una ventaja de más de 50 puntos frente a Donald Trump entre el electorado latino.

Según algunos cálculos, en el voto adelantado la participación de latinos se está incrementando en comparación con los pasados ciclos electorales. En Florida más latinos votaron de manera adelantada que durante 2012, de acuerdo con la campaña de Clinton. Esto es resultado del éxodo de miles de puertorriqueños, producto de la crisis económica de la isla.

Frente a un candidato republicano que arrancó su campaña denunciando a inmigrantes mexicanos como criminales y violadores, que prometió deportar a unos 11 millones de indocumentados y construir un muro a lo largo de la frontera, nutriendo así un clima antimigrante y por extensión antilatino, organizadores comunitarios, sindicalistas y organizaciones de defensa de derechos civiles –junto con artistas, intelectuales y medios tanto latinos como anglos– han promovido el empadronamiento y ahora la promoción del voto de un electorado latino cuya tasa de votación es menor que el promedio.

Antonio González, presidente del Instituto William C. Velazquez en Los Ángeles y San Antonio, quien es un veterano organizador del voto latino, comentó a La Jornada: En los estados claves el voto latino será sin precedente, el electorado latino esta hipermovilizado. Entre los estados con presencia latina que pueden determinar el resultado nacional están Florida, Nevada, Colorado y Arizona. Más de 40 por ciento del electorado latino nacional está concentrado en dos estados que no están en disputa: California, que está asegurado para los demócratas, y Texas, que por ahora está en manos de los republicanos.

González informó que su instituto (http://wcvi.org/index.html) proyecta un incremento de 25 por ciento tanto en empadronamiento como en participación electoral de los latinos en comparación con el ciclo electoral presidencial previo, y de entre 15 a 20 por ciento a escala nacional. Calcula que habrá entre 15 y 16 millones de latinos empadronados, y que hasta 14 millones emitirán su voto.

¿Podremos salvar a Hillary? No se sabe, pero el voto latino está participando más, ya que por ahora el voto afroestadunidense y el de los jóvenes participan a niveles inferiores que hace cuatro años, indicó González. Aproximadamente un tercio del voto latino empadronado es de inmigrantes, el resto es de ciudadanos latinos nacidos aquí.

En estados como Nevada y Colorado organizaciones locales subrayan la movilización política. La candidatura de Trump y el clima que ha creado agudizan la importancia y la naturaleza de esta elección para los latinos, indicó Ivanna Cancela, directora política del sindicato más poderoso de Nevada –el de los trabajadores culinarios, que representa a los empleados de los casinos y los hoteles–, en entrevista con el Washington Post.

Sobre niños y mensajes

Arizona, un estado que siempre vota republicano, que fue encabezado por una gobernadora que impulsó la medida más antimigrante del país, y hogar del famoso sheriff Joe Arpaio, podría estar en juego por primera vez en gran parte por la creciente organización y participación latina. Clinton visitó el estado por primera vez en la campaña esta semana, y su compañero de fórmula para la vicepresidencia, el senador Tim Kaine, ofreció un discurso totalmente en español ahí el jueves (Kaine aprendió español cuando hizo trabajo voluntario con los jesuitas en Honduras durante su juventud).

Pero algunos ciudadanos recuerdan que Clinton, como senadora, votó por fortalecer la frontera con mayores obstáculos físicos, que incluyen la extensión de bardas, que ahora están a lo largo de más de mil kilómetros, así como más agentes y equipo de control de la Patrulla Fronteriza. También recuerdan que cuando fue secretaria de Estado justificó las medidas para reducir el flujo de menores de edad no acompañados, afirmando que el retorno de esos menores era necesario para disuadir a los que deseaban llegar y por tanto se tiene que enviar un mensaje.

Durante las elecciones primarias su contrincante Bernie Sanders la criticó por esto, afirmando que no se usa a niños para enviar mensajes.

Sin embargo, ante la amenaza de Trump, existe un amplio y diverso esfuerzo para invitar a los latinos a votar masivamente. Hasta esfuerzos de indocumentados: en una publicidad llamada Mi voto es su voz, jóvenes conocidos como Dreamers exhortan a todos a votar por aquellos que no pueden para proteger a todos ante la ofensiva antimigrante (https://www.youtube.com/watch?v=tCl3uaA9TD4&feature=youtu.be).

A este esfuerzo se han sumado artistas y figuras con influencia en el mundo latino estadunidense a través de corridos y videos (https://www.youtube.com/watch?v=9QgAPh_yyVs&feature=youtu.be), y se ha multiplicado la propaganda electoral bilingüe en todos los medios.

El New York Times publicó un editorial en inglés y español, a principios de octubre, titulado A votar, donde afirma que si ha habido un año imprescindible para que los latinos en Estados Unidos ejerzan su derecho al voto, ese es 2016. Subraya que están cambiando el futuro de Estados Unidos en aulas, lugares de trabajo y barrios. Solo es cuestión de tiempo para que su huella en el sistema político del país se ajuste a sus contribuciones en otras esferas. Ese momento deber ser ahora.

Por ahora, los latinos son la vanguardia de un cambio demográfico dramático en este país, el cual se estará expresando políticamente cada vez más. Entre 1980 y 2012 –el más reciente ciclo electoral– el voto de las llamadas minorías, o sea el sufragio no blanco se incrementó de 12 a 28 por ciento.