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Hubo afectaciones a los ecosistemas, a la población y socioeconómicos, sostiene

Emite UNAM informe sobre los daños por el derrame de tóxicos en Sonora

Falso, que Grupo México haya atendido y corregido todos los perjuicios, señala

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Brigadas de limpieza del gobierno federal y estatal en el río SonoraFoto Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de octubre de 2016, p. 36

El Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emitió el informe Las evidencias de las afectaciones a la integridad funcional de los ecosistemas del río Bacanuchi y el río Sonora por el derrame de la mina Buenavista del Cobre: avances del diagnóstico ambiental, el cual señala la existencia de daños a los ecosistemas, a la población y socioeconómicos, los cuales no reparó ni indemnizó la empresa.

La investigación encontró que persisten evidencias de daños ambientales por el mayor derrame de tóxicos ocurrido en la historia del país (40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico) en tres subsistemas de la zona: el abiótico (el agua superficial y subterránea, suelo, sedimentos y partículas suspendidas), en el biótico (flora, fauna silvestre y doméstica) y en todas las actividades productivas.

Recalca que 15 meses después del desastre ecológico que protagonizó la minera de Grupo México, del empresario Germán Larrea, en los muestreos realizados en agua superficial se observaban concentraciones de aluminio, hierro y manganeso que rebasan los límites permitidos por la NOM-127-SSA1-2000, lo que sugiere la exacerbación de un problema crónico regional por el derrame.

En las 7 mil 500 muestras que tomaron en mil 580 sitios de los afluentes señalados, los expertos de la máxima casa de estudios detectaron concentraciones de metales pesados mayores en el suelo y sedimento del río Bacanuchi a un año y seis meses de haber ocurrido el derrame, y afectación adversa al hábitat acuático, que se manifiesta en el cambio de la estructura poblacional de especies de peces endémicas y amenazadas en todos los ríos de la zona, pues a un año del suceso hay ausencia de estadios juveniles de los mismos. Asimismo, las afectaciones llegaron hasta la presa El Molinito.

De igual manera hay alta mortalidad de árboles ribereños sobre el arroyo Tinaja Uno, 13 kilómetros al sur, un año después del suceso que generó esta empresa de Grupo México, la cual ha asegurado que se atendieron y corrigieron todos los daños. Esto, según la investigación, es falso.

El informe contiene datos técnicos: información de muestreos que fueron enviados a laboratorios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y EMA, y geomorfología de los ríos: análisis geoestadístico, entre otros.

También se tomaron muestras en peces, fauna terrestre, flora intestinal, vegetación, entorno socioeconómico y los afluentes, desde el represo Tinajas hasta Hermosillo.

El documento recalca que una de las mayores afectaciones encontradas en el entorno socioeconómico son las concentraciones de metales en lácteos y en frutas y verduras producidos en la zona.

El Instituto de Ecología puntualiza que, en términos de la Ley de Responsabilidad Ambiental, los resultados de la investigación constituyen un conjunto de datos, que de manera clara y manifiesta, demuestran la existencia de daños a los recursos naturales, los ecosistemas, las condiciones químicas, física y biológicas de los ríos Bacanuchi y Sonora por el derrame.

También expone que hay daños indirectos a los ecosistemas y los pobladores por la exposición a elementos tóxicos provenientes de las sustancias derramadas por Buenavista del Cobre, a consecuencia de los procesos de bioacumulación de metales pesados en las zonas afectadas, y concluye que el cambio en las condiciones químicas de los hábitat, ecosistemas y servicios ambientales tendrán efectos negativos a mediano y largo plazos en los cultivos, las zonas de pastoreo y los poblados de esta área.

El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, señaló en conferencia de prensa de octubre de 2014 que ya están libres de contaminación los ríos Sonora y Bacanuchi, y sostuvo que la producción de alimentos en esa entidad era segura para su consumo, incluyendo verduras y ganado.