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México SA

Nuevo máximo: 19.56

Oxígeno para Pemex

SHCP: sólo la fachada

E

l ajuste (léase devaluación) de la moneda mexicana avanza como la humedad y los fontaneros de la Comisión de Cambios (Hacienda-Banco de México) de plano no pueden contenerla. Ayer el billete verde se vendió a 19.56 pesos (en Bancomer cerró en 19.62), casi 51 por ciento más que al comienzo del gobierno peñanietista.

Así, el tipo de cambio peso-dólar registra un nuevo máximo histórico, y lamentablemente todo apunta a que ni de lejos será el último. Desde el arranque sexenal la autoridad financiero-monetaria prometió estabilidad en la paridad de la moneda, pero más tardó en hacer público su compromiso que la realidad en masacrar a la divisa nacional. Preparaos, pues, que la volatilidad pasajera llegó para quedarse.

Ya entrados en las malas noticias que sí se cuentan, y cuentan mucho, el Banco de México advirtió ayer que la pérdida de dinamismo de la economía mexicana se dejó sentir en todas las regiones del país; incluso, en la centro-norte, donde se asienta parte de la industria automotriz, se observa una notoria desaceleración, mientras el norte y el sur acusan caídas en su producción (La Jornada, Roberto González Amador).

En su Reporte sobre las economías regionales, correspondiente al segundo trimestre del año, el Banco de México advierte que en ese periodo la actividad económica del país presentó una contracción debido, fundamentalmente, a que el sector terciario frenó su expansión, al tiempo que el sector industrial continuó estancado.

Dentro de la producción industrial, detalla la institución, la actividad manufacturera presentó una contracción, a la vez que el sector de la minería mantuvo una trayectoria decreciente. Por el contrario, la construcción exhibió cierta mejoría respecto al estancamiento que mostró en 2015, y el sector de la electricidad registró una recuperación, luego del menor dinamismo que presentó a finales de 2015 y en los primeros meses de 2016. Por su parte, el sector terciario presentó una notoria desaceleración respecto a lo observado en el trimestre anterior.

La debilidad en los niveles de actividad productiva nacional en el mencionado trimestre, apunta el Banco de México, se reflejó en la mayor parte de las regiones del país, y se estima que en el norte y en el sur se habrá observado una caída en los niveles de producción, luego de la expansión de la actividad que se observó en dichas regiones en el trimestre anterior, a la vez que en la región centro se habrá registrado un estancamiento. Nada que presumir, pues.

Pero también hay de las otras noticias, las buenas, que también se cuentan y cuentan mucho, especialmente para las deterioradas finanzas nacionales, las cuales, a todas luces, no pueden sobrevivir sin la decisiva participación del ingreso petrolero, el cual, a pesar de la decidida acción punitiva de los gobiernos neoliberales en contra de Petróleos Mexicanos, mal que bien no deja de fluir.

Con todo y las oportunas advertencias (más de dos décadas atrás) en torno a la urgencia de invertir más y mejor en la industria petrolera, y evitar a toda costa la práctica de asfixiar financieramente a Pemex (Hacienda exprimió y exprimió hasta dejarla en el suelo), los seis gobiernos neoliberales no dejaron títere con cabeza y reventaron a la otrora gallina de los huevos de oro negro. Lejos de invertir en ella, de cuidarla y procurarla, le sacaron hasta el último centavo y la obligaron a endeudarse hasta la coronilla para enterarla más. Y allí están los resultados.

Pero en el agitado mar de las noticias petroleras, ayer la ex paraestatal divulgó una excelente, que sin duda alguna le aportará un tanque de oxígeno de muy buen tamaño y le permitirá tapar una serie de compromisos financieros y así salir del hoyo al que fue empujada por el rumbo correcto de los gobiernos neoliberales.

No se trata de un nuevo Cantarell, pero sin duda permitirá incrementar la producción de crudo (que ha caído a niveles no registrados desde 1980, cuando López Portillo se frotaba las manos para administrar la abundancia), amén de que en su totalidad el ingreso terminará en las arcas de Pemex (alrededor de 300 millones de dólares adicionales). Además, confirma que México puede mantenerse como potencia petrolera, siempre y cuando no masacren, como hasta ahora, al principal activo económico del país, es decir, la propia empresa productiva del Estado.

La información de la ex paraestatal dice así: Petróleos Mexicanos descubrió dos yacimientos de crudo súper ligero en aguas profundas y cuatro de crudo ligero en aguas someras, lo que confirma el potencial petrolero de las provincias geológicas del Golfo de México. Las exitosas exploraciones desarrolladas por técnicos de Pemex forman parte del objetivo estratégico de nuestra empresa de incrementar el inventario de reservas con criterios de sustentabilidad y costos competitivos.

En el Cinturón Plegado Perdido se perforó el pozo Nobilis-1, a 220 kilómetros de la costa tamaulipeca, con un tirante de agua de 3 mil metros y una profundidad total de más de 6 kilómetros. El objetivo se cumplió plenamente al descubrirse dos yacimientos de crudo con densidad mayor a 40 grados API, en el flanco oriental del campo Maximino.

El principal yacimiento de Nobilis podría alcanzar una producción diaria de 15 mil barriles, y con base en los estudios realizados se estiman reservas totales 3P (probadas, posibles y probables) que oscilan entre 140 y 160 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

El pozo Teca-1, a 30 kilómetros de la costa entre Veracruz y Tabasco, con un tirante de agua de 44 metros, resultó exitoso al descubrir crudo ligero así como gas condensado. Las reservas totales 3P se estiman entre 50 y 60 millones de petróleo crudo equivalente. El rango de profundidad en la corteza marina de dicho pozo se ubica entre 2 mil 750 y 3 mil 400 metros y podría producir alrededor de 7 mil barriles por día.

En 2017 Pemex planea perforar 30 pozos exploratorios, y considerando el entorno de bajos precios del petróleo las inversiones se enfocarán a las áreas con mayor probabilidad de encontrar hidrocarburos líquidos, es decir, las de mayor rentabilidad.

Las rebanadas del pastel

La buena es que por primera vez una mujer ocupa la Subsecretaría de Hacienda (Vanessa Rubio Márquez, que pasa al puesto de Fernando Aportela); la mala, que se estrena con el mismo discurso desgastado y hueco de que vamos muy bien, mientras a otros países les va peor. Entonces, la idea gubernamental es pintar la fachada, aunque la estructura esté podrida.

Twitter: @cafevega