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Los maestros deben ser actores, no objetos a cambiar, expresan

La reforma, rumbo al fracaso, pues fue dictada por la OCDE: académico
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de septiembre de 2016, p. 10

Al emprender una reforma educativa se debe tener claro que la génesis de la escuela pública es formar integralmente al ser humano. Por ello, cualquier modificación en la materia debe orientarse hacia esa vocación.

Fernando M. Reimers, coordinador de la Iniciativa Global de Innovación Educativa de la Escuela de Graduados de Harvard, aseveró que la educación no sólo debe instruir a las personas, sino dotarlas de valores, de capacidad de conocerse a sí mismas, de hacerse cargo de su propia vida y de crear capacidades para colaborar con los demás, escucharse, llegar a acuerdos y buscar juntos formas de alcanzar objetivos comunes.

El aprendizaje no es la oportunidad para que los niños vayan a la escuela ni sólo invertir muchos recursos. Es asegurar que los estudiantes aprendan algo que valga la pena.

Al participar en el ciclo Conversaciones a fondo: nuevo modelo educativo en México, oportunidades para el aprendizaje en el siglo XXI, organizado por el Fondo de Cultura Económica, el especialista internacional aseveró que por ello una reforma educativa debe, entre otras cosas, ordenar el uso de los recursos destinados al pago del magisterio, impulsar contenidos que sirvan para que los niños en verdad aprendan, y seleccionar y formar a los docentes con base en sus capacidades.

Parte de ello lo hace la reforma educativa impulsada por la Secretaría de Educación Pública. Particularmente celebró que establezca que el ingreso de estos profesionales al sistema se dé con base en sus competencias. Aunque indicó que cualquier sistema de evaluación debe ser perfectible.

Manuel Gil Antón, especialista en temas educativos de El Colegio de México, expuso que ante la posibilidad de pérdida del empleo, se corre el riesgo de que la evaluación –parte central de la reforma del gobierno mexicano– sea más un requisito laboral que un instrumento que tenga impacto en la práctica docente.

Criticó varios aspectos de la reforma, como el hecho de que para concebirla las autoridades educativas no hayan dado voz a los profesores. No se les vio como un actor, sino como un objeto a cambiar.

Carlos Ornelas, de la Universidad Autónoma Metropolitana, subrayó que es válido tomar ideas de políticas educativas aplicadas en otras partes del mundo, pero éstas deben ser adaptadas a la realidad nacional.

Las reformas que han tenido cierto éxito es porque (los responsables de la educación) van en su búsqueda. Pero las modificaciones educativas globales que se tratan de imponer desde los organismos internacionales por lo general fracasan. Buena parte de la actual reforma en México, particularmente en lo instrumental, que es donde están los problemas de ejecución, viene de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En el acto también participaron Otto Granados, subsecretario de Planeación de la Secretaría de Educación Pública; Gilberto Guevara, consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, y Gloria Castillo, de Flacso, entre otros.