Cultura
Ver día anteriorViernes 2 de septiembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Se presentó ayer el poemario del Nobel de Literatura ilustrado por el artista visual

Ladera este culmina un proyecto pendiente entre Rojo y Paz

A petición de Pedro Tabernero, director de la colección Poetas y ciudades, retoma un trabajo que en su momento rechazó

Consiste en 40 collages, que dan color y forma a tantos sueños

Foto
En los collages de Rojo no se utilizó Photoshop, para que pudiéramos observar las junturas, las texturas perfectamente diferenciadas, apuntó Vicente Quirarte, quien asistió a la presentación del volumen, al igual que el también escritor Alberto Ruy SánchezFoto Yazmín Ortega Cortés y tomadas del libro
Periódico La Jornada
Viernes 2 de septiembre de 2016, p. 8

Ilustrar la redición del poemario Ladera este, de Octavio Paz, para la colección española Poetas y ciudades, ha permitido al artista visual Vicente Rojo retomar un nuevo proyecto con el premio Nobel de Literatura, colaboración que quedó trunca en algún momento.

Así expresó Rojo en la presentación ayer del volumen en el Centro Cultural de España, en lo que fue su primera aparición pública después del fallecimiento de su hija, la escultora Alma Rojo Cama, el pasado 16 de agosto.

“Mi relación con Octavio Paz comenzó en el lejanísimo año de 1967, cuando precisamente desde India, desde Nueva Dehli, me envió una carta en la que me proponía un proyecto. Me quedé asombrado, porque Paz ya era un gran poeta, mientras yo comenzaba. En su carta decía: ‘nuestras búsquedas se cruzan’, lo que me dejó un poco inquieto; sin embargo, sabía que trabajar con Octavio era muy claro, porque tenía ideas muy concretas de lo que quería hacer.”

El primer libro se llamó Discos visuales (Ediciones Era, 1968). Retomó: Casi al mismo tiempo había leído en una revista un texto de Octavio Paz sobre Marcel Duchamp, entonces le propuse hacer un libro-maleta también con Era.

Ambos libros se hicieron por correspondencia y resultaron trabajos muy gratos para Rojo.

Pasaron dos años, Paz aún no regresaba a México después de haber renunciado como embajador en India; sin embargo, le pidió a Rojo que lo acompañara en otro proyecto.

En ese momento el también diseñador gráfico “no estaba en posibilidades de aceptar y tuve que decir que no, cosa que para Octavio –para ese entonces había cobrado mayor relevancia– significó algo no grato.

Seguimos siendo amigos, colaboramos en algunas cosas, sin embargo, fue hasta hace un par de años que Pedro Tabernero (director de Poetas y ciudades) me invitó a colaborar en este libro que, curiosamente, aparece de nuevo India en nuestra relación.

Según Rojo, su trabajo en Ladera este, consistente en 40 collages, sería del gusto de Paz, porque hubiéramos podido retomar alguno que otro proyecto.

Ladera este es el octavo título de la colección, que recoge libros de poemas ilustrados por primera vez. Le anteceden Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca; Diario de un poeta reciencasado, de Juan Ramón Jiménez; Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre; Fervor de Buenos Aires, de Jorge Luis Borges; El contemplado, de Pedro Salinas; Ocnos, de Luis Cernuda, y Las piedras del Chile, de Pablo Neruda.

De acuerdo con Tabernero, Rojo ha dicho que nunca irá a India, aunque es un país que le ha apasionado, de modo que quería hacer este viaje interior, que no pudo ser físico.

Se decidió por la técnica del collage para dar color y forma a tantos sueños, cuyo resultado está lleno de magia y sensualidad. El tomo recoge trabajo y ensayos de Juan Manuel Bonet, Juan Bonilla, Jacobo Cortines y Juan Gil.

Cuando Vicente Quirarte, miembro de El Colegio Nacional, al igual que Paz y Rojo, inicialmente escuchó del proyecto, desconfié, porque no me gustan los libros de poesía ilustrados.

Sin embargo, “Vicente logró esta difícil conjunción en la que un libro de poemas no está ilustrado, sino que hay una traducción visual, término que se utiliza ahora. Aquí hay un diálogo con las palabras de Paz después de 49 años de aquel primer encuentro que produjo los Discos visuales”.

En los collages de Rojo no se utilizó Photoshop, para que pudiéramos observar las junturas, las texturas perfectamente diferenciadas. Quirarte agregó que es “un libro profundamente sensual. Paz recupera mucho de lo que en su juventud había ya advertido en sus primeros poemas, sus poemas en prosa de Águila o Sol. Es un libro de plena madurez, pero ahora que lo releí hice un ejercicio: vamos a suponer que éste es un libro de un poeta joven, porque Paz siempre se reinventaba y se interrogaba a sí mismo. Es un texto que parece escrito ayer”.

Para Alberto Ruy Sánchez, entre todos los libros de poesía de Octavio Paz hechos en colaboración con algún artista, los de Vicente Rojo tienen un carácter completamente distinto que incluso trasciende la traducción visual. En Ladera este el editor ha tenido “la brillante idea de separar la primera parte de la última: el poema Blanco tiene una unidad por sí mismo, fue publicado como hoja suelta, pero la primera parte nunca había existido como libro aparte, sólo en versiones. Pero es la primera vez que la primera mitad de Ladera este, que así se llama dentro del libro, citando hacia el comienzo y citando Blanco, se publica como lo que es: el libro de los titubeos de Octavio Paz, del hombre que está con el pendiente de terminar muchas cosas, de comprender qué pasa allá en Occidente, así como en Oriente, donde él está”.