El proceso electoral en Estados Unidos, donde este año se votará para presidente, se añadió a los riesgos que enfrenta la economía mexicana, advirtió este jueves el Banco de México (BdeM). En previsión de un entorno más complejo, y de una desaceleración de la actividad interna, el banco central reclamó de la Secretaría de Hacienda certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas públicas y contener el crecimiento de la deuda.

En meses recientes, el balance de riesgos para el crecimiento de la economía se deterioró y se añadieron algunos riesgos, se menciona en la minuta de la más reciente reunión de política monetaria del Banco de México, publicada ayer.

En la reunión de política monetaria –realizada el 11 de agosto–, todos los integrantes de la junta de gobierno del banco central, encabezada por Agustín Carstens Carstens, coincidieron en que al estancamiento que se venía observando en el sector industrial –que aporta una cuarta parte del producto interno bruto–, se añadió un freno al crecimiento del sector servicios, como los financieros, telecomunicaciones, turismo, transporte o comercio, que contribuye con alrededor de 65 por ciento de la economía.

La situación económica se complicó por un ambiente de inseguridad para los negocios en ciertas regiones del país.

En ese entorno de desaceleración, el balance de riesgos para el crecimiento se deterioró, de acuerdo con la mayoría de integrantes de la junta. Ello, por la recuperación más débil que la anticipada en la producción manufacturera de Estados Unidos –de la que dependen las exportaciones mexicanas–, un deterioro en la confianza de los agentes económicos en México y la menor producción petrolera.

Entre los riesgos externos, uno de los integrantes de la junta de gobierno del banco central incorporó el proceso electoral en Estados Unidos, donde se realizará elección presidencial en noviembre. La minuta no lo menciona, pero ambos candidatos presidenciales, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, han planteado revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Inquietud por cuenta corriente

Ante los riesgos internos y externos que enfrenta la economía, los integrantes de la junta de gobierno, menciona la minuta, recalcaron la importancia de redoblar el esfuerzo por mantener fundamentos macroeconómicos sanos.

En la minuta se menciona que un integrante de la junta planteó que el deterioro en la cuenta corriente –indicador de las necesidades de divisas del país– ha causado cierta inquietud. Sin embargo, mencionó que el banco central sólo tendría que responder a través de la política monetaria en la medida en que se prevea que se llegarán a percibir riesgos para la inflación motivados por una depreciación del peso (por variaciones en el tipo de cambio si crece la percepción de deterioro en la cuenta corriente). Añadió que esto implicaría riesgos y costos para la economía, que pueden evitarse mediante un ajuste oportuno y de magnitud adecuada de la política fiscal, concentrado en el gasto corriente.

A continuación, la minuta destaca la necesidad de que Hacienda tome medidas, tanto para mantener el compromiso de reducción del déficit fiscal como de la deuda.

Algunos integrantes enfatizaron la necesidad de que las autoridades fiscales proporcionen certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas gubernamentales y el compromiso de dichas autoridades con niveles de endeudamiento público sostenibles, por lo que destacaron que sería deseable contener el crecimiento del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (que incluyen todas las obligaciones de deuda del sector público) en relación al producto interno bruto. Por otra parte, algunos miembros recalcaron que ante los riesgos para la cotización del peso antes mencionados, podría ser necesaria la implementación coordinada de medidas fiscales, monetarias y cambiarias.