Ante las críticas por el nuevo gasolinazo, en vigor desde ayer, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) responsabilizó a la Cámara de Diputados de autorizar una banda de fluctuación de precios de combustibles.

Esa banda, dijo ayer en una amplia rueda de prensa el presidente de ese partido, Enrique Ochoa Reza, está cerca del tope autorizado, hasta 3 por ciento superior respecto al precio de los combustibles en vigor durante 2015, para las gasolinas Magna y Premium, pero todavía está por abajo en diésel.

Cuando a Ochoa Reza se le preguntó si hubo engaño a la población, porque el mensaje que justificó la reforma energética se centró en que ya no habría más aumento a las gasolinas, respondió: Lo que usted busca es una cabeza (de periódico).

El dirigente priísta convocó ayer a una reunión de acercamiento con medios de comunicación, que se realizó en el salón Alfonso Reyes de la sede nacional priísta, acondicionado con mobiliario tipo lounge.

Ante las preguntas respecto de si la reforma energética no funcionó, expuso que en tanto ésta se aplica en su totalidad, lo que debe hacer el gobierno es garantizar el abasto de los combustibles, sujetos a los precios internacionales.

Insistió en que fueron los legisladores los que autorizaron, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2016, que los precios de las gasolinas y el diésel se fijarán a partir de tres variables: el precio internacional, el tipo de cambio y el régimen fiscal.

Señaló que a partir de ello durante este año los combustibles disminuyeron en el precio al público y que el gasolinazo, en vigor desde ayer, representa un ligero aumento, aunque el incremento del litro de Magna pasó de 13.40 a 13.96 pesos (un aumento de 56 centavos), la Premium de 14.37 a 14.81 (44 centavos más) y el diésel de 13.77 a 13.98 (21 centavos).