Buenos Aires.

Con una serie de acuerdos bilaterales, gestos diplomáticos y declaraciones, los presidentes Enrique Peña Nieto y Mauricio Macri confirmaron que enarbolan y defienden similares proyectos políticos y económicos. Tanto, que el mandatario mexicano animó a su anfitrión argentino, con apenas siete meses en el cargo, a impulsar cambios y transformaciones: tienen resistencias, se asumen costos, pero son positivas para que esto depare a nuestras sociedades oportunidades de mayor desarrollo.

Era ese parte del mensaje para explícitamente relanzar una relación que no tuvo la misma sincronía durante la gestión de Cristina Fernández de Kirschner. El mandatario mexicano lo dijo varias veces: venir ahora a Argentina tiene el propósito de dar un nuevo impulso y construir una nueva etapa en los vínculos entre ambos países.

Esto, indicó, a partir de tener una visión compartida de la ruta para dar mayor desarrollo a las sociedades y de aprovechar las ventanas de oportunidad de una era global y de apertura, en la que trabajamos para consolidar nuestras democracias, por ser fieles defensores de las libertades, de los derechos humanos, de combatir a las organizaciones criminales que tanto lastiman la convivencia de nuestras sociedades, indicó Peña Nieto.

Los gestos de ese acercamiento continuaron en esta visita de Estado de seis horas, con el explícito tuteo y una declaración de amistad entre ambos políticos, que sellaron al otorgarse condecoraciones. Al mandatario mexicano correspondió la Orden Libertador de San Martín, y al argentino el Águila Azteca

También se signaron 17 acuerdos bilaterales, entre los cuales el más importante trata sobre el descongelamiento del Acuerdo de Complementación Económica suscrito hace 29 años

No sólo eso, México ofreció su respaldo a Argentina para integrarse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y para organizar, en 2018, la Cumbre del G-20.

Protesta contra la visita

Mientras se daban los encuentros entre Peña Nieto y Macri en la Casa Rosada y más tarde en el Museo del Bicentenario, en la Plaza de Mayo decenas de personas se manifestaron contra la visita del mandatario mexicano.

Mauricio Macri defendió su política de cambio, la etapa de diálogo con el mundo, caminar en su país hacia la pobreza cero, combatir y derrotar al narcotráfico y fortalecer su sistema institucional, y por ello puso también de relieve los objetivos compartidos con México.

Resaltó los acuerdos signados en materia de intercambio de ciencia y tecnología, de lucha contra la violencia de género y de turismo, entre otros.

Más tarde, ambos se presentaron ante empresarios de los dos países para animarlos a la inversión a partir de ofrecerles no sólo reformas estructurales, sino protección a los fundamentos macroeconómicos y reglas claras y permanentes.

Peña Nieto dijo a los hombres de negocios haber comprometido con Macri no dejar sólo en buenos propósitos o en meras cartas de intención los acuerdos firmados, sino acreditar una voluntad política que nos permita superar barreras burocráticas e inerciales, y estar a la distancia de una llamada telefónica ante cualquier inconveniente.

Macri, a su vez, expuso su proyecto de reducir en dos años la inflación en su país a un dígito (actualmente ronda 40 por ciento), los planes de infraestructura de su administración y el privilegio de ser un gobierno sin mayorías parlamentarias y aun así sacar adelante acuerdos y leyes en esta nueva Argentina madura, que cree en el diálogo y el respeto recíproco.

Pero también habló de sus planes por transformar a su país del granero al supermercado del mundo.

En el Palacio de San Martín, sede de la cancillería argentina, Peña Nieto expuso también a los empresarios las reformas impulsadas por su administración y los acuerdos de libre comercio suscritos como parte de la apertura de México. Insistió en la decisión de los dos países por revisar y profundizar el Acuerdo de Complementación Económica, y ampliarlo, en la ruta para que en un futuro no lejano pueda llevarnos a un acuerdo de apertura total, de mayor integración y libre comercio.

El presidente Peña afirmó: quiero decir a Mauricio Macri que México reconoce en él y en su liderazgo esa visión de cambio y transformación para su país. Y fue en ese punto cuando le advirtió de las resistencias y los costos de las reformas, aunque enseguida también lo alentó: ese es el reto que tenemos los gobiernos en esta era global y donde tenemos que aprovechar la oportunidad que el mundo nos da, y no estar aislados, y ver cómo nos acompañamos y complementamos.

En el almuerzo, el presidente mexicano resumió el sentido de esta visita: ratificar la voluntad política de los dos gobiernos por enriquecer, ampliar y estrechar la relación, darle un nuevo momento. De paso, invitó a Macri a visitar México el próximo año.

Peña Nieto voló ayer mismo de regreso a México. Como último acto en la capital argentina, condecoró con la Orden del Águila Azteca, en grado de placa y de insignia, respectivamente, a Hernán Santiago Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de Argentina, y a Adriana Rosenberg, promotora cultural.