Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Director: Iván Restrepo
Editora: Laura Angulo
Número Especial agosto septiembre 2016 No 207

Impactos económicos de los FAN,
caso Baja California

Mary Carmen Ruiz de la Torre
Facultad de Ciencias Marinas, Universidad Autónoma de Baja California
Correo-e: [email protected]

José Luis Peña Manjarrez
Centro de Estudios Tecnológicos del Mar, núm. 11
Correo-e: [email protected]

Carlos A. Poot Delgado
Instituto Tecnológico Superior de Champotón
Correo-e: [email protected]


Almeja generosa (Panopea globosa) confiscada para su destrucción durante el florecimiento algal nocivo de Gymnodinium catenatum en San Felipe, BC
Foto cortesía de Jennifer Medina Elizalde

Los florecimientos algales nocivos (FAN) son eventos naturales recurrentes que pueden afectar grandes extensiones de costa y originarse en el mar abierto. En los últimos 15 años se han registrado eventos en México de gran magnitud por su duración (más de cinco meses), extensión (mayores a 2 mil km2), abundancia de las especies que lo producen, afectación del ecosistema marino y por su impacto económico.

La ocurrencia de los FAN implica pérdidas económicas importantes por las vedas sanitarias que establecen las autoridades de salud. Ello genera detrimentos económicos en las actividades asociadas a la pesca y acuacultura; pérdida de ingresos en restaurantes, y afectación directa a los pescadores y sus familias, al verse impedidos de salir a pescar. Inclusive se ha asociado al incremento en la delincuencia por falta de ingresos.

En Baja California, la presencia de FAN ha afectado la industria pesquera. Ejemplo de ello son los ranchos de atún aleta azul (Thunnus orientalis) que con inversiones importantes generan beneficios sociales y económicos. Entre los principales sobresalen  alrededor de mil 100 empleos directos, una producción promedio de 5 mil toneladas anuales, que representan 82 millones de dólares.


Florecimiento algal nocivo (2007) en ranchos atuneros en la bahía Salsipuedes, Ensenada, BC Foto cortesía de José Luis Peña Manjarrez

En septiembre de 2002, condiciones ambientales extraordinarias favorecieron el desarrollo del dinoflagelado Ceratium furca que alcanzó abundancias de hasta 4 millones de células por litro. Esto tomó por sorpresa a los productores que no tuvieron tiempo para mover los corrales de atún. El resultado: mortandad de 200 toneladas de atún por asfixia y pérdidas de más de 3.5 millones de dólares.

Otro recurso emblemático de Baja California es la langosta roja (Panulirus interruptus). En 2007 se presentó un FAN de dinoflagelados del género Ceratium con abundancias de hasta 7 millones células por litro. Ello ocasionó una alta mortandad de organismos bentónicos, específicamente de langostas en periodo de reproducción. Lo anterior se reflejó en 2008 en una disminución de las capturas de 181 toneladas respecto al promedio del periodo 2008-2014. Esta baja en las capturas también alcanzaron ese mismo año al erizo rojo y al pepino de mar, con una disminución de 925 y 44 toneladas, respectivamente, con respecto al promedio para el mismo periodo.

En enero de 2015 se registró la mortandad de aves y mamíferos marinos en la franja costera de San Felipe-Puertecitos, en el Golfo de California: este evento se asoció a un FAN del dinoflagelado Gymnodinium catenatum productor de la toxina paralizante (PSP). Las autoridades sanitarias acordaron el cierre temporal para la extracción de almeja generosa (Panopea globosa), que representa cerca del 80 por ciento del producto comercializado en la región.


Fauna de gran tamaño también es afectada por los FAN

La veda aún se mantiene y constituye una amenaza para la pesquería de la zona. Las pérdidas económicas son cuantiosas y se destruyeron varias toneladas extraídas de este organismo. Los lugareños no pueden salir a pescar, los restaurantes desecharon el producto adquirido previamente y el índice de desempleo aumentó entre los pescadores.

Los impactos económicos en Baja California han sido importantes y no son exclusivos de la zona. En todo el país la presencia de FAN han ocasionado daños a la economía. Sin embargo, no hay indicadores precisos que informen de las pérdidas generadas en los diferentes sectores. Por ello, es imperativo establecer estrategias y mecanismos para obtener cifras que permitan una valoración real de las pérdidas en la acuacultura y la pesca. Lo anterior facilitaría conjuntar esfuerzos para que los programas de monitoreo sean más eficientes. Y no solo para proteger la salud pública sino también para que los productores y la sociedad en general tengan planes de prevención y mitigación ante la presencia de un FAN.

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