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La sonda, impulsada por energía del Sol, tiene la misión de develar los misterios del planeta

A cinco años de haber sido lanzada, Juno llega hoy a su cita con Júpiter

Cartografiar sus campos gravitacionales y magnéticos para determinar su estructura interna, uno de los principales propósitos

También indagará sobre el origen del sistema solar

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Recreación de Juno, sonda que realizará una tarea científica de 18 mesesFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de julio de 2016, p. 2

Washington.

Cinco años después de su lanzamiento, la sonda Juno de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) se pondrá este martes en órbita alrededor de Júpiter en busca de desentrañar los misterios del planeta más grande del sistema solar, escondidos bajo una espesa capa nubosa.

Llegaremos a Júpiter, lo que es difícil de lograr, dijo a la prensa el responsable científico de la misión, Scott Bolton, del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio (Texas).

La sonda de casi cuatro toneladas, impulsada por energía solar, efectuará 37 sobrevuelos alrededor de Júpiter, la mayor parte entre 10 mil y 4 mil 667 kilómetros sobre la espesa capa nubosa, en una misión científica de 18 meses.

Los sobrevuelos de Juno serán mucho más próximos al planeta gigante que el precedente récord de 43 mil kilómetros establecido por la sonda estadunidense Pioneer 11, en 1974.

Este martes a las 3:18 horas GMT –todavía el lunes 4 julio en Estados Unidos, su fiesta nacional– Juno, que avanza a 64 kilómetros por segundo, encenderá su motor principal 35 minutos conel fin de frenar su trayecto para ser capturado por la gravedad de Júpiter y colocarse en una órbita polar de 53.5 días. Dada la distancia entre Júpiter y la Tierra, unos 869 millones de kilómetros, la señal de radio de confirmación del encendido del motor llegará a los controladores de vuelo 48 minutos después, a las 4:06 horas GMT.

Luego de las dos primeras vueltas de 53.5 días, Juno se colocará a partir de octubre en una órbita de 14 días que le hará pasar sucesivamente cerca de los dos polos.

En sus sobrevuelos, los instrumentos de la sonda penetrarán la espesa capa de nubes para estudiar las gigantescas auroras boreales, su atmósfera y su magnetósfera.

“Juno se acercará a Júpiter a una distancia sin precedente para desentrañar sus misterios”, destacó Diane Brown, responsable del programa de la Nasa.

Uno de los objetivos principales de la misión será comprender mejor de qué se compone el interior, hasta ahora inobservable, del planeta gigante.

Juno, una misión de mil 100 millones de dólares lanzada el 5 de agosto de 2011, va de igual modo a cartografiar los campos gravitacionales y magnéticos de Júpiter para determinar su estructura interna.

Los nueve instrumentos de la sonda, entre ellos varios europeos (incluidos franceses e italianos), van igualmente a medir las emisiones radiométricas de la atmósfera profunda del planeta, lo que permitirá conocer su composición, su estructura térmica y su ambiente ionizado.

En la actualidad no se sabe si Júpiter posee un núcleo central, explicó Tristan Guillot, director del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y miembro del equipo científico de la misión Juno. Puntualizó que la sonda va a permitir hacer mediciones 100 veces más precisas.

La sonda no solamente debe ayudar a levantar el velo sobre los secretos que encierra Júpiter, sino también suministrar nuevos índices acerca de las condiciones imperantes al momento del comienzo del sistema solar, cuando el planeta gigante estaba en formación.

Los responsables de la misión advirtieron sobre los riesgos potenciales para Juno al aproximarse tanto al planeta. Señalaron principalmente la capa de hidrógeno –90 por ciento de la atmósfera–, sometida a tal presión que actúa como un poderoso conductor eléctrico.

Según los científicos, este fenómeno combinado con la rápida rotación de Júpiter –un día jupiterino dura solamente 10 horas terrestres– generan un campo magnético muy potente que rodea al planeta y puede amenazar a la sonda.

Sólida armadura de titanio

Para protegerse de las fuertes radiaciones, la sonda está provista de una sólida armadura de titanio que cubre sus instrumentos electrónicos, su computador a bordo y sus cables eléctricos. De 172 kilos, esta bóveda reducirá las exposiciones a las radiaciones 800 veces en comparación con la parte no protegida.

Lleva a bordo tres estatuillas Lego hechas de aluminio, que representan a Júpiter, el rey de los dioses en la mitología romana; a su esposa y hermana Juno, y a Galileo, el científico italiano que descubrió las cuatro grandes lunas del planeta.

Hace más de 20 años, la misión Galileo de la Nasa permitió estudiar las lunas de Júpiter, entre ellas Europa, dotada de un océano de agua bajo su espesa capa de hielo, donde podrían existir organismos vivos.