na propuesta para que la gente pueda rentar zonas para día de campo en un popular parque en San Francisco no fue bien aceptada por los habitantes. En cuestión de horas, miles de personas firmaron una petición, vía Internet, para terminar con el plan; además, organizaron una protesta en la que expresaron que los jardines no estaban en venta ni en renta.

En respuesta, el departamento de parques retiró la idea, a pesar de que había defendido los precios al señalar que eran modestos y que la práctica era común en todo el país y en otros parques de la ciudad, incluido el del Golden Gate.

El parque Dolores se localiza en el distrito Mission, considerado un barrio históricamente de clase trabajadora, ubicado en el centro de San Francisco.

Para los vecinos del lugar, quienes enfrentan un aumento en el costo de las viviendas y el desarrollo de plazas comerciales, la idea de reservar un espacio en el parque es excesiva. Lo entendería si alguien desea rentar un espacio con una parrilla o mesas, pero restringir áreas de pasto es demasiado, manifestó Joe Maniego, de la ciudad vecina Daly City.

Miles de personas llegan a este parque cada fin de semana para deleitarse con los jardines que tienen como vista panorámica el centro de la cuidad. Todos tenemos derecho de disfrutar el espacio abierto de la ciudad, sin que cada metro cuadrado de pasto sea privatizado, enfatizó Aaron Peskin, supervisor de San Francisco, quien legislará para frenar la práctica.

El parque Dolores reabrió en enero después de una renovación de dos años y que costó 20 millones de dólares. Las rentas propuestas eran de 33 dólares para familias y un depósito de 200 dólares por limpieza.

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