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El organismo necesita un millón de dólares para reiniciar las actividades suspendidas

Chile, EU y Panamá harán aportaciones adicionales para rescatar a la CIDH

El comisionado José de Jesús Orozco confía en que el ejemplo se reproduzca en más naciones

 
Periódico La Jornada
Martes 14 de junio de 2016, p. 16

Tras hacerse pública la crisis de financiamiento que vive la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los gobiernos de Chile, Estados Unidos y Panamá han ofrecido aportaciones adicionales al organismo, reveló el comisionado José de Jesús Orozco Henríquez.

Además, expresó su confianza de que estos ejemplos cundan en el resto de las naciones de la región, para que asuman sus compromisos internacionales y aporten los recursos necesarios para que la CIDH cumpla su mandato, que es promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región.

En entrevista previa a su participación en el seminario La reforma de la justicia electoral, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el comisionado de la CIDH consideró que sería muy lamentable que este organismo multinacional tuviera que dejar de recontratar a 40 por ciento de su personal a partir de agosto, por falta de recursos económicos.

Recordó que en estos mismos días se realiza en Santo Domingo, República Dominicana, la asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y uno de los puntos agendados es el financiamiento tanto para la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coridh) como para la CIDH. El comisionado Orozco Henríquez evadió hacer cualquier comentario sobre México.

El déficit de la comisión es de un millón de dólares, necesarios para poder operar este año sin despedir a 40 por ciento de su personal y reiniciar las actividades suspendidas.

El secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, ha señalado que la crisis actual tiene sus raíces en la falta de voluntad política de los países latinoamericanos y caribeños, pues durante muchos años se advirtió a los estados miembros que depender de fondos voluntarios era inestable y muy riesgoso. Ese día ya llegó.