Wahington.

Donald Trump superó el umbral de los mil 237 delegados necesarios para obtener la candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, lo que completa un ascenso sorpresivo y sienta las bases para una campaña otoñal aún más encarnizada.

Unos cuantos delegados no comprometidos dijeron que respaldarán a Trump en la convención del partido en julio, indicó Ap, lo que da al multimillonario los delegados necesarios para evitar una convención abierta de cara a los comicios presidenciales del 8 de noviembre.

Me siento honrado, dijo Trump, acompañado de un grupo de delegados. Estas personas que están detrás de mí nos permitieron superar la barrera, dijo Trump en una conferencia de prensa en Bismarck, Dakota del Norte, acompañado en el escenario por delegados de ese estado que comprometieron su apoyo al empresario en la convención partidaria.

De inmediato, Trump enfocó sus baterías contra Hillary Clinton, aspirante a la nominación por el Partido Demócrata. Aquí estoy viendo a Hillary peleando y ella no logra ganar, dijo Trump a reporteros. Nosotros hemos logrado el apoyo de casi todo el mundo.

El buen momento para Trump llega en medio de indicadores de problemas internos en su campaña con la abrupta salida de su director político y la resistencia de muchos dirigentes republicanos a declarar su apoyo al controversial magnate.

Horas antes de alcanzar el número de delegados para la nominación, Trump anunció la partida de su director político Rick Wiley, quien dirigía los esfuerzos de la campaña por contratar personal en estados claves. En un comunicado, la campaña de Trump indicó que el contrato de Wiley era hasta que la candidatura marchara a todo vapor.

La contratación de Wiley, hace seis meses, fue interpretada como indicio de que los veteranos del partido finalmente estaban aceptando la candidatura del empresario, que derrotó a 16 contendientes.

Muchos en el ala derecha han tardado en acoger a Trump, desconfiados de su buena fe. Otros se preocupan por su personalidad controvertida y los comentarios negativos que ha hecho sobre las mujeres.

Pero millones de activistas de base, muchos de los cuales han estado ajenos al proceso político, han aceptado a Trump como un populista de hablar franco que no tiene miedo de ofender.

Al anunciar su intención de buscar la candidatura el 15 de junio de 2015, Trump llamó a los mexicanos violadores, prometió construir un muro entre Estados Unidos y México y prohibir el ingreso a los musulmanes por tiempo indeterminado.

En este contexto, Trump recibió con agrado la propuesta del otro aspirante demócrata Bernie Sanders para enfrentarse en un debate, pero puso un precio por participar: al menos 10 millones de dólares que tendría que pagar una televisora y que se destinarían a obras de caridad.

Representantes de Fox News y ABC News informaron que las cadenas están interesadas en ser anfitriones de tal presentación. La vocera de Fox News agregó que la cadena había propuesto el debate Trump-Sanders en febrero, y aunque el senador demócrata aceptó, el empresario republicano se echó para atrás.

Trump dijo este jueves que una cadena de televisión podría ganar millones y que deberá estar de acuerdo en entregar 10 millones de dólares a causas de salud de la mujer.

Sanders respondió por Twitter: Hagámoslo en el estadio más grande posible.