Opinión
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Ciudad Perdida

La Ciudad de México, la más corrupta, según encuesta del Inegi

Grupo Higa, protegido

Santiago Trump

R

esulta entonces que a partir de los últimos datos del Inegi, la Ciudad de México, que gobierna Miguel Ángel Mancera, es la más corrupta del país, según la opinión de sus habitantes, y aunado a ello, diputados y senadores de la Comisión Permanente del Congreso convocarán a un periodo extraordinario para tratar las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción. Ya era hora.

No obstante, lo que se apruebe en la permanente, seguidamente, no será más que otro parche al sistema de libre mercado, mejor conocido como neoliberalismo, que no sufrirá mayor alteración, y continuará corrompiendo todo lo que toca.

Es necesario que de una vez por todas nos quede claro que si bien se debe sancionar al corrupto, se requiere sancionar de igual forma, con penas equiparables, al que corrompe, caso contrario, las leyes que se aprueben no servirán para contener el mal, que si hacemos caso al Inegi, en nuestra ciudad es muy grave.

Para romper con la inmensa cadena de la corrupción debería tenerse, por ejemplo, un listado público de las empresas que van a hacer negocios con el gobierno, puesto que se utilizarán fondos públicos en la transacción. Quiénes son los dueños (reales), cuál es su capital, cuáles son las filiales con las que cuenta el dueño o los dueños, y la lista de sanciones que se deben aplicar a quienes mientan, o a quienes corrompan.

Y es que ya hay empresas, muchas nos dicen, que tienen dentro de su presupuesto un partida especial para corromper funcionarios, además de los dineros que gastan en eso que se llama cabildeo, y que no es otra cosa que una forma legal de corromper, donde el corrupto paga con deshonra o cárcel su actitud, y el corruptor se cubre de impunidad.

Son muchos los ejemplos, no alcanzaría el espacio para listar el número de hombres de negocios corruptores que gozan de absoluta libertad, y de funcionarios que se hallan encerrados en algún penal por aceptar el juego de los empresarios que se llevan la gran tajada del negocio sin mayor problema.

Un ejemplo que siempre regresa a la memoria es el de la llamada Casa Blanca, en el que pese a todas las pruebas, pese a todos los señalamientos, no hay culpables y la empresa, o el Grupo Higa, de Juan Armando Hinojosa Cantú, sigue trabajando sin mayor cuidado, protegido con el manto de impunidad que se le construyó desde Los Pinos. Hay más, baste recordar a los hijos de Martha Sahagún, o a muchos otros, imposibles de enumerar en este espacio.

Qué bueno que se quiera frenar, acabar con la corrupción, pero si la idea proviene del PAN, las culpas serán otra vez todas, dirigidas a los gobiernos –que no deben quedar impunes–, pero ya es hora de meter al orden a los empresarios que no tienen llenadera, y que con las leyes que se aprueben seguramente esperan que la impunidad hacia ellos se convierta en la ley que apoyen los panistas y algunos otros cómplices. Aguas.

De pasadita

Santiago Trump, perdón Santiago Creel, quiere, seguramente, levantar un muro, alrededor de esta capital, para evitar que las víctimas de los malos gobiernos se manifiesten en la Ciudad de México, y con eso quiere sumar la voluntad de la intolerancia –igual que Trump– y robarle a quienes no tienen otra manera de buscar justicia, el único espacio que les ha dejado la democracia que él dice defender. Vaya abogado. Por cierto, hoy la ciudad se llenó de marchas y no hubo contingencia.