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Salón Palacio

El día que la contracultura ganó una batalla

A

quella mañana (19 de abril del 2016) en la que el presidente Enrique Peña Nieto tuvo que aceptar ante el pleno de la Organización de Naciones Unidas que la mariguana para usos médicos debe ser legal y que las políticas prohibicionistas fracasaron, por lo que el consumo de mota no es ya un problema delicuencial y sí de salud pública (declarando al día siguiente que la portación mínima legal sería de 28 gramos), debe considerarse como un triunfo, en primer lugar, de la contracultura en México. Es verdad que en años recientes el debate por la despenalización de la llamada planta amiga ha contado con el apoyo de diversos sectores de la vida pública, que van desde académicos y científicos hasta legisladores y la mayoría de los medios de comunicación (incluso los más conservadores), pero debe recordarse que hace apenas 20 años los únicos que se atrevían a manifestar públicamente la pertinencia de dejar de prohibir el consumo de la mariguana fueron algunas voces aisladas y publicaciones marginales de la llamada contracultura. Podríamos considerar como punto de partida de este debate en nuestro país el libro El rock de la cárcel (1984), de José Agustín; el Manifiesto pacheco (1985), de Juan Pablo García Vallejo (publicado en la revista La Guillotina, en 1991), y la revista Generación, que desde su fundación, en 1988, se ha manifestado en favor de esta alternativa. Desde luego que resulta aún insuficiente y hasta ridículo sólo discriminalizar el consumo, cuando sigue prohibida la producción, distribución y venta de la juanita, pero la primer batalla la hemos ganado.

Por la liberación de la mota

Como ocurre desde el año 2001, varias organizaciones independientes han convocado a la Marcha del Día Mundial por la Liberación de la Mariguana, bajo la batuta del heroico activista Leopoldo Rivera, quien ha enfrentado los más diversos obstáculos de las autoridades capitalinas, que, incluso ya en alguna ocasión (durante el gobierno de Marcelo Ebrard), prohibieron la que se realizaría en el Parque México. Esta marcha ha contado siempre con un entusiasta contingente que varía entre los 3 mil y los 10 mil participantes, los cuales se han manifestado por los derechos a la libertad, la salud, la libre expresión, la igualdad y la información sobre el uso de cannabis en México. Es obvio que los convocantes lo hacen de manera solidaria e incluso aportan recursos propios para que ésta ocurra. Cabe mencionar que la marcha se realiza simultáneamente en 300 ciudades del mundo, justo el primer sábado de mayo de cada año. En esta ocasión se realizará a partir del mediodía en la Alameda Central, donde se llevó a cabo su primera edición hace 15 años. Se sabe, de manera no oficial, que en esta ocasión Leopoldo Rivera dejará la coordinación de esta emblemática manifestación, cuyos postulados son: ¡Por una sociedad libre e informada!, ¡por el acceso seguro a la cannabis, patrimonio de la humanidad!, ¡por el respeto a la cultura cannábica!, ¡por el derecho de las y los mexicanos a producir cannabis! y ¡hasta la victoria verde!

Antología del vicio

A lo largo de esta lucha por la despenalización de la mariguana no sólo ha habido manifiestos, infinidad de textos periodísticos, algunas iniciativas de ley, manifestaciones públicas y muchos disparates prohibicionistas, sino también y, de manera muy profesional y científica, una veintena de libros bajo el sello de editoriales alternativas e incluso internacionales. El más reciente de estos títulos es Antología del vicio: aventuras y desventuras de la mariguana en México (Laberinto Ediciones), del escritor, investigador y periodista Jorge García Robles, quien realizó una exhaustiva selección de textos en los que se menciona a la mariguana desde las más insospechadas perspectivas, que van desde las históricas y científicas hasta las literarias, poéticas, críticas y complacientes. El primer documento antologado data de 1772 y se intitula Sobre el uso que hacen los indios de los pipiltzintzintlis, de José María Alzate. Del periodo posterior a la Independencia se registran autores como Guillermo Prieto, Manuel M. Flores y Vicente Riva Palacio; de la época porfiriana se destacan a Heriberto Frías, Federico Gamboa, José Juan Tablada y Efrén Rebolledo. Son más de 50 autores los reunidos en este revelador volumen, en el que no pueden faltar el irredento Porfirio Barba Jacob, así como reconocidos autores como Alfonso Reyes, Salvador Novo, José Revueltas, Efraín Huerta, José Agustín y Octavio Paz. Hay un apartado sobre los poetas beats en México y una etimología de la mariguana. Este libro ya se puede conseguir en las librerías, pero hasta ahora no se ha presentado.

Un año de Cáñamo

También este sábado, en el contexto del Foro de Cultura Cannábica, que se celebra en el auditorio Blackberry (Insurgentes Sur 452), se presentará el número seis de la revista Cáñamo-México (la revista de la cultura del cannabis), que celebra su primer aniversario con un especial que incluye una entrevista con el escritor José Agustín. Esta publicación ha podido circular en los principales puestos de periódicos, pero hasta el momento no se le ha autorizado su certificado de licitud de contenido por parte de la Comisión Calificadora de Revistas de la Secretaría de Gobernación. Para mayores datos, consultar el sitio: www.cannabishup.mx