Quito.

A punto de cumplirse las 72 horas decisivas para encontrar sobrevivientes bajo los escombros del terremoto del sábado en Ecuador, que ha dejado por ahora 507 fallecidos, 4 mil 65 heridos y 231 desaparecidos, bomberos y equipos de rescate buscan incansablemente señales de vida entre los inmuebles derrumbados.

El balance oficial también contabiliza 805 edificaciones destruidas. Hoteles y viviendas quedaron reducidos a bloques de piedra y hierros retorcidos, de donde aún salen personas con vida gracias al trabajo sin descanso de bomberos, policías, militares y perros entrenados que han llegado desde otras ciudades de Ecuador y países como Venezuela, Colombia, México, Chile y España.

Las pérdidas ocasionadas por el terremoto de magnitud 7.8 que sacudió la región de la costa del Pacífico podrían ascender a 3 mil millones de dólares, equivalentes a 3 por ciento del producto interno bruto, y eso significa que la reconstrucción llevará años. Será una lucha larga, por eso invito a no desanimarnos, estimó el presidente Rafael Correa.

El mandatario destacó que la atención y la provisión de alimentos a los damnificados están garantizadas, así como el trabajo de los equipos de rescatistas en las zonas de desastre.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayuda humanitaria para contribuir a la recuperación, informó la Casa Blanca este martes. Obama llamó a Correa para expresar sus condolencias y la de los estadunidenses por la pérdida de vidas.

Previamente, John Kerry, secretario estadunidense de Estado, se comunicó con su homólogo ecuatoriano, Guillaume Long, para hablar de la oferta de ayuda. Acordaron la llegada a Ecuador de un equipo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para participar en la distribución de ayuda de emergencia a las poblaciones afectadas.

En diciembre de 2013 Correa ordenó el fin de las actividades de USAID en Ecuador, a la que acusó de financiar a la oposición.

Por la tarde ocurrió una réplica de magnitud 5.9.