Opinión
Ver día anteriorLunes 18 de abril de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Nosotros ya no somos los mismos

Vibras tras la visita del Papa

Reconocimientos y omisiones

Aborto, derechos gays... esos temas tan sensibles

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El papa Francisco sale de la basílica de San Pedro, en el Vaticano, ayer domingo, después de celebrar una misa. Jorge Mario Belgoglio ordenó, además a 11 nuevos sacerdotesFoto Ap
¿Y

ahora cómo salgo del berenjenal en el que me metí? Durante la semana comencé a recibir peticiones, informes, reclamos sobre las columnetas dedicadas a comentar las muy variadas vibras que produjo la reciente visita del Papa a nuestro país. Los comentarios fueron también contundentes: no dijiste nada nuevo. Te mandas con el obispo de Roma. Le das tantas vueltas a las cosas que después de leerte me quedé más confundido que antes. Hubo, sin embargo, algunas opiniones muy concretas que pienso no debo pasar por alto, por ejemplo: aunque el gobierno de Obama fue mano en tomar la decisión de desclasificar archivos relacionados con la dictadura militar (1976/83), la Conferencia Episcopal Argentina anunció que se está considerando atender la petición que, en igual sentido, le han formulado las Abuelas y Madres de la Plaza de Mayo, al Papa. Esto en atención a un principio fundamental de doctrina que sostiene que: lo que hace la mano hace la tras.

El Papa ha concedido audiencias a familiares de víctimas de prisión, torturas y desaparición, sin importar su filiación política. Ejemplos: Genevieve Jeanhingros, sobrina de la monja francesa Leonie Duquet y Víctor Carbajal, hermano de Alberto, líder comunista asesinado en 1977. Ahora falta que don Francisco y don Barack den otro paso de acuerdo con lo señalado por el secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina: cuando la justicia es demasiado esperada deja de ser justicia y agrega dolor y escepticismo. Urge por eso desclasificar los archivos que permitan identificar a los niños (de ese entonces, algunos recién nacidos) que los espadones arrebataron a sus padres dentro de la infamia criminal de la dictadura. Pocas acciones tan contundentes para transparentar el comportamiento de Mario Jorge Bergoglio durante la negra noche argentina, en la que fue actor fundamental. El primer interesado debe ser él y, por lo mismo, actuar en consecuencia. Amén. (Gracias a la corresponsal Stella Calloni)

Don Gerardo Medina Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey, cuando apenas se estaba planeando el viaje de don Francisco, consideró que la imagen negativa que México proyecta internacionalmente es una de las razones por las que el Pontífice hablaría de la honradez. Pero en esos días se le ocurre publicar a L’Espress que el ex secretario del Estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, aceptó, hecho unas pascuas, que la fundación Bambino Gesú tomara medio millón de euros de las donaciones destinadas al hospital siquiátrico que dirige, para que se le redecorara el ático que humildemente habita. Su Santidad seguramente recordó Lucas 6:42: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, ignorando la viga que está en el propio. (Dudas, sobre el asunto, dirigirse a Irene Savio y a la agencia Efe). A Irene Savio se le debe también otra desconcertante información: La Iglesia pone fin a la prohibición absoluta de permitir que comulguen los casados en segundas nupcias. Vaya que es de celebrarse tan atinada consideración pues, con una absolución (que en su caso sería por demás frecuente), han podido hacerlo siempre los pederastas, los asesinos seriales, los criminales de cuello blanco y todos los narcofinancieros/funcionarios/filántropos y, por supuesto los reincidentes matrimoniales que puedan pagar los honorarios del bufete Maciel, Rivera y asociados, más los gastos y costas que implica la gestión favorable ante el Tribunal Apostolicum de la Rotae. Los que sí continúan desahuciados son los miembros de la minoría (¿minoría?) gay. Al respecto los prelados que aprobaron el documento final del sínodo sobre la familia afirmaron: No existe fundamento alguno para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia. Es que, como sabemos (Génesis 1:27, 2:7-9 y 2:18-25) este diseño lo hizo Dios, exultante y satisfecho al final del último día de la creación, y el de los homosexuales, que inexplicablemente se le habían barri- do, se lo aventó al día siguiente, cuando ya relajado gozaba de su merecido descanso. (Acuérdense: el séptimo día se descansa o se paga doble).

Las opiniones femeninas no son unánimes. Por una parte, la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir hace amplio reconocimiento al Papa por su actitud aperturista e incluyente para muchos sectores, pero no deja de señalar sus omisiones (que en él resultan gravísimas), como en la infamia imperdonable de la pederastia, la discriminación hacia sus hermanos en Cristo: los y las homosexuales. (En el Génesis de mi Reina Valera no encontré que los bisexuales, transexuales, transgénero, hubieran sido diseñados en un tiempecito extra del sexto día de la creación. Seres humanos que, por cierto, también fueron hechos a imagen y semejanza del Creador). Anotan igualmente su falta de voluntad para emprender acciones concretas que reivindiquen los derechos esenciales de las mujeres dentro de la Iglesia. Las monjas viven de su trabajo, no de dádivas y diezmos; sin embargo, y pese al enorme trabajo que realizan para la gente y, por supuesto, para los religiosos varones, éstos las ven como personal de servicio y muchas veces son víctimas de abusos y aun de violencia física o sexual. En México tenemos casi dos monjas por cada sacerdote. ¿Alguien conoce que esa proporción se refleje en los ámbitos de dirección y toma de decisiones de la Iglesia? ¿Entre todas las madrecitas, hermanitas, monjitas podrían reunir las colecciones de arte, la cava, la alacena, el guardarropa, la joyería, los autos de colección y las membresías almacenadas por los Guillermo Schulenburg (quien no cayó por su acumulación desmedida de riquezas exaccionadas a los fieles guadalupanos, sino por pretender contarle la aparición de la Virgen a Juan Diego), los Marcial Macieles y, por supuesto, el humilde, probo e incorruptible Onésimo Cepeda?

Sin embargo, el tema seguramente más sensible es el del aborto. Si yo fuera de la grey creyente, todas mis oraciones estarían dedicadas a rogarle a la madre de Dios hacer descender la Gracia sobre Francisco y permitirle entender lo que el aborto significa para toda mujer. Recuérdese que la única mujer que, contraviniendo el mandato divino, no parió con dolor fue la Virgen (Génesis 3:16. A la mujer le dijo: multiplicaré los trabajos de tus preñeces, parirás con dolor los hijos y buscarás con ardor a tu marido que te dominará. La porra machina campechanea un goya y un huélum en honor del Señor). Francisco necesita entender que para cualquier mujer, para toda mujer, el aborto es el trance más doloroso y traumático que puede sufrir en su vida, que se trata, en la mayoría de los casos, del recurso último para evitar terribles consecuencias. A esta desgracia que una mujer experimenta debemos acudir con auxilio, apoyo, solidaridad, no con excomuniones, anatemas y reclamos por la falta de temor a Dios (¡Qué cosa más estúpida: temer al Dios del amor!)

Pero propongámonos dejar en paz por un tiempo a don Jorge Mario. Démosle el beneficio de todas nuestras dudas y, con buena onda, reconozcamos que este argentino ha escrito algunos libritos aunque no sea Jorge Luis Borges (tampoco Borgues, inefable ágrafo Vicente Fox). Dentro del Mar Vaticano de los Sargazos, Francisco es alguien que sin embargo se mueve, aunque no precisamente con las urgencias y la diligencia del Che. Compone tango/discursos, pero Astor Piazzolla se lo lleva por más de una nariz. Los fervorines que nos sorraja (le pides la hora y siempre te da el reloj) los canta siempre con quejumbrosa voz, pero le falta, lamentablemente, la cadencia de Gardel. Practicó el futbol, pero la manita que descendió para consagrar a Maradona a él todavía lo tiene a prueba.

No es grosería ni petulancia, pero no quiero quedarme con la molestia de, por guardar la figura y el protocolo, haber escamoteado una modesta sugerencia: siga viviendo en un sencillo departamento y no en las alcobas imperiales y cursis de sus antecesores, donde los libreros son puertas secretas y los reclinatorios están colocados bajo una guillotina disfrazada de un querubín. Coma sin importarle el colesterol y los triglicéridos, son menos peligrosos que los sanos alimentos que le lleven de la cocina papal. Invite a comer, al azar, a sus más cercanos colaboradores y al personal que los prepara. Bueno, lo demás se lo detallaré en un correo electrónico encriptado. Dios le guarde e inspire.

Twitter: @ortiztejeda