Opinión
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¿La Fiesta en Paz?

La impotencia de los compromisos

Reynaldo Torres, personalidad post mortem

Exposición en Tepotzotlán

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Reynaldo Torres –Tijuana, 1932-Ciudad de México, 1915– fue reconocido por su trayectoria como pintor taurino e ilustrador de clásicas portadas de discosFoto Páez
E

n el subdesarrollo, el sentido común se vuelve ciencia y la corrupción idiosincrasia. En sólo 78 años gobierno y sociedad me-xicanos decidieron, contribu-yeron, expropiaron, pagaron, aprovecharon, explotaron, desarrollaron, mantuvieron, corrompieron, saquearon, desmantelaron y finalmente quebraron la industria petrolera del país.

Menos de ocho décadas de silencio cómplice y de beneficios dudosos a la nación bastaron para comprobar cómo sucesivos gobiernos y sucesivas sociedades no se comprometieron con preservar y fortalecer la salud económica, tecnológica, financiera, laboral y sindical del otrora esperanzador Pemex. El vergonzoso fracaso –tener que importar gasolinas de Estados Unidos y China– de esta empresa nacional es reflejo de una colectividad cada día menos dispuesta a comprometerse con un destino común.

Lo anterior tiene relación con la fiesta de los toros –fiesta brava ha dejado de serlo donde se contrata a figuras sobreadministradas para enfrentar novillones pasadores con los cuales realizar faenas mecánicas– porque hace ya 75 años, el 16 de agosto de 1940, el presidente de la República Lázaro Cárdenas del Río promulgó el Reglamento de los espectáculos taurinos en el Distrito Federal, que ya exigía que las reses para corridas de toros tuvieran cuatro años cumplidos y la extensión de la puya fuese de 26 milímetros. Hoy tiene 29 y con trabajos los toros reciben un pujal o puyazo fugaz en forma de ojal. El compromiso con la bravura tampoco supimos mantenerlo.

Emotivo y concurrido resultó el homenaje al maestro Reynaldo Torres en el primer aniversario de su partida física, efectuado el jueves 14 en el auditorio Silverio Pérez de la Asociación Nacional de Matadores. Fue una asamblea de sentimientos y reconocimientos de aficionados pensantes que evocaron la bonhomía del artista tijuanense, comparable sólo a su capacidad expresiva frente a las telas. Humberto Ruiz Pra- do, presidente de Bibliófilos Taurinos; Joaquín Ordoñana, de la Peña 432; el matador en retiro Guillermo Rondero, de Tertulias Once; Luis Miguel González, dirigente de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros; Omar Bolaños, de Taurinos de Cepa, y el anfitrión Paco Dóddoli, así como el banderillero y cantante Fernando García y su entonado trío Seda y Oro y la sentida evocación del coordinador del evento, Paco Terán.

Leímos una entrevista a Reynaldo publicada en La Jornada en 2010 que el maestro remataba así: “La pintura taurina es más el fruto de la afición de los pintores por la fiesta que de las empresas y taurinos por la pintura… No sé si he tenido talento pero siempre he tenido pasión, que tal vez sea otra manifestación del talento”. ¡Salud, querido señor!

José San Martín, descubridor e impulsor inicial de Joselito Adame, aunque ya casi nadie quiera recordarlo, informa que en la casa de la cultura en Tepotzotlán, estado de México, se están dando los últimos toques al salón destinado a la muestra Tauromaquia: tradición, arte y cultura, para recibir al público visitante del 28 de abril al 12 de mayo. Se cuenta con obras originales de los maestros Reynaldo Torres, Antonio Navarrete y del pintor colombiano Cristóbal Álvarez, así como con escogidas pinturas, esculturas, fotografías y grabados de otros artistas. Con ello se logrará conjuntar expresiones del alma de la tauromaquia en esta muestra de gran interés, antes de la histórica encerrona de la matadora Hilda Tenorio, con seis toros de Brito, el domingo 15 de mayo en Tepotzotlán. Ya abundaremos sobre tan extraordinaria mujerada taurina.