Texcoco, Méx.

Indígenas, campesinos, obreros y profesores participaron en la jornada nacional Zapata Vive organizada frente al penal Molino de Flores, donde efectuaron un mitin para exigir libertad de los presos políticos. Los integrantes de la caravana, provenientes de los estados de Puebla, Veracruz y México, también exigieron esclarecer los asesinatos de luchadores sociales de todo el país.

Dirigentes del Frente Indígena y Campesino de México (Ficam), el magisterio mexiquense contra la reforma educativa, así como el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco, coincidieron en que su lucha sigue siendo defender el agua, la tierra y la educación laica y gratuita, pese a la represión del Estado.

Luego de 13 días de recorrido llegaron a territorio mexiquense, donde exigieron liberar al profesor Óscar Hernández Neri, quien en mayo cumple dos años de estar recluido en este penal por un delito que no cometió y su encarcelamiento es político por participar en la creación de escuelas populares y en la lucha social.

Cada participante narró la lucha que mantiene en sus respectivas comunidades, como los campesinos de la Sierra Norte de Puebla, quienes acusaron al gobierno de otorgar la concesión de 65 minas y 15 presas.

Evaristo Polo, de la Unidad Indígena Totonaca, de la Sierra Norte de Puebla, aseguró que la concesión a las minas a cielo abierto y de las presas hidroeléctricas ponen en riesgo de desaparecer a sus comunidades. Están construyendo ciudades rurales y quieren que vivamos en cuartitos, criticó.

Alfredo Guerrero, a nombre del Ficam, aseguró que desde 2014 no se ha fincado responsabilidad penal contra el luchador social Antonio Esteban Cruz y estamos cansados de que pisoteen nuestros derechos humanos.

La tierra no se vende

Ignacio del Valle dirigente histórico del FPDT, llamó a conservar la unidad de las luchas sociales, pues a casi 15 años de la formación del FPDT han experimentado la opresión del Estado. La tierra no tiene precio, no se vende y por ello mantenemos nuestra postura.

Señaló que la represión más reciente ocurrió en la comunidad de Cuetzalan, municipio de Huauchinango, Puebla, pues el gobierno defiende a las mineras y somete a las comunidades indígenas con la fuerza pública para evitar que defiendan la tierra, el agua y los bosques.

Hay dos caminos: agachar la cabeza o levantarla y luchar con dignidad a expensas de que pueden asesinarlos o convertirlos en presos políticos, como ocurrió con los propios integrantes del FPDT, afirmó.

Los participantes dijeron que las luchas son comunes en todo el país y en muchos lugares se está resistiendo con dignidad. ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!, fue la consigna de los integrantes de la caravana afuera del penal Molino de Flores.