Espectáculos
Ver día anteriorLunes 4 de abril de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Adquiere en subasta equipo del laboratorio De Luxe, de los más importantes de Hollywood

La Filmoteca de la UNAM obtiene oro molido en materia de restauración

Una máquina BHP con impresión de ventanilla húmeda y una limpiadora ultrasónica, entre los instrumentos

Cumplen con los mejores estándares de calidad, informa Albino Álvarez

Foto
Durante la transportación de la máquina BHPFoto cortesía de la Filmoteca de la UNAM
Foto
Impresión de ventanilla húmeda, que mejora considerablemente la calidad de imagen en los procesos de restauración de negativosFoto cortesía de la Filmoteca de la UNAM
Foto
Francisco Ramírez, jefe de laboratorio, realiza pruebas en la analizadora de colorFoto cortesía de la Filmoteca de la UNAM
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de abril de 2016, p. a12

La Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cobra vida después de la muerte.

Luego de cerrar en 2014, el laboratorio De Luxe, uno de los más importantes en Hollywood, California, puso en remate gran parte de su costoso equipo a muy bajo precio, que la Filmoteca de la UNAM adquirió, con suerte, pero también con el empeño y pasión que llevan los que laboran en la institución.

Para el laboratorio estadunidense el equipo ya no resultaba rentable desde el punto de vista comercial, pero sí fue oro molido para un archivo fílmico, por la función que puede prestar en la preservación y el rescate cinematográfico, comenta Albino Álvarez, subdirector de Rescate y Restauración de la Filmoteca de la UNAM, que vio en esto una gran oportunidad de requiparse.

La institución universitaria compitió para hacerse de ese equipo en una reñidísima subasta con otras cinetecas y productoras de Asia y Europa. Ganó varios remates y pudo hacerse, a un precio muy bajo, de máquinas que resultaría imposible adquirir de otra manera.

El equipo cumple con los mejores estándares de calidad según los requerimientos de la industria cinematográfica en Hollywood, afirma Álvarez, realizador de una treintena de documentales, entre ellos El informe Toledo.

Restructuración sustantiva

Con estas nuevas herramientas, la Filmoteca restructura sustantivamente su laboratorio fotoquímico, para colocarse a la vanguardia, a escala nacional y en América Latina, en lo que respecta a sus tareas de rescate, preservación, restauración y conservación.

Ahora posee un equipo de impresión fílmica BHP con impresión de ventanilla húmeda, que mejora considerablemente la calidad de imagen en los procesos de restauración de negativos. También pudo hacerse de una máquina limpiadora ultrasónica, marca Lipsner, ideal para llevar a cabo procesos necesarios de limpieza de película en las tareas de copiado o transferencia con una mejor calidad de imagen.

Asimismo, pudo obtener dos analizadores de color que permiten obtener mejor calidad y un óptimo balance de luces a partir de negativos originales o de cámara.

El año pasado, Enrique Alagón, amigo de Filmoteca UNAM, donó una reveladora marca Debrie, fabricada en Francia, que entrará en funcionamiento próximamente.

Con esta incorporación de equipo se pretende satisfacer las necesidades de cualquier servicio de revelado en blanco y negro con mucha mayor rapidez, lo que permitirá continuar procesando materiales provenientes de América Latina, entre otras regiones.

El rescate que se realiza en la Filmoteca no sólo comprende la búsqueda de títulos relevantes, sino un permanente seguimiento del material que se encuentra en sus bóvedas para detectar y atender los procesos de deterioro.

No hay que olvidar que la supervivencia física del soporte y emulsión de una película enfrenta enemigos, como la descomposición de los elementos orgánicos que los integran. La muerte de un rollo de película resulta inevitable.

Rescatar significa detectar, restaurar y preservar. Sostenemos una lucha constante contra el tiempo y el olvido, quizá porque el deseo es indestructible, dice Albino Álvarez.

La Filmoteca cuenta con varias bóvedas de almacenamiento de películas de distinto soporte: siete de nitrato de celulosa, ocho de acetato, de poliéster y distintos formatos sonoros y de video.

Esas bóvedas alojan alrededor de 350 mil latas, así como 35 mil filmes.

Si bien el acervo se incrementa cada año, las variaciones se deben a un margen de circulación de materiales (depositantes que retiran su material por los inevitables procesos de sulfatación y avinagramientos, que pueden traducirse en pérdidas).

Grandes y apasionantes desafíos

La preservación y conservación de materiales fílmicos representa grandes retos y apasionantes desafíos, cuenta Albino Álvarez.

Tener las mejores condiciones para que el material se deteriore los menos posible implica tecnologías muy avanzadas y complejas, como las de refrigeración, controles de humedad, circulación de aire y extracción de gases (bóvedas de nitrato), así como una vigilancia muy estricta para la detección de materiales contaminados y otros en proceso de estarlo.

Mediante procesos fotoquímicos, explica el restaurador, se ha conseguido preservar el contenido de obras antiguas en nitrato de celulosa, creando nuevas copias en soporte de poliéster, con lo que se logra su conservación muchos años más. Se estima un mínimo de cien años más.

Este rescate, asegura el cineasta, se ha llevado a cabo con máquinas muy antiguas, pero también muy avanzadas y efectivas en sus procesos. La adquisición del nuevo equipo impone requerimientos de mantenimiento preventivo y correctivo que realizamos en coordinación con jóvenes ingenieros de la UNAM que realizan su servicio social, que nos brindan una inestimable colaboración para lograr que todo el equipo funcione en las mejores condiciones.

No hay que olvidar que la filmoteca tiene la función de salvar de la destrucción películas, fotos, afiches, bocetos de vestuario, guiones, soportes, proyectores y un sinfín de otros tesoros del cine. Se resguardan y preservan rollos de nitratos y acetatos de celulosa, con base en poliéster, negativos compuestos, originales de cámara, cintas magnéticas.

Además de la salvaguarda y conservación física de los materiales, se realiza el trabajo de archivo, es decir, de clasificación y catalogación, de modo que ese material sea accesible para la comunidad universitaria, los investigadores, cineastas, instituciones públicas o privadas y el público en general.

Una filmoteca es un espacio vivo, de circulación y no un depósito que aloja el objeto en sí, afirma Álvarez.

Por ello se han rescatado y restaurado fondos de la Revolución Mexicana del cinefotógrafo García Sotelo, del director Gabriel García Moreno y de muchos otros del periodo de cine silente.

También se han restaurado filmes de Fernando de Fuentes; Redes, de Fred Zinemman (en colaboración con la Cinemateca de Bolonia), y La mujer del puerto, de Arcady Boytler, entre otros.

El gran logro de Filmoteca de la UNAM, hay que destacar, es la creación reciente del Laboratorio de Cine Digital, en el que se realizan ya las primeras restauraciones en esa tecnología de la institución.

Acordes con el avance tecnológico

La conservación y preservación del filme no puede excluir hoy los entornos y tendencias digitales con sus correspondientes avances en cámaras y equipos de proyección en altas resoluciones. La migración a nuevas plataformas y tecnologías ya están con nosotros. Los valiosos contenidos albergados en nuestras bóvedas pasaron por un proceso sofisticado y cuidadoso mediante las múltiples y variadas herramientas digitales, asegura Albino, miembro de la Comisión Técnica de la Federación Internacional de Archivos de Film.

En la actualidad, la preservación y restauración fotoquímica, apuesta nodal y vertebral de la Filmoteca de la UNAM, no está separada ni excluye las opciones que nos abren las nuevas tecnologías digitales: hemos encontrado sinergias, complementaciones y suplementaciones que enriquecen y potencian nuestro trabajo, precisa Albino Álvarez.