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Editora: Laura Angulo
Número Especial abril mayo 2016 No 205

Calakmul: monitoreo participativo de una iniciativa campesina en Campeche


Figura 1. Área de aprovechamiento de madera ejidal,
que será convertida posteriormente a carbón

Malena Oliva
Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, AC
Correo-e: [email protected]

Los sistemas locales de monitoreo construidos participativamente presentan una serie de ventajas para los grupos locales que los operan; la principal, contar con información clave para la toma de decisiones en torno a su actividad y conocer el impacto de estas decisiones sobre su entorno social y ambiental, así como en los medios de vida locales. Sin embargo, los procesos de construcción participativa y la apropiación exitosa de los sistemas de monitoreo por parte de los actores locales puede resultar compleja.

En la mayoría de los casos, los sistemas de monitoreo dejan de funcionar cuando se retiran las organizaciones que apoyaron su desarrollo inicialmente, lo que plantea la necesidad de repensar el esquema del diseño e implementación de dichos sistemas, en busca de alternativas operativas que perduren en el seno de las agrupaciones locales.


Figura 2. Horno con tecnología de “tapa” en funcionamiento
para la producción de carbón vegetal

El caso del carbón vegetal en Calakmul

En Calakmul, Campeche, se encuentra la Unión de Sociedades de Producción Rural “Carbón Vegetal y Biodiversidad de Calakmul” (CVBC) dedicada a la producción de carbón vegetal a partir de sus selvas ejidales (Figura 1). Con el acompañamiento del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible AC (CCMSS), CVBC se encuentra en proceso de desarrollo e implementación de un sistema local de evaluación y monitoreo, con un enfoque de construcción participativa y aprendizaje sobre la acción (Figura 1).

Esta sociedad, integrada por 84 productores de carbón vegetal, campesinos de la región, aprovecha sus bosques ejidales para la obtención de leña que luego convierte en carbón. Para ello, emplean prácticas de manejo de bajo impacto ambiental y principios de organización social que buscan la gobernanza de sus recursos forestales (Figura 2).

CVBC funciona bajo el esquema de empresa social, en el que la asamblea de delegados tiene el poder de decisión. Una gerencia integrada por un profesionista –jerárquicamente por debajo de la asamblea– cumple la función de asesorar técnica y administrativamente a la sociedad, sin tener voto en la toma de decisiones (Ver organigrama).


Figura 3. Organigrama de CVBC

El desarrollo del sistema de monitoreo de CVBC se inició con el espíritu de lograr una amplia participación de los socios, apostando a que este involucramiento favorecería la apropiación de la herramienta, y su adopción aun cuando el CCMSS no acompañara directamente a la sociedad. Así comenzó la construcción participativa, tomando como objetivo rescatar los aspectos fundamentales para el funcionamiento del proyecto de acuerdo al modelo impulsado por el CCMSS: el de la gestión comunitaria de los bosques. Sin embargo, durante el diseño y construcción del sistema de monitoreo se encontró que esta participación, posiblemente dada la etapa inicial en que se encontraba la sociedad, sería forzosa e infructuosa, en la medida que requeriría que los productores atravesaran una curva de aprendizaje muy pronunciada. Y, como más tarde se determinó, innecesaria.

La experiencia de monitoreo con CVBC

El proceso de diseño y construcción participativa del sistema de monitoreo de CVBC consistió, inicialmente, en un contacto frecuente con los productores y visitas a las áreas de producción para ganar entendimiento sobre el proceso productivo, sus fases, implicaciones y las formas de organización local existentes. Paralelamente se llevó a cabo el planteamiento teórico del sistema de monitoreo, tratando de rescatar aquellos elementos que condujeran a la generación de una herramienta útil para los actores locales. Luego se realizaron talleres de sensibilización en los que se buscó transmitir a los productores en qué consiste un sistema de monitoreo, haciendo hincapié en su utilidad.

Entre los principales argumentos se planteó que un sistema de monitoreo sistematiza la información derivada de los conocimientos, percepciones y prácticas locales, así como del impacto que éstas tienen en el entorno. La disposición de esta información de manera sistematizada, permitiría 1) a los grupos locales, una toma de decisiones informada, y 2) a los tomadores de decisiones externos (por ejemplo, las instancias oficiales), conocer la información local disponible y actuar acorde a ella (en todo caso, contar con información sistematizada hace que sea más difícil ignorarla). Asimismo, el sistema de monitoreo brindaría una plataforma para la rendición de cuentas interna, abonando el atributo de transparencia que se busca en las empresas sociales.

Se expresó que contar con un sistema de monitoreo permite ser una región inteligente, que aprende de la relación económica, social y ambiental con su entorno, y facilita el análisis de los problemas que surgen al contar con un respaldo de información de calidad. Finalmente, se señaló que la información obtenida a través del monitoreo constituye una herramienta para la negociación con otros agentes; por ejemplo, instancias de gobierno, iniciativas privadas, asociaciones civiles. Y a la vez brinda argumentos para la discusión. Esto último se ha visto en otras regiones tropicales donde se han establecido sistemas locales de monitoreo.

En Laos, por ejemplo, ubicado en el sureste asiático, se utilizó información cuantitativa sobre la cosecha de cardamomo para discutir con las autoridades si el área de cosecha establecida en los planes de uso de suelo era suficiente. En el caso de Calakmul, se puede utilizar la información que se recabe con el sistema local de monitoreo para sugerir modificaciones de las Unidades de Gestión Ambiental que establecen los usos sugeridos del territorio de acuerdo a los usos actuales y a información técnica definidas en el Ordenamiento Territorial Municipal (IDESMAC 2012). Así, el sistema local de monitoreo ofrecería la oportunidad de interactuar y colaborar con instancias de gobierno y las áreas administrativas oficiales a cargo del manejo de recursos naturales.

En las sesiones de sensibilización con CVBC se buscó rescatar desde el punto de vista de los productores los aspectos más relevantes y prioritarios a ser medidos. Con base en esta información, se definieron indicadores que respondieron también al planteamiento conceptual del manejo comunitario de las selvas impulsado por el CCMSS.

Una vez que se comenzó a establecer el sistema de monitoreo de CVBC (se inició con el registro de datos de la actividad productiva), se encontraron algunos obstáculos: los formatos diseñados para registrar la información eran poco prácticos para ser usados por los campesinos; los indicadores que no estuvieran relacionados directamente o de forma muy clara con aspectos productivos y económicos fueron más difíciles de ser aceptados por los productores; el levantamiento de datos no pudo articularse bien desde un principio, y no se fraguó la construcción conjunta del sistema de monitoreo.

Así, se hizo evidente la necesidad de repensar el esquema de diseño e implementación del sistema local de monitoreo, buscando una interacción más fructífera entre los productores, la gerencia de CVBC y el CCMSS.

La clave: lograr la apropiación

A partir del proceso vivido con CVBC, se entendió que un factor clave para poder desarrollar un sistema de monitoreo local y participativo es la apropiación del mismo por parte de los productores. Para que esto sea posible, son necesarios varios elementos, a saber: 1) que exista una cesión de responsabilidad en el manejo de los recursos naturales; 2) que los actores locales se involucren desde el principio en su diseño y en todas las fases de desarrollo del sistema de monitoreo; 3) que se definan indicadores de manera legítima y que sean factibles de medir; 4) que los actores locales puedan visualizar y comprender la utilidad del sistema de monitoreo; 5) finalmente, que exista una participación efectiva.

Monitoreo en el esquema de empresa social

Para que la participación sea efectiva, es preciso contar con la capacidad técnica que permita una intervención activa en los procesos de toma de decisiones. Éste fue un punto medular en el cambio del planteamiento del sistema local de monitoreo de CVBC, encontrándose que el esquema de empresa social sería una vía factible para la operación de este sistema. El nuevo enfoque para su desarrollo consistió en una redefinición del carácter de la participación de los productores, dejando en manos de la gerencia y, en esta etapa inicial, del CCMSS, la definición de indicadores y aspectos operativos del sistema de monitoreo, para que luego fueran sometidos a validación por la asamblea (Tabla).

De esta manera, los productores no requieren especializarse, por ejemplo, en el llenado de formatos complejos, ajenos a las formas en que acostumbran llevar registros; sino que conocen la herramienta (el sistema de monitoreo), se apropian de su utilidad y participan en la colecta de información –utilizando sus formas de registro–, quedando en manos de la gerencia la sistematización y análisis de los datos que son presentados en asambleas para utilizarse en la toma de decisiones.

Transmitir la utilidad de contar con un sistema de monitoreo puede resultar difícil en un inicio cuando aún no arroja resultados. Sin embargo, es posible favorecer su apropiación local durante el proceso de diseño, implementación y evaluación. De esta forma se abren las puertas a una integración de conocimientos aportados por los productores y a los conocimientos provenientes de las instancias técnicas que acompañan a una agrupación local determinada. El resultado será, sin duda, un proceso de enriquecimiento mutuo, con mayores posibilidades de generar una herramienta útil y factible de adoptar por los grupos locales. Algo muy necesario en muchísimas partes de México y el mundo donde se busca el aprovechamiento racional, sostenible, de los recursos naturales, y en beneficio de quienes viven en las zonas donde existen tales recursos. El ejemplo de Calakmul bien vale la pena ser valorado y aprovechado con sus pros y sus contras. Nada mejor que aprender y asimilar, en cada caso y con sentido crítico, de las experiencias ajenas.

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