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De los 5 estados donde habrá votación, Florida y Ohio son los premios más deseados

Precandidatos insurgentes se juegan el futuro en las primarias de hoy en EU
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 15 de marzo de 2016, p. 19

Nueva York.

La insurgencia electoral dentro de los dos partidos nacionales enfrenta un momento crítico en las contiendas entre los precandidatos presidenciales en cinco estados este martes. La cúpula republicana busca desesperadamente frenar a Donald Trump, mientras la reina del Partido Demócrata pretende descarrilar al socialista democrático, quien inesperadamente amenaza su corona.

Florida y Ohio son los premios más deseados de la contienda este martes, y para los republicanos representan algo tan grave como vida o muerte para dos precandidatos, y peor, tal vez para el propio partido, ante lo que su cúpula afirma que podría ser un desastre. Para los demócratas, aunque no es igual de grave la cosa, Ohio podría definir si la insurgencia de Bernie Sanders continuará hasta la convención nacional del partido en el verano.

Los otros tres estados que realizan contiendas también pueden figurar para definir el futuro de ambos partidos: Illinois, Misuri y Carolina del Norte.

Esta etapa de las contiendas se lleva a cabo con batallas multimillonarias de publicidad, batallas en la movilización de los respectivos ejércitos de cada precandidato para promover el voto, pero también –algo no visto en unas cuatro décadas– batallas físicas en las calles y en actos de campaña.

La retórica violenta de Trump –que incita a enfrentamientos al hablar repetidamente de que los que se atreven a protestar en sus actos deben ser tratados a golpes– ha generado un clima peligroso denunciado por sus contrincantes en ambos partidos y en algunos de los grandes medios de este país (incluido el New York Times hoy). Más aún, reporteros siguen siendo amenazados, empujados y hasta escupidos por fanáticos de Trump en los actos de campaña. Peor aún, ese mensaje ha generado una serie de incidentes violentos contra latinos, afroestadunidenses y musulmanes en varias esquinas del país, lejos de los actos públicos.

Pero a la vez también se está generando una respuesta cada vez más diversa, sobre todo entre jóvenes, para enfrentar a Trump y su retórica. En la Universidad de Illinois, en Chicago, la semana pasada, una extraordinaria alianza de estudiantes latinos (algunos ciudadanos, otros inmigrantes incluidos indocumentados), musulmanes, afroestadunidenses (algunos del movimiento Black Lives Matter) y blancos rodearon las calles afuera de un acto de Trump en la arena universitaria, mientras cientos más ingresaron a la sede, lo que obligó a Trump a cancelar, la primera vez en memoria reciente que algo así ha sucedido en una campaña.

Hubo enfrentamientos físicos, sobre todo cuando los manifestantes empezaron a corear triunfalmente: hemos clausurado a Trump y otros cantaron Alright, del rapero Kendrick Lamar, que se ha vuelto un himno para Black Lives Matter, pero en general todo se logró en calma.

Cientos se han seguido infiltrando en los actos masivos de Trump en los últimos días para interrumpirlo en cada ocasión, algo que ha generado gran irritación del precandidato, quien acusa a los demócratas, pero sobre todo a Sanders, de ser los responsables de estas protestas.

Los republicanos

Se han invertido millones de dólares en esfuerzos por frenar a Trump, por agrupaciones de la cúpula republicana en Florida y en Ohio, donde figuras de la cúpula como el ex candidato presidencial Mitt Romney y el ex presidente de la Cámara de Representantes John Boehner acompañan hoy al precandidato presidencial John Kasich, gobernador de Ohio, para hacer todo lo posible para que gane su propio estado este martes. Kasich, ante la inesperada debilidad de la campaña de Marco Rubio, es una de las últimas esperanzas de la cúpula contra la amenaza de Trump. Por ahora en las encuestas tiene una leve ventaja, pero el consenso es que si Kasich no logra ganar Ohio, ello marcará el fin de su campaña.

Por su parte, Rubio, la otra última esperanza de la cúpula, enfrenta lo que posiblemente será su última batalla en este ciclo electoral. Igual que Kasich, para mantener viable su campaña tiene que ganar en casa, Florida. Pero las encuestas indican que será derrotado por Trump.

Si Trump gana tres o cuatro de los estados en juego este martes implicará que la cúpula ya poco podrá hacer para descarrilarlo antes de la convención nacional en el verano.

Si Kasich y Rubio pierden, la contienda republicana se reducirá a una batalla entre Trump y el senador ultraconservador Ted Cruz, quien por ahora está en segundo lugar.

Existe una buena posibilidad de que ningún precandidato llegue con la mayoría de los delegados, lo cual podría llevar a una convención negociada que podría generar no sólo caos, sino –en caso de que Trump sea coronado– una implosión del partido.

El número de delegados obtenidos hasta ahora: Trump 460, Ted Cruz 369, Rubio 163 y Kasich 63. Se requiren mil 237 para ganar en la convención republicana.

Los demócratas

El triunfo de Sanders en Michigan la semana pasada es considerada una de las sorpresas más grandes en la historia de las elecciones primarias. Clinton contaba con una ventaja de más de 10 puntos –en algunas encuestas más de 20– días antes de ese concurso. El analista Nate Silver, especializado en estadísticas y sondeos del New York Times, pronosticó que la probabilidad del triunfo de Clinton en Michigan era de 99 por ciento. Perdió, según los que evaluaron cómo podrían estar tan equivocadas casi todas las encuestas, tanto por la ola de apoyo de los jóvenes como por la respuesta a su mensaje contra los acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que han sido factor en la devastación del sector industrial en el centro del país.

Ahora Sanders está apostando a repetir el triunfo en Ohio, lo cual sería un serio revés para Clinton, cuyo esposo promulgó el TLCAN, mientras ella sólo muy recientemente decidió expresar su oposición al ATP. Tal suceso, según analistas, llevaría a que Sanders continuara su campaña hasta el fin de este proceso.

Aunque Clinton goza de amplias ventajas y probablemente ganará Florida y Carolina del Norte, enfrentará batallas cerradas frente a Sanders no sólo en Ohio, sino también en Illinois y Misuri.

El número de delegados obtenidos en las contiendas hasta ahora son 767 para Clinton contra 553 para Sanders. Sin embargo, Clinton cuenta con 467 superdelegados frente a sólo 26 de Sanders. Los 712 superdelegados son líderes del partido y pueden cambiar su preferencia cuando lo deseen. Se requieren 2 mil 383 delegados para ganar.