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Ensalza las relaciones diplomáticas del país asiático con México

Montan en Vietnam la exposición Complicidades: Diego y Frida
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de febrero de 2016, p. a11

Hanoi.

Una exposición fotográfica sobre la vida de los artistas Diego Rivera y Frida Kahlo en Ciudad Ho Chi Minh establece otro vínculo entre México y Vietnam al saludar el Año Nuevo Lunar o Tet (8 de febrero).

También se suma a las actividades por el aniversario 43 de la firma de los acuerdos de paz de París (27 de enero de 1973) y al 41 del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países (19 de mayo 1975), explicaron fuentes de la embajada.

Abierta hasta el 20 de febrero y titulada Complicidades: Diego y Frida, la exhibición presenta la cercanía de la pareja en el contexto social, político y cultural de la primera mitad del siglo XX, y ayuda a los visitantes a conocer mejor la historia y cultura de México.

La exposición incluye imágenes captadas por fotógrafos anónimos y reconocidos, como Hugo Brehme, Agustín V. Casasola, Nacho López, Lucienne Bloch y Tina Modotti, en momentos claves de la vida de Frida y Diego, referentes a su compromiso político y sus aspiraciones profesionales.

Varias fotos también ilustran el momento fundacional del México del siglo XX, la Revolución de 1910.

De acuerdo con las fuentes, se espera que esta muestra fotográfica, inaugurada el 20 de enero en el Museo de Vestigios de Guerra de Ciudad Ho Chi Minh, llegue a otras ciudades vietnamitas.

Combinación creativa

Diego Rivera (1886-1957) fue un muralista famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos.

En 1922, luego de pasar una larga estancia en Europa, comenzó a pintar su primer mural, llamado La creación, en el Anfiteatro Simón Bolívar de la escuela Preparatoria Nacional.

En 1928, mientras trabajaba en una serie de obras para el edificio de la Secretaría de Educación Pública, Kahlo (1907-1954) se animó a visitarlo con el propósito de mostrarle sus propios trabajos, los cuales impresionaron a Diego.

Los pintores contrajeron matrimonio en agosto de 1929 y, unidos en la aspiración de hacer del arte un instrumento de transformación social, sus vidas combinaron actividades militantes comunes y procesos creativos individuales.

La búsqueda de una estética basada en la identidad nacional mexicana, su pasión por el arte precolombino y las expresiones de la creatividad popular, así como su activismo en la educación y las amistades mutuas, confluyen en la construcción de las complicidades que marcaron sus años juntos.