Luego del triunfo de la jornada anterior ante el Atlas, las Águilas se desplomaron y cayeron 1-4 ante Pachuca, en un estadio Azteca que se ha convertido en su infierno, el lugar más complicado para sumar tres puntos desde que los conduce el técnico Ignacio Ambriz. En contraste, los Tuzos confirmaron que este inmueble les sienta de maravilla, en duelo en el que Óscar Pérez se convirtió en el más longevo en jugar en este inmueble.

La elegancia y fino toque del uruguayo Brian Lozano pronto quedaron opacados por el mejor juego de conjunto que desplegó el cuadro hidalguense, acostumbrado a moverse como pez en agua en el coloso de Santa Úrsula.

El uruguayo de 19 años, la joya que el América quiere hacer brillar, inició por primera vez y antes del silbatazo de arranque tomó un balón y lo pateó a la tribuna en una especie de ritual. Al minuto siete cobró un tiro directo que impactó en el larguero y que picó favorable en la ubicación del arquero Óscar Pérez.

Pero apenas duró 15 minutos el dominio de los amarillos, porque los Tuzos –con marca favorable en sus recientes visitas al Azteca– hicieron alarde de velocidad hasta que al 18 Óscar Murillo remató de forma descompuesta, pero Ventura Alvarado hizo un desvío accidental y la pelota entró para el 0-1.

Al minuto 25 al Pachuca le anularon por supuesto fuera de lugar un gol de Jonathan Urretaviscaya. La marcación fue polémica porque el jugador uruguayo parecía habilitado por Alvarado.

No obstante, un par de minutos después estaban los Tuzos pisando con soltura y confianza el área enemiga. Érick Gutiérrez soltó un riflazo que se le indigestó al portero Moisés Muñoz; el balón rebotó hacia el frente, donde llegó puntual el colombiano Franco Jara para decretar el 0-2, al 27.

América se volcó al frente mientras el conjunto hidalguense se esforzaba por adelantar líneas. Darío Benedetto estuvo cerca de conectar con la cabeza y rematar a bocajarro, pero no llegó a la cita con la pelota. Enseguida, Oribe Peralta intentó controlar cuando parecía ideal un tiro sorpresivo, pero su titubeo permitió reaccionar al arquero Pérez.

El Conejo, quien el 1º de febrero cumplirá 43 años, salió airoso en esa acción, aunque después recibió cartón amarillo por hacer tiempo. En general, el veterano jugador se vio seguro, resguardado detrás de las torres Murillo y Omar González.

La imagen de un Ambriz nervioso y preocupado ya es común en el Azteca. El timonel decidió sacar a Osvaldo Martínez y mandó al campo a Darwin Quintero.

Las Águilas no encontraban la ruta al frente, hasta que al 70 Rubens Sambueza aprovechó un descuido y sorprendió con un cañonazo desde fuera del área. Fue un zurdazo imposible de contener para Pérez, que despertó el entusiasmo de la afición.

Al 86 los Tuzos sellaron su triunfo. En un vistoso contragolpe Franco Jara cedió a Botta y éste trazó hacia Hirving Lozano, quien definió exacto; la pelota entró pegada al poste derecho de Muñoz. El público americanista comenzó a salir del estadio y muchos ya ni vieron el cuarto tanto rubricado por Víctor Guzmán, quien vio adelantado al guardameta americanista y clavó el gol al 92.

Las Águilas se quedaron con cuatro puntos, mientras Pachuca llegó a siete luego de tres fechas del Clausura 2016.

Alonso dijo que la victoria la dedican al Conejo Pérez, quien debutó hace 23 años en este inmueble. También aseguró que no le sorprende el triunfo porque se han preparado a conciencia y Pachuca tiene grandes jugadores: Hay que ser humilde y cauteloso.

Respecto del buen desempeño de los Tuzos en el Azteca, comentó: Esperemos que todos los campos nos sienten como aquí, tuvimos la valentía de venir a atacar ¡y también a defender!, ojalá podamos seguir creciendo.

Señaló que respetan mucho al América y a su entrenador: Creo que tiene todo para salir adelante.

Por su parte, Ambriz inició la rueda de prensa ofreciendo disculpa a la afición. Dijo que espera otra semana tormentosa y admitió la realidad: Hemos dejado ir cinco puntos en casa.

El técnico señaló: No fuimos capaces de ganar otra vez aquí. Con los cambios el equipo mejoró pero también cometió errores. No jugamos como contra Atlas: compactos, cortos... Me parece que el plantel no estaba, cuando arrancó lo sentí frío, como sobrellevando el partido. No estuvo a la altura.

No obstante, se dijo tranquilo por el compromiso de los jugadores y hemos mejorado pero falta mucho, de visitantes lo veo más suelto; algo tengo que hacer, a lo mejor no soy capaz de motivarlos en las charlas.