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Entrevista con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de enero de 2016, p. 2

El cártel de Sinaloa es totalmente otro desde que el gobierno aprehendió por primera vez a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y comenzó a golpear sus estructuras financiero-logísticas. La prueba, dice el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, es que la primera vez nos tardamos 13 meses (en detenerlo), y ahora nos tardamos menos porque su red de protección también había disminuido.

Lo que dibuja Osorio Chong es un nuevo escenario del crimen organizado. En Michoacán, por ejemplo, ya sólo hay grupos pequeños; se está desarticulando al cártel de Jalisco y los Zetas están pulverizados.

Cuando dicen que si se va puede decir algunas complicidades de los de acá, este gobierno no tiene problema: si señala a alguien, que lo señale, seguramente no será de este gobierno, y si lo hace no tendrá con qué comprobar, porque hemos demostrado que hemos aplicado la ley, que lo hemos detenido en dos ocasiones y vamos a evitar obviamente su fuga

El ex gobernador de Hidalgo niega que la catarata de filtraciones que siguió a la tercera captura de El Chapo sea obra del gobierno y atribuye la vapuleada credibilidad de esta administración a los nuevos modelos de comunicación a los que dio lugar el Internet.

Osorio Chong habla en extenso de la captura de Guzmán Loera y sus secuelas. Rechaza que hubiese triunfalismo del lado oficial y asegura que la aprehensión no fue ninguna casualidad (los alimentos que ingresaron a la casa donde se escondía fueron la confirmación de su presencia), sino resultado de un minucioso trabajo de inteligencia.

En los próximos días, informa, la Procuraduría General de la República (PGR) presentará información sobre los inmuebles y empresas de El Chapo para probar que sí se ha trastocado su actividad financiera y logística.

Aunque rechaza que la vanidad cinematográfica de Guzmán Loera haya sido un factor esencial en su captura, asegura que la PGR indagará si la actriz Kate del Castillo tiene alguna responsabilidad legal, independientemente de que en la sociedad no cayó bien que ella estuviera tratando con alguien que ha lastimado a muchas familias.

¿El 2018 en el horizonte?, se le pregunta. A un político, dice, le hace mal estar pensando en una siguiente responsabilidad.

–¿Por qué las filtraciones de información que debería estar en el expediente judicial?

–Hemos venido dando toda la información a la mano, para evitar incluso lo que algunos quisieron desviar: primero de que si era o no era (El Chapo); segundo, cómo se hizo el operativo; tercero, si había sido una casualidad. Ninguna tiene sentido ni argumentos sólidos.

“La filtración de las conversaciones que, por supuesto, irán al expediente y a la averiguación, no es una línea del gobierno. Lo que ha venido dándose a otros medios, a las televisoras, sí, por supuesto. Los más preocupados en que no se desvíe con datos que puedan lastimar el debido proceso, y luego le demos pretextos al delincuente o sus abogados, somos nosotros.

En unas cosas hemos sido abiertos y claramente quien ha dado la información es el gobierno. En otras, ha habido filtraciones que se están averiguando y que por supuesto vamos a saber y a señalar quienes las hicieron.

–¿Hasta algo de lo filtrado que pudiera afectar el proceso?

–No. Creo que se ha cuidado mucho. Yo soy muy cuidadoso respecto de la apología del delito. Desde que llegamos al gobierno me opuse a lo que se hacía en la otra administración, presentarlos y hacer un show. Nosotros los presentamos para que lo vean todo e inmediatamente después se va al Altiplano.

–Si habla ahora de desmantelar las capacidades financiero-logísticas del Cártel de Sinaloa, ¿no se hizo luego de las dos capturas anteriores?

–Lo que va a presentar la PGR en unos días no se podría haber hecho de la noche a la mañana, es algo que se siguió haciendo cuando estuvo en la cárcel. Inmediatamente conocimos propiedades, empresas, su actividad logística y sus nexos con otros delincuentes. No es que porque ahora lo detuvimos lo vamos a hacer, no. Lo verán y se darán cuenta de una cantidad importante de inmuebles, de empresas, de que sí se ha trastocado su actividad financiera y logística. Ese cártel es otro, totalmente. Tan es así que la primera vez nos tardamos 13 meses (en detenerlo), y ahora nos tardamos menos porque su red de protección también había disminuido.

–Una señora de Apatzingán le dijo a Alfredo Castillo que esperaba que no hubiese sólo un cambio de diablo. Por lo que vemos en Michoacán parece que ahora hay muchos diablillos. ¿No es la hora de replantear toda la estrategia?

–No. A veces no se ha tenido la capacidad de informar adecuadamente. En Michoacán el descabezamiento los ha disminuido (a los templarios): ahora son otros y dedicados a otras cosas. No eran los que tenían cooptadas a las autoridades, que se dedicaban ya a manejar empresas, hoy no. Todo ha cambiado en Michoacán. Todavía podemos enfrentarnos a unos u otros delincuentes, pero no tiene nada que ver con lo que existió.

–O sea que ya no hay quien controle el hierro, la madera…

–No, todavía tenemos algunas cosas que ver, sobre todo en minería; no puedo decir que ya esté solucionado todo, pero las cosas son completamente diferentes. Lo que sí es cierto es que hay un cártel que ganó de la operación en Michoacán, el cártel Jalisco nueva generación, cuya operación estamos desmantelando. Y en Tamaulipas y Veracruz hemos detenido también a los más importantes, y con eso su operación es completamente diferente. No digo que dejan de existir, sólo que se mina la posibilidad que tenían antes de libertad para el trasiego de droga y muchas otras actividades.

–Estudios serios demuestran que a la caída de una cabeza sigue más violencia.

–Sé lo que se dice, pero también puedo tener argumentos completos y sólidos para decirles que ya ninguna de estas organizaciones… Los famosos Zetas están no solamente descabezados, sino diría que hasta pulverizados, ya no tienen presencia en las zonas donde la tenían sólo hace tres años, cuando se atrevían a amenazar al propio gobierno. Su operación ahora es mínima y ya ni siquiera se ve un liderazgo importante. Es decir, sí estamos avanzando. Se captura a los más importantes, a los más violentos, a los que generaban muchas pérdidas de vidas, y eso se nota en las estadísticas. Por eso sería contrario a los que dicen que solamente estamos descabezando y están saliendo más y más grupos aunque sean pequeños.

–Guerrero: 65 muertos en los primeros días del año. Secuestros, asesinatos, Acapulco en el top ten de las ciudades más violentas del mundo. Todo, con más de un año de avasalladora presencia federal.

–Como estado es una de las asignaturas pendientes. En Guerrero encontramos otro tipo de problemas, que se generaron por 15 años que se dejaron pasar. Tenemos que ir viendo zona por zona del estado. Sí creo que hay que observar que las cifras son totalmente diferentes, sin embargo, Acapulco todavía está en ese top, pero región por región hemos venido solucionando la problemática.

–Hubo un repunte de los homicidios.

–¿A escala nacional? Sí, mínimo, pero al fin repunte.

–Y en estados como Guerrero…

–Que nos va a hacer llegar al mismo porcentaje del año pasado, o sea, ya no seguimos bajando. Por eso le digo al Poder Legislativo, ayúdennos, porque sí necesitamos que haya policías estatales que ayuden aún más a bajar los índices delictivos. Nosotros ya los bajamos de una manera significativa, pero si no hay instituciones en los municipios, pues tampoco tiene la capacidad el gobierno de la República para hacer presencia municipio por municipio en algo que les corresponde a los estados.

–Cuando un hijo reprueba una materia nadie, ni él mismo, espera ser felicitado cuando la aprueba. ¿No pecaron de triunfalismo en la recaptura?

–Era una afrenta contra el Estado mexicano. Y creo que así como se nos señaló, justamente, por la fuga, minímamente teníamos que presentarlo de la misma manera. Cuando se fugó dijeron que iba a repuntar la violencia, que se iba a hacer más poderoso el cártel, y ahora que lo capturamos dicen que no va a cambiar nada. Yo les digo, todo lo contrario. Cuando se fugó, no subió la violencia, me refiero particularmente a esta zona, y ahora que lo detuvimos por supuesto que vamos a terminar de minar a este cártel para que deje de ser la amenaza que hasta hace poco era.

–De la fallida entrevista de Sean Penn, rescato la frase de Guzmán Loera: El día que yo no exista no va a mermar lo que es nada el tráfico de drogas. ¿Cambiará algo, disminuirá la violencia, cambiará algo en el trasiego?

–Lo que hemos reducido la violencia es impresionante. Nos dejamos de acordar de colonias y bulevares donde había enfrentamientos cotidianos. ¿En cuántos estados quiere que le comente? ¿En 15? Ha disminuido de manera importante. ¿Y sabe quiénes eran las personas que entraban en esas listas de homicidios dolosos vinculados con la delincuencia organizada? Civiles. Hoy se ha disminuido de una manera muy importante.

“Cuando decimos que hacemos uso de sistemas de inteligencia es porque los estamos capturando prácticamente sin enfrentamiento, por ejemplo, los últimos de Tamaulipas.

No quiero decir que mañana no puede haber otro enfrentamiento. Pero el estilo y la estrategia son totalmente diferentes, de una gran coordinación, es evitar solamente poner una patrulla o andar persiguiendo a los delincuentes, es hacer sistemas que nos permitan conocer sus operaciones, quiénes participan, cómo lavan su dinero.

–Una versión que corre, por ejemplo en la página de los veteranos de inteligencia de EU (Sofrep) es que no iban por El Chapo, sino por su jefe de sicarios.

–No, por supuesto que no. No hubiéramos irrumpido como lo hicimos en esa casa y no hubiéramos puesto, como se hizo, policías en las salidas del drenaje desde antes si no hubiéramos considerado que El Chapo estaba ahí.

“Conocíamos perfectamente la construcción y cómo se habían conectado al drenaje, que tenía muchas salidas. Sabíamos que ahí estaba. Fue creciendo la posibilidad, por muchas características que teníamos en la información, hasta de la alimentación, con eso acabamos de confirmar que estaba él ahí.

“Sé que se está diciendo que si íbamos por el otro, no, íbamos por el capo y nos encontramos al otro. Es totalmente al revés. Y qué bueno que lo encontramos, porque era un criminal muy peligroso, muy violento, por eso lo teníamos en los 122 (se refiere a Orso Iván Gastélum, El Cholo).”

–Ya van sobre lo financiero-logístico. ¿Y las redes de complicidad con policías, políticos, militares, que le permitió operar tantos años y fugarse?

–Todo se le pregunta a este criminal, y todo quedará en actas. Si hay señalamientos sobre involucramiento de cuerpos de seguridad, de políticos o de quien sea, por supuesto que lo daremos a conocer. Ni en la ocasión pasada ni en esta ha hecho algún señalamiento al respecto. No ha dado a conocer ningún vínculo. Lo que sí nos ha dado a conocer es quiénes eran parte de su grupo delictivo, y eso lo hemos ocupado muy bien.

–En el tema de la extradición parece que el gobierno está como el cohetero: mal si lo hace y mal si no lo hace.

–Si lo hace es debilidad, si no lo hace es un error. En las llamadas cotidianas que tenemos con funcionarios de Estados Unidos –conmigo (Jeh) Johnson, por ejemplo– no aparece el tema como prioritario, por aquello que comentan de que si hay o no presión. Ellos saben que hay un proceso de una juez, que se inició ya hace muchísimo tiempo. Vamos a tener información importante para resolver lo que este criminal hacía en nuestro país. Lo han pedido y, si pasa el proceso legal correspondiente, no tenemos ningún inconveniente. Este criminal es muy notorio, pero hay otros muy relevantes que ya se entregaron porque Estados Unidos también está cooperando con nosotros.

Cuando dicen que si se va puede decir algunas complicidades, este gobierno no tiene problema: si señala a alguien, que lo señale. Seguramente no será de este gobierno, y si lo hace no tendrá con qué comprobar, porque hemos demostrado que hemos aplicado la ley, que lo hemos detenido en dos ocasiones y vamos a evitar obviamente su fuga.

–¿Continúa la investigación sobre la fuga? Están presos funcionarios menores, ¿hasta ahí va a llegar?

–Es que son los que tuvieron que ver y tuvieron algún grado de responsabilidad, de participación o de omisión. Son los que tiene detenidos la PGR. No tenemos por que detener a quien no tuvo nada que ver, no estamos generando chivos expiatorios.

–Usted da muy buenos números. Pero no se expresan en la credibilidad del gobierno. Algunas encuestas recientes, tras la captura, revelan que tres de cada cuatro no tienen buena opinión de este gobierno; y una proporción similar piensa que el gobierno no tiene control de lo que sucede en el país. ¿Cómo explica esta percepción ciudadana?

–Si revisamos cada una de las asignaturas que le corresponden al gobierno federal, vemos que hemos avanzado de manera muy importante. Tema educativo: ¿quién se atrevió a tocar a quienes administraban la educación en algunos estados? Fue este gobierno. ¿Quién quitó a los comisionados sindicales? Este gobierno. En el tema energético, es este gobierno el que hace una reforma, el que llega a un acuerdo con el sindicato, el mismo que quisieron hacer hace 30 años. En el tema de infraestructura vamos a hacer un aeropuerto que no pudieron sacar 12 años atrás.

“En cada uno de los temas puedo hablar de lo que se ha logrado, incluso en el tema financiero. Mientras otras economías están sufriendo, nosotros tenemos estabilidad. Nos ha tocado un momento muy complejo con el precio del petróleo, pero tenemos la tasa más baja de inflación de los últimos 30 años, empleo a la alza. Creo que es un tema de percepción, derivado de un problema de los nuevos modelos de comunicación. Si asesinas a alguien en una comunidad en Yucatán, se enteran en Baja California gracias a las redes, y entonces se genera esa percepción negativa. Pero si nos ponemos a observar mi tema (seguridad), verán que los índices están mucho más bajos.

Tenemos que seguir trabajando con mucha humildad para entregar mejores resultados y también ver el tema de comunicación, porque creo que eso ha sido muy complejo poderlo explicar a la sociedad.

–¿Qué le parece la especie de que a El Chapo lo vencieron sus afanes cinematográficos?

–No estoy de acuerdo. Qué fácil sería entonces detener a todos los delincuentes. No, de ninguna manera. Creo que se sintió cómodo en la zona donde siempre había estado, pero hay sistemas de inteligencia que hoy pudieron actuar de mejor manera. Nunca se le perdió la pista, se reconstruyó todo su recorrido desde que abandonó la cárcel. Creo que hay que reconocer a nuestras instituciones. Decir que solamente porque le ganaron esas ganas no corresponde a todo el trabajo de investigación que se hizo.

–¿De dónde sale el linchamiento mediático contra Kate del Castillo?

–De una participación que para muchos no es lo correcto ni lo conveniente. Yo no la califico, simplemente la procuraduría habrá de ver si hay una violación de la ley, pero creo que en la sociedad no cayó bien que ella estuviera tratando con alguien que ha lastimado a muchas familias.

–Cuando la fuga, usted dijo: Los momentos de crisis no son para renunciar. ¿Los momentos de triunfo son para pensar en 2018?

–No, no, no. Cuando se tiene una responsabilidad uno tiene que estar pensando en ella. Lo que luego hace mal a un político es estar solamente pensando en la posibilidad de una siguiente responsabilidad. Lo digo con mucha seriedad: he asumido esta responsabilidad sabiendo el tamaño de esta secretaría, el reto que es. Para muchos sería fácil que no estuviera el tema de seguridad en esta secretaría: yo digo qué bien se hizo que el tema de seguridad esté aquí. Se corren riesgos todos los días, señalamientos, que se diga que es responsabilidad de la secretaría todo lo que pasa, aunque sea en otro ámbito. Lo asumo, pero tengo una responsabilidad y quiero sacarla adelante.

Encontramos un país verdaderamente en esa guerra de la que tanto se ha hablado y que hoy ha dejado de estar la violencia, que era lo cotidiano en los medios.

–Cuando ustedes entraron al gobierno más bien el tema desapareció de los medios, o por lo menos se bajó mucho el volumen.

–La forma de presentar en los medios de comunicación (a los capos capturados), lo hacían hasta aspiracional. Me opuse a ello. Nunca les dije que no siguieran contando el número de muertos, nunca les dije que ocultaran lo que pasaba. Muchos medios siguieron con su famoso ejecutómetro. Nunca me he opuesto. Lo único que hice fue decirles, a los medios y a los grupos de la sociedad civil: en lugar de estar disputando cifras veamos cuál es nuestra realidad, y lo hicimos. Hoy la disputa por las cifras ya no es disputa.

“Dos, les dije: no hagamos apología del delito, que nuestros jóvenes estén viendo que pareciera ser una gracia ser delincuente. Ustedes recordarán que algunos delincuentes volteaban a la cámara, se reían y retaban a la autoridad. Ahora se presenta lo que se tiene que presentar. Y habrán visto también que ya no están embozados los policías, hoy los presentan como se debe hacer.

Los datos pueden hablar mejor de lo que yo pudiera explicarles.

Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán…

#MisiónCumplida, la expresión usada por el presidente Enrique Peña Nieto para referirse a la captura, ya hasta fue usada por la Policía Nacional de España como una suerte de mofa. Más allá de eso, ¿cuándo se podrá decir misión cumplida en Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán y tantos otros casos?

–Pues si quiere vamos uno por uno. En el caso Tlatlaya hay detenidos y están en un proceso judicial. Es un enfrentamiento que se da, entre delincuentes y soldados, y eso está bien validado. Se ha señalado que hubo excesos y hay detenidos. Le faltó comentar el de Zacatecas.

–Calera.

–Sí, en el que un coronel enfrenta a los delincuentes más buscados de esa zona, que la población estaba realmente intimidada por ellos, pero comete un exceso. Apatzingán se está investigando y hay una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Pero se ha demostrado que sí iban armados y que sí fueron a enfrentar a la policía. Habrá que determinar, y ya lo planteó la CNDH, los casos de una, dos o tres personas que pareciera que no fue así. No estamos escondiendo absolutamente nada.

–Ayotzinapa.

–De parte de la PGR hemos hecho todos los esfuerzos. Incluso que los delincuentes puedan escuchar a los padres de familia. ¿Qué interés de esconder absolutamente nada? Ninguno.

–Excepto si se trata de interrogar a los militares.

–Sí, porque los militares ya han sido interrogados en varias ocasiones por el Ministerio Público. Si los expertos (de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) quieren preguntar alguna otra cosa más, que sea dentro del marco de nuestra ley. Ellos tienen ciertas reservas en su presencia aquí, son coadyuvantes. No podemos permitir tampoco que se lastime a nuestras instituciones. Cuando hay responsabilidad seremos los primeros en presentarlos, cuando no la hay, no tenemos por qué inculparlos.

–En plena crisis por Ayotzinapa, Aurelio Nuño, entonces secretario particular del Presidente, dijo que no habían visto la dimensión del problema de la inseguridad.

–Recuerdo que dijo que no habíamos visto la dimensión del problema de Ayotzinapa, no del tema de seguridad.

–Le expresión fue en general.

–Habría que revisar, la verdad es que no lo sé. Teníamos un diagnóstico claro del tema de seguridad, las dificultades que íbamos a enfrentar y, por supuesto, definimos cómo hacerlo: con una gran coordinación, con uso verdadero de las tecnología en favor de la seguridad y no con otros fines, y lo hemos validado, y hemos validado el apoyo a los estados como no se daba. Era muy fácil criticar, como lo venían haciendo, señalar y no darles respaldo. Que me diga un solo gobernador que no le hemos dado todo el apoyo. Y vemos tanto cosas del orden federal como asuntos del fuero común. Las vimos siempre y las hemos atendido siempre.

–En su calidad de miembro del PRI, ¿qué impacto tendrá en los futuros comicios la aprehensión de Moreira y con esos cargos?

–Hay que esperar a ver qué es lo que se le señala y que pueda él enfrentarlo y defenderse. Creo que no puede hablarse de un partido político a partir de un solo personaje.

–Fue su presidente y en una etapa muy importante para la designación de candidato.

–Es correcto. Pero eso no puede enmarcar a todo un partido político y su militancia que, por cierto, es la más grande de este país. Hay que esperar a ver qué es lo que enfrenta pero no dejará de ser un caso personal.

Vigilar a 32 policías en lugar de a mil 800

–¿Cuál es la diferencia entre el mando único de Morelos y la propuesta de policías estatales únicas del presidente de la República?

–Mucha. En el mando único solamente el gobierno estatal pone a un liderazgo al frente de todas las policías, pero no hay control absoluto, y la policía estatal es la responsabilidad total de cada entidad, de ofrecer seguridad a todos los municipios. Cuando en un municipio se forma una policía, el crimen organizado ve quiénes son los policías, quiénes son sus familias y los amenaza, los copta e incluso los lastima.

–Por eso plantean la rotación.

–Correcto. Es la clave para evitar la cooptación y las amenazas, pero va más allá. Es una verdadera profesionalización de las policías, de capacitación y mejor pago, es una diferencia abismal. Hoy no pueden hacerse cargo los municipios. Mil 800 corporaciones, de las cuales mil 200 tienen dificultades para su conformación, para su pago, tenemos todavía en varios municipios que siguen teniendo en activo a los que no pasaron los controles de confianza, infringiendo la ley. Por eso queremos que se dé otro modelo en que sean los estados los responsables. Creo que hay mucha diferencia. Por eso este acuerdo de los gobernadores, que creo va a ayudar mucho en la negociación que estamos teniendo con el Poder Legislativo. No tenemos otro interés, desde la Federación, más que fortalecer a las policías estatales. No nos vamos a traer a la policía a escala nacional.

–En otros temas de interés para el presidente Peña Nieto no hemos visto ninguna resistencia en el Legislativo, ¿por qué este tema no ha podido salir?, ¿dónde están las resistencias?

–En los municipios, que a la vez ven a sus legisladores. Tenemos que reconocer que hay municipios, sobre todo algunos con una cantidad importante de habitantes o económicamente fuertes, que sí se han hecho bien cargo de la policía, pero sólo son unos cuantos.

“Los municipios dicen: voy a dejar de recibir esta cantidad importante de recursos que me permiten tener capacidades económicas, y que incluso muchas veces se ocupa para cosas diferentes, no para la seguridad. Entonces hay resistencias, el lobby que hacen con sus legisladores. Esta es una reforma constitucional, necesitamos dos terceras partes. Hablando del Senado, se puede lograr con PRI y PAN, con el PRD no sería suficiente. Y los que sé que tienen mayores presiones por parte de sus alcaldes son los panistas. Hoy llegaron unos gobernadores, el de Baja California Sur…

–Al que ya le firmaron los alcaldes la aceptación de la policía única.

–Están viendo que ese es el camino. El de Baja Sur, que lo acaba de anunciar, disminuyó inmediatamente los homicidios. Estaban como nunca, y a partir de que comenzaron a trabajar de esta manera bajaron significativamente los homicidios.

–El ciclo reformador que encabezó el PRI en los 90 implicó descentralización. Ahora vamos con la rueda al revés.

–Algunas cosas sirven y algunas no. Nos hemos dado cuenta de que, al paso de todos estos años desde que se hizo la reforma municipalista, el tema de la seguridad no ha funcionado. Y veo muy difícil que funcione, porque no hay capacidad económica para hacerlo, porque la duración de tres o cuatro años no permite continuidad en el esfuerzo. En muchos municipios se ocupan los puestos de policía para dar empleo, en lugar de formar instituciones. Entonces nunca vamos a acabar, por más esfuerzos que haga el gobierno federal.

–Se culpa a los municipios de ser el eslabón más débil, pero se les dejó sin recursos para hacerse cargo.

–Cuando se da el cambio de la seguridad hacia los municipios se les da con recursos. Y esos recursos, en la mayoría de los municipios, no son suficientes para tener una policía sólida y fuerte. Pero aún sin tenerla son de la idea de no soltar la policía. Creen que se les quita una fortaleza y yo les diría que les quitamos una preocupación. Se les quiere dejar una policía administrativa para las sanciones del bando de policía y buen gobierno, incluso lo de tránsito, creo que es acertado. Lo importante es el tema de seguridad, que el crimen organizado no pueda hoy observarlos, amenazarlos y controlarlos. La reforma de hace 20 años se hizo con una buena visión, pero hoy no se puede con esa reforma en el tema de seguridad.

–Si prevalece la corrupción, este modelo de policía única se puede convertir en ventanilla única incluso para los criminales.

–Es más fácil tener control sobre 32 policías que sobre mil 800.

–Tanto en el nivel estatal como en el federal también se cuecen habas. Estuvo preso el general Jesús Gutiérrez Rebollo, el zar contra las drogas.

–Sí, claro, pero es más fácil observar y evaluar a unos cuantos que a muchos jefes de policía. Hemos formado ya, en Puebla, la academia para la formación de mandos. Acaban de entrar entre 900 y mil nuevos alcaldes. ¿Sabe cuántos de sus mandos se han ido a certificar? Muy pocos. Estoy hablando de mandos nada más. ¿Sabe cuántos han pasado los controles de confianza? La diferencia es cuando tenemos 32 mandos, a los que tenemos que estar observando, con controles de confianza, internos, financieros, de movilidad personal, familiar.

Por ejemplo, Acapulco o Querétaro no han ido a la academia, no se han certificado los nuevos titulares de policía. Se me acerca el alcalde de Acapulco y pide ayuda. Le digo que se ayude para poderle ayudar, que mande a su jefe de policía a Puebla. Por eso se dan los problemas luego, como en el caso de Iguala.