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Se compromete a reforzar acciones para mejorar la seguridad en Coahuila

El Presidente entrega 2 mil 27 casas a afectados por tornado en Ciudad Acuña
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El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, durante su gira de trabajo por Ciudad AcuñaFoto Notimex
Enviada
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de diciembre de 2015, p. 12

Ciudad Acuña, Coah.

Siete meses después del paso de un tornado por esta ciudad fronteriza, el presidente Enrique Peña Nieto recorrió calles y parques de las tres colonias donde el fenómeno tuvo mayor impacto. Atestiguó la rehabilitación total de 2 mil 27 casas, para lo cual se invirtieron 207 millones de pesos.

De acuerdo con su afirmación del 25 de mayo de no abandonarlos ni dejarlos solos, de nuevo rodeado por vecinos y abrazado en todo su trayecto por niños, dijo ayer: Estamos entregando todo esto aquí reconstruido. Celebro que ustedes, en su rostro, en su alegría, sean el mejor testimonio de que estamos cumpliendo.

La imágenes de destrucción y muerte de aquel día, tras el paso del tornado en las primeras horas de la mañana, eran impactantes, inenarrables. Volaron autobuses y carros, muchas casas fueron levantadas desde sus cimientos. Murieron 14 personas y 290 resultaron heridas.

En esa oportunidad, primero por la noche y luego al día siguiente, el Presidente estuvo en las colonias Las Aves, Los Altos de Santa Teresa y Santa Rosa, en el surponiente, donde todo fue arrasado por la fuerza del viento y la tormenta. Ahí se comprometió a la reconstrucción, y hoy se acredita que hemos cumplido a esta comunidad, aseveró.

Casi todas las viviendas de estas colonias son del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). Las habitan, principalmente, trabajadores de las numerosas maquiladoras de esta ciudad. Según estadísticas, 643 casas fueron pérdida total y mil 384 tuvieron daños parciales.

Hoy, centenares de vecinos, sobre todo mujeres y niños, salieron a las calles. Agradecían las obras, narraban a Peña Nieto su tragedia y aprovechaban para hacerle saber de otras aflicciones colectivas.

Más tarde, desde un templete, el mandatario se refirió, sobre todo, a uno de éstas: Estamos trabajando también por una mejor seguridad para Coahuila y para todo México. (Este) es uno de los estados que ha mejorado sensiblemente su seguridad. Aquí, señor gobernador, varias de las tarjetitas (entregadas por la gente) todavía tocan el tema de la seguridad. Vamos a seguir cerrando filas para trabajar en favor de la seguridad de Coahuila y, de manera muy particular, de Ciudad Acuña. Y todos aplaudieron esperanzados.

Admitió haber recibido planteamientos sobre necesidades y carencias específicas. Me llevo las cartas que ustedes me han entregado, decía al micrófono mientras atendía otras demandas expresadas verbalmente.

A esta gira vino con los titulares de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos; Sedatu, Rosario Robles; Protección Civil, Luis Felipe Puente, y CFE, Enrique Ochoa Reza. Entre los elementos del Estado Mayor Presidencial, con dificultades para cumplir su misión de no permitir a la gente acercarse, los funcionarios encargados de la obra tratando de explicar, las muchachas arrobadas y coquetas, las viviendas y los parques reparados, todo aquí daba una estampa muy distinta a la de aquel lunes.

Peña Nieto pidió reconocimiento para los soldados desplegados aquel día para auxiliar a la población y para los responsables del Infonavit a cargo de la reconstrucción.

Su primer alto había sido en el parque donde se construyó un memorial para los 14 fallecidos, en honor a los cuales se colocaron igual número de lámparas y se plantaron árboles. Ahí ofreció más obras para las colonias.

Reconoció al gobierno de Rubén Moreira, quien le aseguró que ya se superó la meta sexenal de creación de empleo en la entidad. También ocurre así en el resto del país, subrayó Peña. Por supuesto nos falta avanzar, seguir promoviendo desarrollo sustentable, pero ya hay más empleo formal.

Pese a todo, algunas personas lamentaron que la reconstrucción se hiciera sin la necesaria cimentación de las viviendas; otros acusaron falta de ayuda, sobre todo porque rentaban la casa destruida y quedaron al margen de los programas. Pendientes todavía hay, decían.