En el primer día de aplicación del nuevo Reglamento de Tránsito, la policía capitalina informó que fueron sancionados 152 motociclistas, cuyas unidades fueron enviadas al corralón. Además, se aplicaron multas a 29 conductores y ocho choferes del transporte público.

Se trató de 18 automovilistas que circulaban en carriles confinados; siete por invadir cruces peatonales, y cuatro por circular en vías reservadas para ciclistas.

Las multas a conductores de transporte público fueron por el ascenso y descenso de pasajeros en doble o triple fila.

Con la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Tránsito en el Distritio Federal, las principales preocupaciones de automovilistas fueron hablar por el teléfono celular, usar el claxon de manera indebida y no reducir la velocidad en vías primarias, coincidieron en afirmar conductores entrevistados el primer día de la aplicación de dicha norma.

Sin embargo, ni en vialidades congestionadas o cruces conflictivos de la ciudad se observó a policías de tránsito aplicar multas de manera masiva, como temían los conductores.

En cambio, alrededor de 150 motociclistas trataron de bloquear momentáneamente distintos puntos del Eje Central Lázaro Cárdenas, a la altura de las colonias Doctores y Centro, en protesta por las sanciones contra propietarios de estos vehículos, que se incluyen en el nuevo Reglamento de Tránsito.

Sin embargo, policías en moto de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal impidieron que los inconformes cerraran de manera permanente la vialidad.

Los motociclistas trataron de llegar al Zócalo, pero de acuerdo con las autoridades, sólo se permitió el paso a una comisión para dejar sus peticiones en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

Un panorama distinto tuvo la mayoría de los choferes del transporte público, ya que la aplicación del nuevo Reglamento de Tránsito no impidió que los operadores continuaran con el ascenso y descenso de pasajeros en el segundo carril.

La falta de elementos de tránsito para aplicar las multas permitió que, por momentos, los vehículos circularan a más de 50 kilómetros por hora o camiones de carga y de basura ingresaran a carriles centrales de vías principales, como se observó en un recorrido por distintos puntos de la ciudad.

Por su parte, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México y la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad coincidieron en señalar que antes de aplicar el reglamento se debió invertir en un transporte público de pasajeros, cómodo, eficiente y seguro.

De no concretarse, las autoridades capitalinas difícilmente inhibirán el uso del auto y los problemas seguirán, además de que podría ser un traje a la medida para la corrupción, consideraron.