Espectáculos
Ver día anteriorDomingo 13 de diciembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

La agrupación arregla los temas eternos y deleita a los viejos y los nuevos seguidores

Caifanes explota y demuestra que aún no tiene fecha de vencimiento

El Palacio de los Deportes fue una fiesta, que tuvo momentos de solemnidad con Antes de que nos olviden, para los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa

No tiene caso criticar al gobierno, estamos desilusionados de ellos; la bondad es la mejor forma de cambiar, dijo Saúl Hernández

Foto
Noche de nostalgia y éxitos, sin rollo y sin panfleto, en la que la banda acomodó las palabras en canciones que pueden muchas cancionesFoto César Vicuna
 
Periódico La Jornada
Domingo 13 de diciembre de 2015, p. 7

Como en la canción de trova Harto de ya estar harto, ya me cansé, de preguntarle al mundo por qué y por qué..., Saúl Hernández, vocalista de Caifanes, dijo a los 19 mil entusiastas que agotaron los boletos del concierto del pasado viernes en el Palacio de los Deportes: Ya ni siquiera hay que confrontarlos (a los gobernantes)... no tiene caso.

El grupo jaguaresco agotó las entradas. “Fue un sold out”, comentó prensa de Ocesa. Hace días, el bajista Sabo Romo comentó que los músicos que crearon el movimiento Rock en tu idioma tocan ahora mejor que antes. Esta aseveración se amplía a Caifanes. Los arreglos le dan un giro a las eternamente escuchadas. No obstante, el grupo anunció recientemente que ya están con un pie en un nuevo proyecto para grabar un disco con temas inéditos, en 2016. El fin es no tocar la misma en cada tocada. Eso cansa, aunque los fans les pidan siempre una lista de éxitos. Eso por un lado. Por el otro, para demostrar que pueden aumentar sus éxitos, lograr nuevas canciones que se sumen al carro de Mátenme porque me muero.

El reto

El reto, pues, es para el grupo, a pesar de que cada integrante ha emprendido carreras en solitario y colaborado con otras bandas. La noche del viernes, en el Palacio de los Deportes estaban los viejos seguidores, los de enmedio y los nuevos. En un momento, Saúl pidió que se dieran a notar los niños asistentes. Por todos los rincones había chavitos. Uno de ellos, de unos 12 años, vio su imagen en las pantallas e hizo la señal universal del rock y la de amor y paz. Papás con bebés en las primeras filas, donde el sonido se aprecia bien, sin rebotes como en las otras áreas del foro. Al frente y al centro se aprecia de otra manera el concierto. Lejos, los músicos parecen pitufos.

Como todo, en los conciertos se repite la máxima capitalista de la relación precio-calidad. A pesar de ello, en los lugares de arriba, en gayola, en los balcones, cuando apareció el grupo los muchachos se pusieron de pie para bailar desde la primera rola. Lo demás se condimentó con cerveza.

Saúl desgranó sus ideas sociales sin el rollo, sin el panfleto. Los jóvenes también ya saben qué onda y están hartos de la queja por la queja. No obstante, para que amarre y la acción no se quede trunca, el vocalista dijo a los gobernantes corruptos y abúlicos: ¡Hijos de la chingada!, y es que hay gente a la que hay que llamar con la palabra adecuada.

La iconología de Caifanes reforzó con la multimedia un sentido especial de algunas can- ciones. En Antes de que nos olviden, para los 43 alumnos desaparecidos de Ayotzinapa, se proyectaron imágenes de veladoras y velas encendidas. Muchas más que 43, pero es que en realidad hay muchos más crímenes sin aclarar. El escenario semeja un altar. Aves vuelan, flores se abren y cierran. Las almas de los normalistas son guiadas por velas, para que hallen el regreso. Ando buscando las cosas ocultas... Las palabras se acomodan a un contexto, hallan piso. Las letras de las canciones se sobredimensionan. Una canción puede ser muchas canciones. Es la polisemia. Al margen de todo hay ganas de vivir, de echar desmadre. Otra chela.

Miedo es lo que debe tener el cielo / sera invadido por amantes delirantes por un beso / por profetas y dementes exiliados/ Miedo es lo que debe tener la vida. / Sera enfrentada por los presos y los brujos solitarios, / por las animas de niños enjuiciados./ Antes que muera, / déjame amarte en vida,/ hasta que el cielo se caiga por nosotros.

Amor y apocalipsis

Cuéntame tu vida, cuéntamela toda / Díme si estoy vivo, si todavía respiro...” Viento, la rola en la que Sabo demostró su nivel en el bajo. Préstame tu peine... Nadie se peinó de rayita enmedio, sólo del alma. El viento es el tiempo. El que se despeina envejece. Voy detrás de ti, como un perro infeliz. No hay nada más gacho que ser un rogón, asevera Paquita la del Barrio. La célula que explota, como el átomo. ¿Se puede olvidar a la materia?

Es en los jóvenes donde se encuentra la salvación no sólo de este país, sino del planeta. Iván Ilich escribió que al norte del futuro está la esperanza... Esta frase la traigo tatuada en el alma, dijo Saúl, y la banda comenzó a tocar. Un coro de casi 20 mil: ... para que nadie te haga daño... Es rock.

No tiene caso criticar al gobierno. Estamos desilusionados de ellos. Quizá la mejor forma de cambiar al oasis sea con la bondad, con la recuperación de valores. Es el espíritu de conciencia el que nos va a hacer que retomemos el camino. Mucha gente desaparecida que está en nuestra memoria y en la de esos hijos de la chingada.

El palacio fue una fiesta por momentos solemne. Los dioses ocultos. El domo casi se cae por la brincadera. La noche avanzó inexorable y el 20 casi se acaba. Hay que hacer valer el boleto. ¡Quiero más rock! Varias calmadas, hasta que sobrevino de quién sabe dónde No dejes qué.... no dejes que nos coma el Diablo, amor. No hay peor pesadilla que esa en la que se es violado por el Diablo. Ojos de gato pardo nocturno. Pisaquedito. La negra Tomasa, el rock se torna rumba. Por eso se enoja Javier Bátiz: ¿tanta greña, gruecsos, y tocando cumbias? Aquí, sí. Y hasta de Juan Gabriel. Líbrame de todo mal, carnal. Amor, paz y buena vibra. Quisiera ser alcohol, mota, humo de mezcal. Vamos a dar una vuelta al cielo para ver lo que es eterno.