México experimenta un desajuste estructural generado por una clase política que se ha sentado sobre nuestros derechos, que ha puesto los recursos del país a subasta, que está capturado por una mínima élite económica, que no es más que una administradora de los intereses de las multinacionales y de los países de donde provienen, aseguró el obispo Raúl Vera López.

Al encabezar la segunda Asamblea Nacional de la Constituyente Ciudadana-Popular, indicó que, ante esta situación, es urgente refundar el país desde la ciudadanía y a través de una constitución que surja de la población.

El principal objetivo de este proyecto es generar desde la base ciudadana un proceso en que todos los mexicanos y mexicanas nos convirtamos en los conductores de nuestra patria. Y el ejercicio que queremos hacer es un nuevo pacto social con la participación de la ciudadanía para refundar nuestra nación, pero con ciudadanos y ciudadanas que tengamos la suficiente madurez política para que, a través de la construcción de un nuevo pacto social, demos paso a un México que tenga nuevas bases.

Sostuvo que, además, los políticos con su manera de gobernar inducen la desigualdad y, frente a todo esto, los ciudadanos deben rebasar a la clase política y darse una nueva constitución.

Apuntó que el actual gobierno, así como los que le antecedieron durante 30 años, es desastroso y las reformas estructurales promovidas y aprobadas, durante este sexenio y anteriores, convierten a los mandatarios y a sus colaboradores en autores de crímenes de lesa humanidad, porque sus reformas son genocidas, ya que producen destrucción y muerte.

La asamblea de ayer, realizada en la sede del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, definió la ruta política de la iniciativa, la organización del trabajo territorial y el plan de redacción de la nueva constitución ciudadana, cuya primera versión se presentará el 5 de febrero de 2017, a 100 años de la promulgación de la Carta Magna de 1917.

Al encuentro asistieron representaciones de los comités locales, grupos promotores y grupos por constituirse en más de 25 estados. La convocatoria inicial para generar una nueva constitución la emitió a principios de 2014 el obispo Vera y la primera asamblea nacional se efectuó el 5 de febrero pasado.

Por su parte, el sacerdote Alejandro Solalinde precisó que ya existen representaciones de la constituyente en casi todo el país, pero reconoció que una tarea de tal magnitud cuesta trabajo. Vamos lentamente, al ritmo de la conciencia, que siempre es más lento, pero más seguro; esto se va articulando gotita a gotita, para refundar México desde abajo.

El también defensor de derechos de los migrantes subrayó que entre quienes participan en este esfuerzo existe un espíritu ecuménico, interreligioso y políticamente plural. Precisó que debe ser una labor incluyente.

Hoy en la plaza central de San Cristóbal de Las Casas, Chipas, se efectuará la presentación pública de la iniciativa y la ruta trazada por la asamblea.