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Insiste en hacer a un lado divergencias y crear un poderoso puño bajo el mando de la ONU

Ningún país puede derrotar solo al terrorismo internacional, sostiene Putin

En su mensaje anual reitera que Turquía lamentará más de una vez el derribo de su avión militar

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El presidente ruso, Vladimir Putin, al llegar al Kremlin, donde ayer presentó su mensaje anual ante el parlamento federalFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 4 de diciembre de 2015, p. 35

Moscú.

Tras reconocer que ningún país por sí solo puede derrotar el terrorismo internacional, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, volvió a insistir este jueves en la necesidad de crear una sola coalición que bajo mandato de la Organización de Naciones Unidas (ONU) combata a los grupos yihadistas en Siria e Irak.

Con la reiteración de esta propuesta, después de pedir un minuto de silencio en homenaje a los militares muertos en Siria, el mandatario ruso comenzó su mensaje anual ante los miembros de las dos cámaras del parlamento federal, el duodécimo desde que ejerce de jefe de Estado, aunque lleva al frente del Kremlin cuatro años más, el periodo en que formalmente realizó un enroque con el actual primer ministro, Dimitri Medvediev.

Para Putin, Medio Oriente y el norte de África –Irak, Libia, Siria– se convirtieron en territorio de caos y anarquía después de que Washington y sus aliados (cierto que no mencionó a nadie en particular, pero dijo que todos saben quién practica derrocar regímenes que no son de su agrado e intenta imponer sus reglas) armaron un lío, destrozaron ahí toda forma de Estado, enfrentaron a unos contra otros y, más adelante, simplemente se lavaron las manos al despejar el camino a los radicales, extremistas y terroristas.

El titular del Kremlin no ocultó que Rusia defiende en Siria sus intereses geopolíticos. Aunque la presencia militar rusa ahí se debe a una invitación de las autoridades legítimas, la misión del ejército ruso no es tanto salvar al régimen de Bashar al Assad, a quien ni siquiera nombró, sino luchar por Rusia y proteger la seguridad de nuestros ciudadanos.

Recordó que miles de combatientes yihadistas son de origen ruso y de las otras repúblicas ex soviéticas, por lo que, enfatizó, tenemos la obligación de frenarlos y aniquilarlos antes de que puedan regresar a Rusia a sembrar el odio y el miedo, a poner bombas, a matar.

Aparte, agregó Putin, el ejército y la armada rusas exhiben con contundencia su capacidad de combate, el armamento ruso moderno demuestra ser muy eficaz y no tiene precio la posibilidad de probarlo en condiciones reales, lo que nos servirá para perfeccionar nuestras armas.

Ahora, subrayó Putin, hay que dejar de lado todo tipo de discusiones y divergencias, crear un solo y poderoso puño, un frente antiterrorista común y actuar con base en el derecho internacional bajo el mandato de la ONU.

El presidente ruso está convencido de que será imposible vencer a los yihadistas mientras todos los que luchan contra ellos no acepten cinco premisas básicas: 1) no debe darse refugio a los bandidos; 2) no debe practicarse una doble moral; 3) no debe haber el más mínimo contacto con ninguna organización terrorista; 4) no debe existir ningún intento de utilizarlos en beneficio propio; y 5) no debe permitirse ningún negocio sangriento y criminal con los terroristas.

Al mencionar este último punto, y tras decir que nunca olvidarán que los dirigentes turcos, que no su pueblo, se enriquecen con el petróleo que compran a los yihadistas, Putin se apartó del texto escrito e improvisó:

No sé para qué lo hicieron. Hubiéramos podido resolver cualquier problema, cualquier discrepancia de otra manera. Queríamos cooperar con Turquía en los asuntos más importantes para ellos e incluso estábamos dispuestos a ir tan lejos como no se atrevían sus propios aliados (de la OTAN). Sólo Alá sabe por qué lo hicieron. Y al parecer Alá castigó a la casta gobernante en Turquía y le quitó la inteligencia y el sentido común, remató Putin.

Rusia, reiteró su mandatario, no quiere guerra con Turquía, pero si alguien piensa que, después de asesinar a nuestra gente, va a librarse sólo con (la prohibición de importar) tomates u otras sanciones, estaremos para recordarle lo que ha hecho y lamentará más de una vez lo sucedido. Y sabemos lo que hay que hacer para ello, advirtió.

El resto de su mensaje, dedicado a la política interna, aportó pocas novedades dignas de reseñar. Si acaso, que Rusia tendrá dos nuevos ministerios, uno para promover los proyectos rusos en el exterior, y otro para financiar la adquisición de equipos médicos de tecnología avanzada.

Asimismo, se extenderá medio año más el pazo de la amnistía para los capitales que acepten regresar a Rusia, aunque la realidad pone de relieve que este año la fuga de capitales continúa con mayor ímpetu. Pese a la crisis, se mantendrá también la ayuda financiera a las madres que decidan tener más hijos.

Como siempre, la lucha contra la corrupción será prioridad. En estos momentos, sin embargo, el Kremlin, según su portavoz, Dimitri Peskov, no ha tenido tiempo para conocer la denuncia del opositor Fondo de Lucha contra la Corrupción que desde hace tres días acusó al procurador general, Yuri Chaika, dos hijos suyos y otros altos funcionarios de la procuraduría no sólo de enriquecimiento inexplicable y de tener lujosas propiedades en el extranjero, sino de hacer negocios con bandas de delincuentes.

El presidente Putin, sin darse por enterado de que ya más de un millón de rusos han visto el documental o leído los documentos en Internet que involucran al entorno de Chaika en este escándalo de corrupción, pidió hoy a su procurador general no escatimar recursos para combatir… la corrupción.

Chaika, pese a la sombra de sospecha que cae sobre la exitosa trayectoria de sus vástagos y colegas, dijo hoy que todo es falso y que pronto podrá decir quién está detrás de lo que, a su juicio, es una campaña de difamación, que seguramente habrá costado mucho dinero.