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29 FIL de Guadalajara

La escritora y activista recibió el doctorado honoris causa de la UdeG

Poniatowska pide educación; nos da la capacidad de protestar

Mencionó a Juan Rulfo, José Clemente Orozco y Hugo Gutiérrez Vega

Pertenezco a un periódico de izquierda y crítico, La Jornada, celebra

La falta de circulación amenaza a los diarios impresos, alerta

¡Qué lindo es Jalisco, palabra de honor!, exclamó al cerrar su discurso

Foto
Elena Poniatowska ayer, en el podio del paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG, desde donde la colaboradora de La Jornada dirigió su discurso luego de recibir el doctorado honoris causa de esa casa de estudiosFoto Arturo Campos Cedillo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de diciembre de 2015, p. 3

Guadalajara, Jal.

A la periodista y escritora Elena Poniatowska Amor le salió del alma gritar con calor, abrir todo el pecho y echar este grito: ¡Qué lindo es Jalisco, palabra de honor!, cual Lucha Reyes menudita, vestida de amarillo y blanco, en el paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Así cerró su discurso luego de recibir el doctorado honoris causa de esa casa de estudios por su contribución al periodismo mexicano, a la literatura universal, su defensa de los derechos humanos y apoyo al desarrollo democrático de México.

La jubilosa exclamación de la colaboradora de La Jornada, festejada de pie por cientos de personas que llenaron el recinto universitario y con aplausos de quienes la acompañaron en el presídium –Fernando del Paso, entre otros–, fue la parte final de su agradecimiento a Jalisco, que ha dado al mundo tantos valores y que ahora, dijo, la comprometía con el reconocimiento otorgado por la UdeG.

¿Por qué han salido de aquí tan singulares obras de arte, aciertos en las letras, en los colores, en las casas de Luis Barragán, los trazos a sangre y fuego de José Clemente Orozco o las palabras como terrones de tepetate de Juan Rulfo?, se preguntó Poniatowska.

Y no halló respuesta, aunque la buscó en el cielo, en la limpidez de la atmósfera, en que los tapatíos difícilmente extravían el duende que tuvieron de niños o porque a Guadalajara “aún no la invaden los marcianos del Distrito Federal.

¿Será porque la escogió para vivir Fernando del Paso y le puso una camisa rosa y un pantalón verde manzana, o será porque más que ningún otro estado Jalisco es para el mundo un ejemplo de la esencia de México?

Evocación del poeta Placencia

Poniatowska recordó al padre poeta Alfredo R. Placencia, quien jamás negó tener un hijo y le gustaba tocar el saxofón; a Lupe Marín, dueña de una belleza que quitaba el aliento y al médico y diplomático Enrique González Martínez, a quien Octavio Paz consideraba el único poeta mexicano modernista.

El recuento de jaliscienses destacados incluyó a Mariano Azuela, Juan José Arreola, Chucho Reyes, Luis Barragán, precursor de la arquitectura moderna mexicana, quien afirmaba que los ventanales jamás debían llegar al ras del suelo porque precipitan a los habitantes al vacío y los motivan al suicidio.

Recordó a Agustín Yáñez, José Luis Martínez, Juan Rulfo, “quien regaló al mundo uno de los clásicos de la literatura, Pedro Páramo”; a María Izquierdo, Lucha Reyes, Consuelito Velázquez, Elías Nandido, “eterno enamorado de Tongolele”; y a la fotógrafa Lola Álvarez Bravo.

También al poeta querido Hugo Gutiérrez Vega, uno de los hombres más honestos que ha dado México; a Ricardo Yáñez, a Alí Chumacero que pese a nacer en Acaponeta, Nayarit, siempre se dijo tapatío, o Juan Soriano, niño de mil años.

Aludió a las explosiones de gasolina en el barrio de Analco, en 1992, en las que murieron al menos 700 personas y 15 mil quedaron sin hogar, y a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que este año celebra 29 ediciones convertida en el acontecimiento cultural más impresionante y reconocido del país.

Por brindar educación y cultura

En rueda de prensa posterior, Poniatowska dijo que quisiera que México tuviera muchos médicos que lo curaran y le dieran la salud política que necesita, en particular para brindar educación y cultura.

Todos deseamos y buscamos que el presupuesto de un gobierno tenga la parte más importante para la educación; un país que educa a su gente es un país que salva a su gente. Claro, se necesita que los mexicanos más pobres coman; muchísimos padecen hambre, pero también es importante la educación, que da capacidad de protesta e información que no tienes si no hay acceso a la escuela.

Afirmó que el gobierno de Enrique Peña Nieto, a mitad de sexenio, todos sabemos que va de bajada, y dijo que el Presidente no volverá a la FIL, porque aquí demostró que nunca había leído.

Habló de la prensa escrita en la actualidad y su problema por la baja de circulación que hace peligrar a esas empresas, en medio del cambio tecnológico y la preferencia de las personas por informarse en los medios electrónicos.

“Pertenezco a un periódico de izquierda y crítica al gobierno, que es La Jornada; también a una revista de crítica que es Proceso, y sí tienen muchísimos problemas no sólo de circulación, sino de producción. En cambio La Jornada en Internet tiene muchísimos lectores, mucho más que suscriptores y circulación, pero la falta de circulación es una amenaza a todos los periódicos.”

Durante la ceremonia, Fernando del Paso, también honoris causa por la UdeG y recientemente reconocido con el Premio Cervantes 2015, resaltó la intensa pasión de Poniatowska tiene por México, su actitud férrea, lejos de estridencias o histerias, y su defensa de los derechos de la mujer.