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Ojalá ser distinguido con el Premio Cervantes lo haga volver a escribir, dijo su esposa

En puerta, publicación de Del Paso sobre el islam
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Fernando del Paso en Guadalajara, ayer, durante la charla con los representantes de los medios de comunicación con motivo del Premio Cervantes de Literatura 2015 que le fue concedidoFoto Arturo Campos Cedillo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 14 de noviembre de 2015, p. 5

Guadalajara, Jal.

El castellano nos fue impuesto, pero después de varios siglos de extenderse por el mundo nos pertenece a todos al mismo grado que a los españoles, dijo el escritor Fernando del Paso, reconocido con el Premio Cervantes de Literatura 2015.

Recordó que su primera palabra fue mamá, por lo cual el hecho de que España, donde se originó nuestra lengua, reconozca que en otros países se puede hablar y escribir tan bien, lo llena de tranquilidad y halaga.

Entonces un premio recibido por lo que todavía es Europa, me llena de orgullo, agregó en rueda de prensa efectuada ayer en la librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica, en la zona rosa de Guadalajara.

Respecto de su trabajo literario más reciente, Bajo la sombra de la historia: ensayos sobre el islam y el judaísmo, afirmó que prepara el tercero, pues el segundo está por publicarse.

Esta trilogía sobre historia, que sigue vigente con sucesos tan graves como la migración de Medio Oriente hacia Europa, producto de las guerras interreligiosas, surgió de su permanente interés y curiosidad por descubrir y conocer.

El contenido de este libro no es lo que deseaba enseñar, sino aprender. Y sigo aprendiendo, dijo recordando la frase con la que abrió el primer tomo.

También habló de sus influencias literarias y reiteró que estuvo muy marcado por James Joyce.

“No es un influencia directa, he usado algunos de los elementos que dejó a los escritores este gran irlandés. Cuando escribí José Trigo me sentía muy influido por Juan Rulfo, pensaba que alguien me diría que era un libro muy rulfiano, pero nadie me lo dijo y en cambio me dijeron de las influencias de otros que yo ni siquiera sospechaba”, refirió.

El guajolote

Anchísimo, como guajolote, expresión usada por Del Paso para describir cómo se sentía tras conocer la noticia de que era el ganador del Cervantes, viene de una época en que por algunos malentendidos tuvo diferencias con Octavio Paz, con quien la prensa cultural insistía en confrontar.

Socorro Gordillo, esposa durante 58 años del galardonado, recordó que a ella iban mucho a preguntarle si creía que Paz se sentía un pavorreal, lo que causaba hilaridad en el matrimonio por unos diferendos nada importantes, que luego resolverían los dos escritores.

Pendiente siempre de su esposo –¿no se ve cansado?, preguntó a una asistente–, señaló que resulta paradójico que siendo Del Paso tan enfermizo desde que a los 27 años le detectaron cáncer de próstata, con el cual más de 50 años después sigue batallando, sea de los últimos de una generación tan prodigiosa de literatos mexicanos que murieron antes que él.

Ojalá este premio lo haga volver a escribir, suspiró y compartió que desde hace dos años y medio que sufrió una serie de infartos, Del Paso no ha podido retomar la escritura del tercer tomo de Bajo la sombra de la historia.

Socorro Gordillo indicó que su cónyuge lleva de 200 a 300 páginas del tercer tomo de una historia que no podrá terminar, porque cada día se actualiza, y que el segundo, ya concluido y en etapa de corrección, se atascó un tiempo debido a algunos detalles de fondo que el escritor no ha podido corroborar para autorizar la publicación.