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El desempleo afecta a cerca de 9 millones de personas, de acuerdo con cifras oficiales

Se ampliarán programas sociales en Brasil, pese a la crisis: Rousseff

Lula afirma que sobrevivirá a investigaciones y ataques mediáticos contra él y su familia

Directiva nacional del PT denuncia la intensa ofensiva conservadora contra la presidenta

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El recorte de gastos en Brasil, asociado con la reactivación de antiguos impuestos y la creación de nuevos, son la base del paquete de medidas que el equipo económico de la presidenta Dilma Rousseff propone para sacar al país de la recesión, sin descuidar los programas sociales. En Sao Paulo, en tanto, miembros del movimiento de los Trabajadores Sin Techo se manifestaron ayer en contra del cierre de escuelas públicas debido a la crisisFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de octubre de 2015, p. 30

Brasilia.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró este jueves que programas sociales como el Beca Familia y Mi Casa, Mi Vida, puntales de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), se mantendrán e incluso serán ampliados, pese a la grave crisis económica por la que atraviesa el país.

Estamos haciendo un esfuerzo por mejorar nuestras finanzas y volver a crecer más rápido, pero el programa Mi Casa, Mi Vida no para, sostuvo la presidenta durante la entrega de viviendas populares en Brasilia.

Puntualizó que mediante el programa ya fueron beneficiadas 4 millones de personas y entregadas 100 mil viviendas desde 2009, cuando el proyecto comenzó a ser implementado, siendo ella jefa de gabinete de Luiz Inacio Lula da Silva.

El gobierno central tampoco interrumpirá Beca Familia, aseveró la mandataria, que aludió a rumores que no son serios, según los cuales ese programa, que otorga dinero en forma mensual a familias de bajos recursos, sería recortado.

La presidenta resaltó que para garantizar esos programas el gobierno federal realiza un gran esfuerzo para limitar gastos, entre los que mencionó la reducción de ocho ministerios, 30 secretarías, recortes de empleados de confianza y reducción de salario (presidenta y ministros) de 10 por ciento.

El recorte de gastos, asociado a la reactivación de antiguos impuestos o creación de nuevos tributos, son las bases del paquete de medidas que el equipo económico del gobierno propone para sacar a la economía de la recesión que afectará al país este año y en 2016.

El índice de desempleo en Brasil llegó a 8.7 por ciento en el trimestre junio-agosto de este año y afecta a 8 millones 800 mil personas, de acuerdo con datos divulgados este jueves por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Mientras, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) aseguró que sobrevivirá a investigaciones y ataques mediáticos dirigidos contra él y su familia, como el allanamiento en la empresa de su hijo Luis Claudio por presunto fraude fiscal.

En un discurso en Brasilia ante militantes del PT, que él fundó, dijo en tono de broma que aún tiene tres hijos y siete nietos que no han sido denunciados. Además, una nuera está embarazada. Hay un feto ahí, ¿cuál será el proceso contra él?, ironizó.

Si el objetivo es truncar cualquier perspectiva de futuro, entonces serán tres años de lucha y golpes, añadió el ex presidente, quien se dijo acostumbrado a enfrentar la adversidad.

Lula subrayó que nunca en la historia de Brasil hubo un bombardeo contra el PT y sus miembros de esta magnitud, 24 horas al día. Pero advirtió: no sé si ellos sobrevivirán con la misma credibilidad que creen que tienen, sin especificar a quiénes aludía.

Aseveró que para Rousseff es humanamente imposible gobernar en un contexto de incertidumbre y turbulencia política, y dijo que la recuperación económica era un activo para rescatar el prestigio del PT.

Por lo demás, Lula pidió al Congreso que vote tan pronto como sea posible los proyectos remitidos por Dilma Rousseff para el ajuste fiscal. Acusó a la oposición de desviar la atención con otros temas para impedir que sean tratados en el Congreso los proyectos enviados por el Ejecutivo.

En tanto, la directiva nacional del PT defendió con firmeza al ex presidente Lula y denunció una intensa ofensiva conservadora para derrocar al gobierno de Rousseff.