Sociedad y Justicia
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No se identifica con claridad qué buscan atender, sostiene

Sugiere Coneval perfeccionar apoyos para jefas de familia y adultos mayores
 
Periódico La Jornada
Martes 27 de octubre de 2015, p. 32

Programas sociales que impulsó el gobierno federal desde 2013, como el seguro de vida para jefas de familia y el otorgamiento de la pensión para adultos mayores a personas de más de 65 años, no han identificado claramente el problema que buscan atender, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En las evaluaciones específicas de desempeño 2014-2015, el organismo indicó que desde hace dos años, cuando se puso en marcha el apoyo a las jefas de familia, ha cambiado la información sobre la población potencial.

Este fue uno de los planes que la Secretaría de Desarrollo Social, con Rosario Robles al frente, impulsó al comienzo de la administración, cuyo propósito –se planteó– era contribuir a la ampliación del sistema de seguridad social mediante la incorporación de las jefas de familia de 12 a 68 años de edad que no tienen acceso al mismo.

Ante el fallecimiento de la jefa de hogar, el programa otorga apoyos económicos directos a sus hijos para que permanezcan en el sistema escolar. El Coneval señala que si bien se cuenta con un documento de diagnóstico que justifica el problema, éste no brinda información completa en relación al objeto de intervención.

El diagnóstico aporta evidencia sobre el peso de los hogares con jefatura femenina y la incidencia de la pobreza y vulnerabilidad, pero no profundiza en el aspecto que busca atender, como es el efecto del fallecimiento de la madre, sea jefa del hogar o no, y en los patrones de mortalidad diferenciados por región y estratos sociales de las mujeres jefas del hogar.

Entre las recomendaciones que plantea está definir los patrones de mortalidad de las jefas de hogar, así como las características de quienes quedan huérfanos y se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.

En cuanto a la pensión para adultos mayores, que hasta 2012 se entregaba a quienes cumplían 70 años, consiste ahora en la entrega de transferencias monetarias para mejorar el ingreso de personas de 65 años que no reciben un pago mensual por concepto de jubilación o pensión de tipo contributivo.

Sobre el programa indica que debe desarrollar mecanismos regulares de supervisión, control y auditoría externos para su operación a fin de detectar anomalías o errores en la focalización de los apoyos asignados. Menciona que aunque se demostró el impacto positivo en la calidad de vida de los beneficiarios, se debe corroborar el efecto en contextos temporales, geográficos y sociales diferentes.