17 de octubre de 2015     Número 97

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

José Eduardo Calzada Rovirosa

Saldar deudas con la gente del campo

Titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)

Este es el primer encuentro público que tengo como titular de Secretaría de Agricultura con líderes sociales y con expertos en la materia del campo mexicano.

Me da gusto escuchar las expresiones y aseveraciones sobre el nuevo rumbo que debe tomar el compromiso gubernamental y de las fuerzas sociales y económicas de nuestro país, precisamente para tener una mejor viabilidad del campo mexicano y así dejar atrás muchas circunstancias, deudas históricas que tenemos con nuestra gente.

Los felicito por el 20 aniversario de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), una asociación que se esfuerza por la lucha, la viabilidad y la sustentabilidad del campo mexicano y de nuestra gente.

El gobierno federal, por medio de mi persona, tiene un compromiso con nuestro campo y con nuestra gente. México es uno de los 12 productores agropecuarios del mundo líderes, un país que ha incrementado de manera notable su producción. Tenemos una balanza superavitaria y esa es una noticia muy importante para el sector agroalimentario de nuestro país. El sector ha venido creciendo de forma destacada en los años recientes- En el primer semestre de este año tuvimos un incremento de 4.5 por ciento de nuestro sector primario respecto del año pasado y eso es una buena noticia, estamos creciendo inclusive por encima de lo que crece la media nacional en el contexto general de nuestra economía.

Sin embargo, el reto es la inclusión. Es democratizar al campo mexicano y esa es la instrucción que tengo del presidente. Así como la Cruzada Nacional Contra el Hambre, Cruzada por la Productividad del Campo Mexicano. Para ello, les quiero pedir de manera atenta y respetuosa que podamos tener un diálogo abierto y franco, como lo proponía Víctor (Suárez, director ejecutivo de ANEC), que nos podamos reunir cuando sea necesario, para que juntos podamos establecer, determinar e impulsar políticas públicas para hacer más productivo y competitivo a nuestro campo mexicano.

El 77 por ciento de los predios productivos de nuestro país tienen cinco hectáreas o menos. Allí hay una cantidad importantísima de recursos y de talento para hacer más competitivo al campo y hacer que nuestras familias tengan una mejor forma de vivir, digna, competitiva, con oportunidades de desarrollo para ellos y para nuestra nación.

Por eso quisimos acompañarlos, para darles un mensaje breve pero sustantivo respecto del compromiso del gobierno de la República para mejorar las políticas públicas, que al final del camino redunden en resultados en el aspecto fundamental de una nación, que nuestra gente viva mejor. Por parte del presidente y con sus instrucciones, les digo que en mí tendrán siempre a un aliado para trabajar juntos por el campo de México y por nuestra gente.


Ivanna Fertzinger

Combatir las desigualdades

Asesora de Programa / Desarrollo Económico. Oficina para México y Centroamérica. Fundación Ford

Es un honor estar aquí para celebrar a las y los campesinos por su tremendo valor y unir mentes y esfuerzos para encaminar soluciones a las grandes problemáticas que enfrentan y enfrentamos todos, debido a la situación que vive el campo en toda la región. En la Fundación Ford nos ocupa y nos preocupa el tema de la desigualdad en esta región y en todo el mundo.

Cuando hablo de la desigualdad, me refiero a la económica que implica una concentración de riqueza en las manos de unos cuantos. En México Oxfam sacó un informe donde se ve que cuatro millonarios representan el nueve por ciento del PIB en este país; mientras tanto 55.3 millones de personas viven en condiciones de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). A eso me refiero con la desigualdad económica.

Cuando hablo de desigualdad, también me refiero a desigualdad social. La marginación histórica de grupos excluidos, en particular poblaciones indígenas, y en especial dentro de éstas las mujeres y las niñas. Y también hablo de la desigualdad política, la exclusión sistemática de ciertas poblaciones, históricamente excluidas de la vida política, de la representación de la población en general.

Todas esas expresiones de desigualdad que menciono, y hay muchas más, se ven reflejadas en las vidas diarias de las y los campesinos. Sin duda es una realidad que nos preocupa, pero más que eso nos ocupa. Hay que hacer algo al respecto. Y aplaudo a ANEC por esta iniciativa de unir esfuerzos, perspectivas, afiliaciones organizativas, afiliaciones políticas, representantes de diversos países de la región y un grupo diverso que también abarca a representantes de gobierno, sociedad civil, instituciones académicas y de investigación, científicos, y sobre todo a las y los campesinos, que representan y proveen la riqueza alimentaria, cultural y de desarrollo económico del país.

Felicito a ANEC por sus 20 años de trabajar con y para los campesinos. Los aplaudo a ustedes por estar aquí y asumir la responsabilidad y el compromiso de formar parte de la solución.


Rafael Gamboa González

ANEC, clave para fortalecer
las capacidades técnicas y comerciales de los campesinos

Director general de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), Banco de México

Me enorgullece participar en esta celebración de 20 años de ANEC, una organización que se ha constituido en fuente de apoyo fundamental a favor del desarrollo comercial de los productores mexicanos. Sin duda una organización con clara vocación productiva y social que ofrece servicios de capacitación, asistencia técnica y asesoría en la búsqueda de mejores soluciones para la comercialización de cosechas de los campesinos, visión que compartimos en Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA).

A lo largo de dos décadas, ANEC ha contribuido a favorecer escalas de operación de pequeños productores para abatir costos, mejorar eficiencia, asegurar calidad y lograr mayor competitividad. FIRA ha trabajado en estrecha colaboración con ANEC desarrollando acciones conjuntas para que organizaciones y productores fortalezcan sus capacidades técnicas y productivas. Hemos desarrollado estrategias con ANEC para mejorar el acceso al financiamiento y la vinculación al mercado de los campesinos.

Durante 2004-2011 se otorgó financiamiento por tres mil 552 millones de pesos en infraestructura y capital de trabajo para el desplazamiento ordenado de 50 mil toneladas de grano anualmente.

Reitero que ANEC es un gran aliado para FIRA, para impulsar la productividad y competitividad de los productores y el desarrollo rural del país. Hoy FIRA les refrenda que con innovación constante y el respaldo del gobierno federal y del Banco de México lograremos utilizar el poder transformador del crédito para elevar el bienestar y la productividad en medio rural y en el sector agroalimentario de México. Felicidades por estos primeros 20 años.


Convenio UACh-ANEC

Sergio Barrales Domínguez
Rector de la Universidad
Autónoma Chapingo (UACh)

Hace cuatro años en algún evento me reclamaban por qué hablaba yo de campesinos. Decían que hablar de campesinos en ese momento era algo anacrónico. De alguna manera había que estar hablando de agronegocios, porque a la agricultura tenía uno que verla como un negocio. A raíz de eso modifiqué mucho mis cursos, traté que los jóvenes entendieran a profundidad lo que es la agricultura y tuve que llegar a la conclusión de que ésta no es más que la fuerza de nuestra energía como seres humanos.


FOTO: Enrique Pérez S. / ANEC

¿A qué me refiero? Hablamos de un problema de alimentación. Habrá algunos que piensen que yo no he cambiado de discurso. Veo la agricultura no sólo como la fuente de alimento, sino principalmente como la fuente de vida porque no sólo nos da la energía, también nos provee de oxígeno para que podamos respirar.

El gobierno no está escuchando que es necesario pugnar por la agricultura familiar, porque nos permitiría asegurar la alimentación de los seres humanos y, dada la diversidad vegetal asociada con este tipo de producción, también nos permitiría enfrentar los problemas del cambio climático.

Si no modificamos algunas cosas de la forma como estamos llevando la agricultura en este país y a escala mundial, creo que vamos a llegar a condiciones que jamás podremos revertir. ¿A qué me refiero? Lo primero que hay que identificar es que no es lo mismo comer que alimentarse. Para comer, podemos llevar cualquier cosa a la boca. En alguna ocasión, en el Congreso de la Unión, también me regañaron los diputados. Les dije: “cuando ustedes vean que no hay una posibilidad de vida, los únicos que podrán vivir serán justamente ustedes si es que desde ahora comienzan a comerse un pedacito de dólar diario para que su organismo vaya evolucionando hacia la digestión del mismo”. Me regañaron, pero tuve que explicarles que no somos más que un producto de esta ley, de la ley de conservación de la masa y energía. Cuando comemos, lo único que estamos haciendo es llevar energía al organismo humano para que éste la logre extraer de los alimentos y nos permita pensar, caminar, saludar, convivir y hasta abrazar a los amigos. Todo eso no es más que energía, y si en este momento no modificamos la producción de alimentos tal como va, vamos a seguir teniendo problemas de salud pública en el país y en todo el mundo.

Allá en el campo lamentablemente mucha gente ve una gaseosa como fuente de alimento. Yo digo que una Coca Cola teniendo el estómago a plena satisfacción a lo mejor no está mal, pero ¿tener la Coca Cola como una fuente de energía para el organismo?, ustedes saben perfectamente los daños que cosas así nos están causando, y todo esto ¿por qué?, porque no le hemos dado la importancia debida a lo que comemos, de tal forma que si realmente queremos impulsar la agricultura familiar, esto será un aporte sustantivo de quienes lo hagamos, a que realmente la raza humana permanezca en este planeta sin alteraciones.


FOTO: Universidad Autónoma Chapingo

Hemos tenido relación de mucho tiempo con la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) desde el punto de vista profesional, y entonces amarramos la idea de un convenio que hoy firmaremos, y que abre la posibilidad de que algunos jóvenes en etapa estudiantil puedan asomarse al campo de su desempeño profesional y vayan abriendo la mente en otro tipo de cosas y no sólo con la educación que promovemos adentro de la Universidad. En la Universidad no vamos a modificar absolutamente nada en términos de que quiera seguir con el enfoque de la revolución verd, pero los que creemos que hay riesgos, tenemos la responsabilidad de señalar que las cosas no están saliendo muy bien.

En lo personal, miembros de la ANEC, yo puedo ofrecer trabajar con ustedes con amaranto. Podemos platicar lo que significa este cultivo y sobre el gran potencial agroempresarial que tiene. Yo traigo variedades de amaranto de 1993 y jamás pude impulsarlo en mi región. Sin embargo, la sequía de 2010 o 2011 generó un vacío en el campo mexicano porque no había semilla para sembrar. La sequía nos afectó en buena parte del país y el gobierno dijo “no se preocupen, tienen gobierno”, y les ofrecieron dos mil pesos a los productores para que pudieran buscar su semilla e iniciaran su ciclo. Resulta que nadie tenía semillas, todos intercambiarían nada más dinero, billetes viejos por billetes más nuevecitos o modernos, pero nadie tenía semilla. Yo tuve por fortuna semilla. Tenía semillas guardadas de hasta de 11 años, y sorpresa, una semilla de amaranto de hasta 11 años tiene hasta 50 por ciento de germinación, y con eso logramos arrancar, empezaron a ver las ventajas y el año pasado tuvimos tres mil hectáreas. Pero sigo pendiente con ellos, no se están comiendo el amaranto, yo lo llevé a mi región para atacar el raquitismo y la anemia de los niños y la gente no se lo come. Esa parte es una incapacidad mía, lo reconozco, pero el mercado sí hizo su aporte, porque el precio se fue de 11 en que yo vendía a 18 [pesos el kilo] y entonces todo mundo quiso sembrar amaranto y ahora entonces lo siembran y lo venden, pero no me escuchan que lo tienen que comer.

El convenio de la ANEC lo firmo como rector de la UACh. Ojalá los estudiantes lo aprovechen y que en poco tiempo veamos a la agricultura familiar con otros ojos porque esto no es nada anacrónico. Va a ser la base y la salvación de la raza humana.

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