17 de octubre de 2015     Número 97

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

La Campaña Sin Maíz no Hay País


FOTO: Rodrigo Rojo

Adelita San Vicente Semillas de Vida

Muchos mexicanos, muchas organizaciones, muchos desde la base estamos impulsando a México y nos sentimos orgullosos de lo que tenemos, a pesar de que nos siguen faltando 43 jóvenes normalistas de una escuela rural del estado de Guerrero. Eso describe el drama que vive el país.

Desde 2007 la Campaña Sin Maíz no Hay País ha buscado articular a muchas organizaciones, no sólo campesinas, sino también ambientalistas y de derechos humanos; a científicos, comunicadores, artistas, en fin a una gran pléyade de esfuerzos que estaban dispersos y que buscamos articularlos como un tejido social, como una red de redes.

En un principio, en la campaña lo que buscábamos y seguimos buscando es salvar al campo para salvar a México. Estamos convencidos que en las zonas rurales está la solución para muchos de los problemas que enfrenta el país, incluida la violencia y la mala alimentación. Empezamos la campaña en 2007 tratando de llamar la atención al gobierno a fin de que renegociara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el capítulo agropecuario y pusiera más atención a este sector y sobre todo a los productores pequeños y medianos. Lo que ha hecho con los años esta Campaña ha incluido marchas, ayunos, siembra de maíz en el Zócalo y en plazas públicas, buscar firmas para llevarlas a los senadores (para renegociar el TLCAN), pero el gobierno federal, encabezado entonces por Felipe Calderón hizo lo que antes dijo expresamente otro expresidente, Carlos Salinas: aplicó el “ni los veo ni los oigo”.

La posición del gobierno ha sido favorecer a las grandes trasnacionales extranjeras y nacionales (Bimbo, Maseca, Bachoco y otras) favorecidas por la política gubernamental. Ante el silencio del gobierno, decidimos impulsar esto que el Centro de Derechos Humanos Fray Vitoria ha llamado la “justiciabilidad”, tomar en nuestras manos las leyes e impulsar nuestros derechos y defenderlos.

Asimismo, desde 2009 decidimos empezar a conmemorar el Día Nacional del Maíz, como una celebración de la vida campesina; ese día se cosecha maíz y los campesinos regalan los elotes en sus milpas a todo el público. Y nosotros, celebrando esa cosecha, celebramos al maíz e invitamos a todo México y a todo el mundo a que lo celebre donde esté y que hable de nuestro maíz.


FOTO: Oscar Ruíz

Después, en 2011, junto con muchas organizaciones, logramos algo que se venía impulsando desde muchos años atrás: incluir el derecho a la alimentación en nuestra Constitución. Ese 2011 este derecho se incluyó en el artículo Cuarto constitucional. Es el derecho a tener una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, y éste lo debe garantizar el Estado, con base en un desarrollo rural sustentable. Esto fue algo muy importante.

Por otro lado, desde 2006 empezamos a realizar acciones en contra del maíz transgénico y a impulsar múltiples instrumentos jurídicos, desde amparos, demandas populares, una controversia constitucional… Todo ello fue rechazado por los jueces con el argumento de que no teníamos interés jurídico.

Sin embargo, en el 2013, el 25 de junio impulsamos una acción colectiva contra el maíz transgénico. Nos reunimos 53 personas, entre ellas 20 organizaciones, como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Tosepan Titataniske, Proyecto de Desarrollo Integral Vicente Guerrero, Guerreros Verdes y otras; científicos como Víctor Manuel Toledo y Antonio Turrent; defensores de derechos humanos como el padre Miguel Concha; artistas como Jesusa… Integramos todos esta colectividad y demandamos a las principales empresas trasnacionales, encabezadas por Monsanto, y también al gobierno, representado por las secretarías de Agricultura y Medio Ambiente, porque las siembras que había autorizado Felipe Calderón en 2009-2011 para sembrar maíz transgénico en fase experimental y piloto estaban contaminando campos de maíz nativo, con lo cual se violaba nuestro derecho a la biodiversidad, toda vez que México es centro de origen y diversificación constante del maíz.

Entonces, junto con la demanda pedimos una medida cautelar: que suspendiera cualquier permiso de siembra de maíz transgénico mientras se realizaba el juicio, y el 17 de diciembre de 2013 un juez nos otorgó la suspensión de cualquier siembra de maíz transgénico mientras se llevaba adelante el juicio. Esto fue una gran noticia. Hace unos días, en agosto hubo un intento judicial por levantar la medida cautelar, pero rápidamente salieron a defender esta medida varias personalidades, como el principal chef de México, que es Enrique Olvera; ya antes se había sumado a nuestra postura el pintor Francisco Toledo y ahora ratificó, y también dieron la cara varias organizaciones, tales como la de jóvenes promotores de Chiapas. Todos se manifestaron públicamente contra esa decisión del juez.

Nosotros presentamos una apelación, que fue firmada por ese juez, haciendo jurídico contradictorio, pero la medida sigue vigente: seguimos con la siembra de maíz transgénico frenada en México, y esa es la noticia, y es lo que queremos que se difunda ampliamente.

Para terminar, digo que la colectividad del maíz somos estas 53 organizaciones y personas, pero cada vez somos más y creemos que en México todos son parte de esta defensa del maíz, y todos los pueblos que se alimentan del maíz también.

En 2016 habrá una reunión del Protocolo de Cartagena y México y, como milpa, tenemos que unirnos todos, campesinos, científicos, cocineros, artistas, etcétera, para seguir defendiendo esta maravilla que los campesinos nos dan todos los días, el maíz.


Los sueños de la Unión de Cooperativas Tosepan


FOTO: Ecotlán

María Luisa Albores Tosepan Titataniske

Nuestra Unión de Cooperativas Tosepan agrupa a ocho cooperativas y a tres asociaciones civiles, como resultado de 38 años de trabajo organizado en la Sierra Nororiental del estado de Puebla. Actualmente somos más de 31 mil los socios cooperativistas que vivimos en 410 comunidades de 26 municipios.

El 73 por ciento de nuestros socios son indígenas, de los grupos náhuat y totonaco. Es digno de resaltar que 64 por ciento de los cooperativistas somos mujeres y que cerca de nueve mil niños están incorporados a las actividades de la Tosepan como ahorradores.

El propósito fundamental de la Unión de Cooperativas Tosepan es mejorar la calidad de vida de nuestras familias para avanzar en un proyecto de vida buena. Ese fin es el que ha marcado nuestro rumbo y lo seguirá haciendo durante los próximos años.

Una de nuestras cooperativas se encarga de impulsar la producción orgánica en nuestras parcelas y de producir las plantas que necesitamos para conservar la vegetación que tenemos; otra nos ofrece los servicios financieros que requerimos; una más nos acopia, transforma y comercializa los productos que cosechamos; otra busca incubar proyectos productivos que generen empleos e ingresos a grupos de mujeres y de jóvenes; otra más ofrece servicios de ecoturismo a los visitantes de nuestra región; los servicios de salud son atendidos por otra cooperativa; una más tiene la responsabilidad de facilitarnos la construcción y el mejoramiento de nuestras viviendas. La capacitación, la formación de los actuales y de los futuros cooperativistas y la asistencia técnica que requerimos también son atendidas por nuestra Unión de Cooperativas Tosepan.

Nosotros también soñamos, emprendemos el vuelo no sólo en las noches oscuras de los cielos estrellados maseuales. Sabemos bien que nuestras abuelas y abuelos socios fundadores de nuestra Cooperativa tuvieron un sueño: vivir dignamente el tiempo que nos toca estar en la Tierra y, como indígenas que somos, tenemos nuestra cosmovisión, “la forma de ver e interpretar el mundo”. Por eso para nosotros la tierra, el territorio Talokan Nano y Talokan Tato, madre tierra y Padre Sol, están vivos. Nosotros estamos de paso en la Tierra y debemos cuidar a nuestros heman@s, las plantas y animales. ¿Por qué mencionamos todo esto? Porque por más de 38 años hemos estado construyendo un modelo de vida diferente, y siempre hemos remado contracorriente: contra las imposiciones del sistema económico, ya que durante este tiempo de vida organizada nos hemos enfrentado a comerciantes y compradores de cosechas voraces, a agiotistas rapaces, a caciques desalmados, a autoridades ineficientes y mal intencionadas, a partidos políticos interesados en dividirnos y a funcionarios que en todo piensan menos en que son nuestros servidores públicos. Con todo eso, hemos salido adelante.

Les comparto que en la Tosepan declaramos 2015 como el Año de la Defensa de la Vida y del Territorio, debido a que nuestro gran hogar, la Sierra Nororiental de Puebla, se encuentra fuertemente amenazado. El gobierno federal ha otorgado concesiones a grandes empresas trasnacionales para que exploten los minerales guardados en el subsuelo de la región y para que destrocen sus ríos con la construcción de plantas hidroeléctricas.

Con la reforma energética aprobada durante 2013 y 2014, se vuelve tentador para empresas extranjeras la explotación del petróleo y del gas shale que por miles de años la Sierra ha conservado en sus entrañas.

Ante estas grandes amenazas, la lucha que nos corresponde dar, a los actuales y a los futuros cooperativistas, va a ser difícil y larga, pues los enemigos a vencer son mucho más poderosos que los caciques a los que se enfrentaron nuestros socios fundadores y las concesiones que les ha otorgado el gobierno tienen una duración de 50 años.


FOTO: Ecotlán

La voracidad y la ambición de las grandes empresas trasnacionales no tienen límites, pues su dios es el dinero y además gozan de todo el apoyo y la complicidad de quienes nos gobiernan. Pero eso no nos desanima. Recordemos que nuestros antepasados, los zacapoaxtlas, se enfrentaron y vencieron al ejército que se consideraba el más poderoso del mundo, un 5 de mayo de 1862. Nosotros nos consideramos sus dignos herederos.

Los cooperativistas de la Tosepan tenemos sueños y anhelos. Éstos consisten en demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que los indígenas y los campesinos somos capaces de construir una forma de vida distinta a la que nos han querido imponer nuestros gobernantes y quienes se han beneficiado y quieren seguirse beneficiando del sistema económico que nos domina.

Lo que estamos viviendo en la Sierra Nororiental y Norte de nuestro estado y en muchas partes del país son tiempos difíciles. Es el momento en que debemos sacar la fortaleza de nuestro espíritu como guardianes del territorio que somos. Nosotras y nosotros queremos seguir viviendo en la tierra que nos heredaron nuestros ancestros, ya que por medido del sentido de pertenencia y permanecia cuidamos nuestra identidad indígena. Así empezamos a caminar ante estas amenazas donde la guía es el amor y el respeto.

Nuestros antepasados nos han dicho que somos parte de la naturaleza, que de ella surgimos, que mientras vivimos, nuestra madre tierra y el Padre Sol nos proporcionan los alimentos que necesitamos y que cuando lleguemos a morir regresaremos a la naturaleza y nos convertiremos en tierra. Por lo tanto, no podemos perjudicar a la naturaleza ni causarle daño a nuestra madre tierra, pero tampoco debemos permitir que otros lo hagan.

El gran desafío que tenemos como pequeños productores es defender la economía campesina y nuestra forma de relacionarnos con la madre tierra y el Padre Sol.

Compañeras y compañeros de ANEC y de las demás organizaciones campesinas, desde la Tosepan los invitamos a que juntos demos la lucha y no permitamos que otros destruyan lo que es nuestro y que con muchos esfuerzos lo defendieron nuestros antepasados.

¡El territorio es sagrado y con la vida se defiende!

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