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Del coreógrafo ruso Yuri Grigorovich, a cargo del Ballet Liaoning

Montan una versión china de Espartaco en el Cervantino

Es una obra de retos: cuenta con 56 bailarines masculinos con una pasión y fuerza superior de interpretación, explicó la directora Qu Zijiao

Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 12 de octubre de 2015, p. a10

Guanajuato, Gto.

El Ballet Liaoning de China llegó al 43 Festival Internacional Cervantino (FIC), no con una obra alusiva a su país, sino con Espartaco, creación del aclamado coreógrafo ruso Yuri Grigorovich, con música de Aram Jachaturián.

Montar este ballet de dos actos encierra muchos retos. Por ejemplo, se necesitan muchos bailarines masculinos, alrededor de 56 –como informó su directora, Qu Zijiao–, cantidad no usual en las compañías, aunque sí en la de México.

Espartaco es una obra para hombres, es decir, en la que se impone la pasión, la fuerza y el movimiento fuerte, agregó la responsable de la agrupación fundada en 1980, proveniente del noreste del país. Los hombres necesitan una fuerza superior para interpretarla. Esto, cuando la mayoría de los ballets están concebidos para bailarinas hermosas que se deslizan sobre el escenario, como en El lago de los cisnes.

De acuerdo con Qu Zijiao, otro de los retos son los saltos y las vueltas que tienen que dar los bailarines, además de que la actuación debe ser más pasional y desde las entrañas.

Para el montaje de Espartaco el Ballet Liaoning contó con la asesoría de Grigorovich, de 87 años, quien permaneció con la compañía en China un mes y lo adaptó para ella.

Puesta de la era soviética

Espartaco es una de las obras más significativas del repertorio balletístico del siglo XX. La versión de Grigorovich fue estrenada en 1968 por el Ballet del Teatro Bolshoi.

La primera coreografía basada en la historia de este gladiador la estrenó el Ballet Kirov en San Petersburgo, en 1956. Es una obra de la era soviética.

Qu Zijiao explicó en rueda de prensa que seleccionaron a varios bailarines de la compañía para el papel del joven Espartaco, convertido en esclavo tras una derrota militar, condición ante la que se rebela.

Grigorovich, sin embargo, se fijó especialmente en el alto y esbelto Ma Ming. Incluso, lo invitó a bailar en Rusia algún día. En algunos momentos los movimientos escénicos tienen fuertes reminiscencias rusas.

El Ballet Liaoning se creó con la intención de adherirse al ballet clásico del mundo y, al mismo tiempo, imprimirlo del trabajo artístico de China. Desde su origen ha interpretado piezas como El lago de los cisnes, Don Quijote, Cascanueces y El Corsario, entre otras muchas.

Ha sido reconocido con el Premio Nacional de China a los espectáculos dramáticos y fue considerado dentro de los 10 mejores proyectos nacionales de artes escénicas. Cuenta con una academia que reúne a más de 600 bailarines.