Poesía guaraní de Paraguay

Arde el viento/okái yvytu

Feliciano Acosta Alcaraz

Escarlata se ha vuelto,
la orilla del viento
se quema el viento y arde.

Con su tórrida lengua
lame la hierba
y la inflama.

Arruga
los árboles del bosque
y los enciende a su paso.

Arden el viento,
las hierbas y
el monte.

Mi tierra se incendia
y su gemido
se levanta en humo.

Se calcina,
más
y más
mi tierra.

 

Pytä yvytu rembe’y,
okái yvytu
ha hendy.

Ikü hakuvópe
oheréi kapi’i
ha omosununu.

Ka’aguy rovykä
omocha’ï
ha omyendy avei.

Hendypa yvytu,
kapi’i ha
ka’aguy.

Okái che retä
Ha ipyahë ryapu
Tatatïre ojupi.

Okái,
okaihágui
okaive
che retä.

Feliciano Acosta Alcaraz, poeta guaraní de Paraguay nacido en 1943, explica: “La nación de Paraguay es única. La gente es en su mayoría mestiza y bilingüe; habla dos lenguajes oficiales: el español y el guaraní. Aunque habla guaraní, la mayoría no se ve como indígena. Existen en Paraguay un mestizaje cultural sin igual; la hispanización de los paraguayos es real, pero el noventa por ciento de la población habla —y utiliza— el guaraní. Un caso singular en el mundo actual. Hay ocho millones de hablantes de guaraní, cifra que incluye a muchos argentinos y brasileños de quienes el guaraní es su lengua materna. Un idioma aislado ha prosperado mientras otros han desaparecido”.
Traducción del guaraní al español y nota del autor con Rubén Bareiro Saguier y Carlos Villagra Marsal.


Un 15 de septiembre en la Ciudad de México. Foto: Francisco Palma Lagunes