Sociedad y Justicia
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Los cambios en el aprendizaje, por el país que tenemos

Frente a bajo desempeño estudiantil, la autocrítica es necesaria: Tuirán
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de agosto de 2015, p. 29

Frente a los resultados que colocan a ocho de cada 10 egresados del bachillerato con los niveles más bajos de competencia en matemáticas y a más de seis en habilidades de lectura, el subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, reconoció que es momento de que las autoridades hagamos una autocrítica, pero, dijo, deben efectuarla todos aquellos actores que participan en la operación y conducción del subsistema. Subrayó que los cambios en los aprendizajes no se dan de un día para otro. Se explican mucho por el país que tenemos.

En entrevista, sostuvo que las condiciones de marginación que enfrentan los alumnos inciden de forma directa en los resultados, aunque advierte: la ecuación no es automática. No todos se concentran en los bajos resultados.

A casi tres años de haber asumido el cargo, Tuirán reconoce que el bachillerato es un nivel educativo que requiere ser visibilizado, pues consideró que se habla de la educación media superior cuando se presentan este tipo de resultados, pero no cuando se avanza, aunque admitió que esto se hace con dificultades, con mucho trabajo; a menudo, en silencio.

–¿Por qué considera que cada año se obtienen estos resultados en las evaluaciones de quienes concluyen bachillerato?

–El Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) es una prueba más exigente. Está en una escala diferente de la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (Enlace). Tienen niveles de dominio con un significado diferente. Debemos ser muy cuidadosos para comparar el pasado reciente y los resultados de ahora. Se puede hacer, pero con cuidados metodológicos.

“La pregunta es: ¿por qué tendrían que cambiar drásticamente los resultados de un año a otro? ¿Qué revolución tendríamos que hacer en el sistema educativo para que sean radicalmente diferentes, cuando vivimos en un país con 50 por ciento de pobres? Tenemos metas a mediano y largo plazos. ¿Por qué se ve como una catástrofe a corto?

(...) Cada vez que salen estos resultados hay una recepción sorpresiva. Y estos son los resultados que venimos recibiendo desde 2008. Hay cambios graduales, pero también es cierto que la sociedad espera transformaciones mayores; sería muy importante que la sociedad en las escuelas y sus comunidades participara activamente para acelerarlas. En ese sentido es responsabilidad de todos.

–¿Qué es lo que ha fallado en el bachillerato para que estos resultados marquen la experiencia académica de los jóvenes?

–Tenemos una enorme diversidad y eficiencia institucionales. Hay subsistemas que ofrecen extraordinarios resultados, y otros que no lo hacen por diversas razones. Algunos factores están en el país, otros en la escuela y en la propia condición de las jóvenes.

“El resultado que estamos viendo no sólo es atribuible a la escuela. No es sólo esta institución la que ha fallado a las familias y a los jóvenes; también es el tipo de país que hemos construido. Es claro que en uno como el nuestro, de enormes desigualdades, hay un peso específico en la explicación en términos de logro escolar de los jóvenes.

–¿Qué propondrá el nuevo modelo educativo?

–Esencialmente, revisar lo que hemos hecho durante mucho tiempo. Primero, atiende propiamente la relación docente-estudiante y la necesidad de construir un vínculo diferente. También tener más y mejores materiales educativos, de acuerdo con el enfoque que estamos utilizando. No con un divorcio entre el material que proponemos y el tipo de enseñanza que se brinda.

–Con estos resultados, ¿qué nos jugamos como país?

–Debemos aspirar de inmediato a seguir avanzando con una mayor escolaridad de la población y alcanzar eventualmente los 12 años. El nivel medio superior es el paso siguiente. No hacerlo va a seguir implicando perder competitividad, no avanzar en materia de productividad.