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En Forjando un nuevo rostro plantea la creación de una faz de orgullo hacia nuestra raíz

Natalio Hernández, en espera de un tsunami cultural lingüístico

Es necesario un fenómeno extraordinario que nos sacuda y nos recuerde que somos una nación pluricultural no sólo en el discurso, señaló en entrevista el escritor nahua

Publica el libro como parte de la conmemoración del 50 aniversario de la educación indígena en el país

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Todos los idiomas tienen música, eso lo aprendí de Carlos Montemayor en 1990, cuando escritores en diferentes lenguas nos reunimos por primera vez, compartió el autor en entrevista con este diarioFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de junio de 2015, p. 2

El poeta Natalio Hernández (Naranjo Dulce, Veracruz, 1947) espera que en unos 10 años ocurra un fenómeno extraordinario, “un tsunami cultural lingüístico que nos sacuda a todos, que (nos recuerde que) somos una nación pluricultural no en el discurso académico, ideológico, político, que transforme nuestra relación cotidiana con los pueblos originarios que constituyen memoria y raíz de esta nación maravillosa que llamamos México, en esta perspectiva de diversidad y de diálogo intercultural con los pueblos indígenas”.

El escritor nahua acaba de publicar el libro Forjando un nuevo rostro (Yancuic ixtlachihualistli): orígenes y desarrollo de la educación indígena en México, que presentará el próximo mes en la ciudad de México.

El ejemplar plantea formar un nuevo rostro de México, verdaderamente multilingüe, con el que todos los mexicanos nos sintamos muy orgullosos de hablar nahua, zapoteco, maya, según la región donde habitemos.

El libro, editado con motivo del 50 aniversario de la educación indígena, que se celebró el año pasado, es un recorrido por la historia de la divulgación del conocimiento originario en el país que, mediante las experiencias de algunos de sus protagonistas, nos hace ver y valorar su desarrollo ideológico y de las formas en que ha operado.

En entrevista, Hernández recordó que en 2014 se realizó en la ciudad de Puebla el encuentro internacional Educación y Pluriculturalidad, el cual contó con la participación de maestros bilingües que expusieron sus experiencias. Ahí propuso a los organizadores escribir un libro que diera cuenta del desarrollo de la lengua indígena en el país.

Forjando un nuevo rostro recoge el final de un sueño que iniciaron jóvenes que entonces tenían 16 años y apenas con estudios de educación primaria. Ellos se formaron como maestros bilingües y lucharon por una educación respetuosa de la diversidad.

En la publicación, el autor incluye capítulos dedicados a quienes construyeron el subsistema de educación indígena: Wenceslao Herrera Coyac, Moisés Hernández Hernández y Salomón Nahmad Sittón, quien fue fundador de la dirección general de Educación Indígena. Los tres relatan su participación en la educación de los niños y niñas de algunos pueblos originarios en el país, una vez que se reconoció la necesidad de la educación bilingüe.

Natalio Hernández, quien ha impartido también talleres sobre la importancia de la lengua materna en la construcción de la identidad, afirmó que el mensaje del libro es que frente a la educación nacional impartida sólo en español, diseñada durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, ahora especialistas, lingüistas y antropólogos reconocen que desde entonces era importante que los pueblos indígenas tuvieran una educación en su lengua.

Al recordar los orígenes de la educación indígena en el país, el poeta nahua también evocó importantes movimientos encabezados por la Organización de los Profesionistas Indígenas Nahuas, el Consejo Nacional de Pueblos Indígenas, la Alianza Nacional de Profesionistas Indígenas Bilingües y la Organización de los Pueblos del Valle de Matlatzinca, estado de México.

Sostuvo que la sociedad mestiza mayoritaria excluye las lenguas indígenas y desconoce su cultura, pero que a partir de 2001, con el artículo 4 de la Constitución, se declara a México nación pluricultural sustentada en los pueblos indígenas y es en esta época cuando se crean las instituciones para la instrumentación de la educación intercultural como la Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe.

Para el promotor de las lenguas indígenas, el país requiere un nuevo rostro que refleje nuestra cultura ancestral, un nuevo rostro donde se puedan apreciar, valorar y dignificar nuestras raíces para fortalecer a México.

El autor sostuvo que actualmente existe un movimiento interesante respecto de la literatura en lenguas originarias en el país, y recordó que junto con Carlos Montemayor (1947-2010) organizó el primer Encuentro Nacional de Escritores en Lenguas Indígenas en octubre de 1990.

Todos los idiomas tienen música, eso lo aprendí de Montemayor en 1990, cuando escritores en diferentes lenguas nos reunimos por primera vez.

Al final del libro, Natalio Hernández incluyó la letra de la canción Ahora soy feliz (Axcan Nipaqui.)