Cada año se desperdician mil 300 millones de toneladas de alimentos en el planeta, mientras mil millones de personas viven con desnutrición, reveló el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Frente a ello, en la víspera del Día Mundial del Medio Ambiente, Marisa Mazari, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, recordó que siete mil millones de habitantes compartimos y somos dependientes de los mismos recursos –agua, suelo, aire, energía, entre otros–, por lo que urge ser eficientes en la producción de bienes, así como en la generación y manejo de los desechos.

Señaló que el uso y aprovechamiento sostenibles de los recursos naturales de la Tierra representan un balance entre la explotación que los humanos hacemos de ellos y el mantenimiento de ciclos naturales vitales que nos proveen de agua, suelos fértiles y alimentos. Además, que permiten la conservación de diversos ecosistemas.

Crece la población

Recordó que en el Día Mundial del Medio Ambiente se intenta que la población sea más consciente de que los recursos naturales de los que depende son limitados, se mantienen o disminuyen mientras la población crece.

El lema de la efeméride este año es Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación, y se refiere al uso racional de los medios de subsistencia, así como a la producción de bienes y servicios (con la subsecuente generación de residuos sólidos), en el contexto de la capacidad regeneradora del mundo.

Mazari apuntó que minimizar el consumo de los recursos y la generación de desperdicios forman parte de los retos actuales, pues la forma de vida genera desechos sólidos, líquidos y gaseosos que afectan el agua, el suelo y la atmósfera. Debemos tener en cuenta que algunos de esos desperdicios son reutilizables, pero requieren de un manejo y un costo, afirmó.