Con el apagón analógico, entre 35 y 50 millones de televisores podrían ser desechados como basura electrónica, lo que implicará alrededor de 100 mil toneladas de plomo que pueden provocar graves daños a la salud, advirtió el fundador de la organización ambientalista Heel, Santiago Lobeira.

El especialista destacó que el gobierno federal no ha puesto en marcha un plan de información y recuperación de televisores, a pesar de que emplea recursos para entregar televisores digitales y podría aprovechar para recolectar los analógicos que la población deseche.

Detalló que el costo de recuperar y reciclar televisores analógicos en países como Canadá ha sido de entre 5 y 6 dólares, pero se trata de montos logrados como resultado de programas bien estructurados que hasta el momento no se han puesto en marcha en México.

Como parte de la reforma constitucional y el proceso de transición a la televisión digital terrestre (TDT), el gobierno federal debe cumplir con el mandato de entregar 10 millones de televisores digitales a los hogares más pobres del país señalados por la Secretaría de Desarrollo Social. Originalmente eran 13.8 millones de televisores los que se debían entregar, pero el recorte presupuestal obligó a ajustar la cifra.

Además de los 10 millones de televisores que regale la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), habrá millones más que no recibirán la señal digital si no se contrata un servicio de televisión restringida o se instala un decodificador y una antena.

De acuerdo con la fundación ambientalista Heel, sumarán millones los televisores desechados de forma inadecuada, porque por tratarse de basura electrónica se les debe dar un trato especial que evite la contaminación y daños a la salud.

Santiago Lobeira explicó que entre 35 y 50 millones de televisores analógicos serán desechados de las formas menos convenientes, ya que las personas los regalarán, los entregarán al camión de la basura, los dejarán en las esquinas o parques, habrá basureros y barrancas con ese tipo de aparatos que contienen entre 3 y 5 kilos de plomo, entre otras sustancias, por lo que a muy corto plazo estarían en el ambiente 100 mil toneladas de plomo que al no ser bien tratadas pueden tener efectos negativos en la salud humana y del medio ambiente. El plomo daña la capacidad de aprendizaje, así como los sistemas respiratorio y nervioso.