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Inauguran el primero de dos ciclos de conferencias en el Centro Universitario Cultural

Llama filósofo a retomar el humanismo de los dominicos, en estos tiempos aciagos

La aportación de esa orden es innegable en el terreno cultural, considera Carlos Vargas Pacheco

El barco se hunde y debemos consensuar ciertos principios de ética mundial, plantea académico

 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de abril de 2015, p. 4

Más allá de todo lo que puede significar en el ámbito religioso, la Orden de Predicadores (frailes dominicos) es pilar y referente de la cultura occidental, según el filósofo Carlos Vargas Pacheco.

Es una institución cimentada en profundos valores que son sustanciales en el mundo actual, entre ellos el humanismo y el conocimiento, resaltó el secretario académico del Colegio de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante la inauguración del primero de los dos ciclos de conferencias Ética, política y humanismo en los dominicos universitarios, la noche del jueves, destacó que la valía de esta orden es innegable en el terreno cultural, al influir en varias áreas del saber, como la filosofía, la economía, la sociología y la antropología.

Es indudable que (la orden) ha tenido una presencia en el desenvolvimiento de Occidente que es necesario recuperar en estos momentos aciagos, máxime en nuestro país, para retomar el sentido humanista, dijo.

Ese encuentro –realizado en el Centro Universitario Cultural (CUC)– es parte del programa cultural y académico con el que a lo largo de éste y año próximo la Orden de Predicadores celebra ocho siglos de su fundación, que se cumplirán en diciembre de 2016.

El sueño de Domingo de Guzmán

Fray Jorge Rafael Díaz Núñez, prior provincial en México de los dominicos, recordó que la orden fue fundada en 1216 por Domingo de Guzmán con la misión de predicar el evangelio para la salvación de los hombres.

El sueño de Guzmán era la transformación del clero; pasar de un clero casi rural y sin un solo conocimiento teológico a uno urbano, instruido y cultivado en la ciencia teológica, además de que abrazara la vida y la pobreza evangélicas, explicó.

“La búsqueda de Domingo de Guzmán radicaba en que la fundación de esa orden fuera un verdadero aggiornamento de la Iglesia en el siglo XIII”, agregó el religioso.

Era necesario poner al día a la Iglesia, en consonancia con el mundo de la época, que se sacudía siglos de feudalismo y abría nuevos horizontes de vida con la creación de estructuras políticas, sociales y económicas adecuadas al momento, y enriquecidas por el surgimiento de las universidades en ciudades importantes de la Europa medieval.

El rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Iztapalapa, Octavio Nateras Domínguez, destacó que el humanismo es uno de los rasgos principales de los dominicos desde sus inicios.

La referencia a la sensibilidad que Domingo tenía en relación con la pobreza, el hambre, la esclavitud, la persecución, la enfermedad, la muerte de grandes poblaciones, la injusticia, la violencia, ha sido un sino de esta orden, una de las cuestiones que la han preocupado y movido desde siempre, señaló.

Respecto de los ciclos de conferencias, Francisco Piñón Gaytán, del Centro de Estudios Sociales Antonio Gramsci, sostuvo que es tiempo de dejar de hablar con palabras sosegadas y tratar aspectos políticos en estos ámbitos.

El barco se está hundiendo. Tenemos que ponernos de acuerdo en ciertos principios de ética mundial. Las religiones tienen que abrirse a reconocer lo esencial; debemos desacralizar no sólo la teología, sino también los mundos de la política y la economía.

La primera sesión estuvo a cargo de la historiadora María Fernanda de los Arcos, quien dictó la conferencia Los dominicos en la sociedad colonial filipina, así como del antropólogo Andrés Fábregas, cuya participación versó sobre la salida de España de fray Bartolomé de las Casas y su llegada a México.

Las siguientes conferencias serán el 30 de abril y el 7 de mayo, con los temas Los dominicos en los movimientos insurgentes y La herencia de Montesinos y Bartolomé de las Casas, de forma respectiva, a las 19 y 18:30 horas en el CUC (Odontología 35, Copilco).